‘APOLO 13’, EL VIAJE DE EFLEXX POR LO PERSONAL
Eflexx presentó su primer trabajo de largo recorrido el pasado 24 de septiembre, titulado ‘Apolo 13’. En él, el artista guía a los oyentes por un viaje personal atravesado por lo espacial, lo digital, el amor, la moda, la electrónica, las drogas y –en definitiva– por la música que está cogiendo cada vez más protagonismo en el panorama nacional.
“Siempre me ha molado mucho la música rollo Playboi Carti, Pi’erre Bourne, que te generan una atmósfera muy espacial. Empecé a hacer temas de ese estilo, y yo sabía desde un primer momento quería darle una estética muy concreta al álbum”, comenta el cantante. “También me molan un montón estas cosas de aliens, Marte, las conspiraciones locas, así que decidí enfocarlo así”, añade.
Los elementos principales que conforman el álbum son la Tierra y el planeta Saturno. “La Tierra para mí representa la zona de confort, el nunca salir de los estándares, la comodidad”, explica Eflexx. “E irte a Saturno es cambiar de aires. Ahora justo me voy a mudar a Valencia, y con ello me independizo y cambio de vida. Enlacé eso y decidí crear una historia que tratase de un viaje de la Tierra a Saturno, con una parada en la luna, que simboliza Apolo 13. Más adelante haré una segunda parte del álbum sobre mi llegada a Saturno, que cerrará esa etapa”. De esta forma resume las bases creativas del proyecto.
Es un artista muy joven y este es hasta el momento su trabajo más largo, dado que ‘Apolo 13′ se compone de 11 temas, entre los cuales destacan colaboraciones con artistas con gran peso actual, como Enry-K, Faxu, Bon Calso, D. Valentino o Nevo Angel. “Ya hice un EP con ‘Albor’ (2021), pero quería que este proyecto fuera un antes y un después, al menos en mi carrera. Se nota mucho la transición, este es el primer trabajo realmente profesional que hago, bien construido y quería darle forma para que se notara”, afirma Eflexx.
Sus influencias se remontan al panorama argentino clásico con artistas como Duki o Saramalacara, y se nutre a diario de artistas nacionales como Sticky M.A, Rojuu o Glory Six Vein, que sin duda han encaminado su sonido. Y es que tanto Eflexx como el resto de Holics han generado una escena nueva en Barcelona.
“QUERÍA QUE ESTE PROYECTO FUERA UN ANTES Y UN DESPUÉS, AL MENOS EN MI CARRERA. SE NOTA MUCHO LA TRANSICIÓN, ESTE ES EL PRIMER TRABAJO REALMENTE PROFESIONAL”
Eflexx es, como los demás de su colectivo, un artista polifacético: mezcla, masteriza, produce y –en definitiva– “hace de todo”. Sin embargo, en este álbum no ha producido ningún tema, aunque sí se ha encargado de la mezcla íntegra del proyecto. “La última semana antes de distribuir el álbum me fui a Bélgica, que tengo un sótano allí sin acondicionar ni nada. Y justo esos días me enviaron las colaboraciones Enry-K y Bon Calso. Me lo grabé todo con una botella como soporte de micro, muy marronero (risas). Pero bueno, eso demuestra que no tienes que irte a un buen estudio para que la música suene bien, simplemente con una buena mezcla ya puedes conseguirlo. Y además, lo mezclé con cascos, que lo puede hacer cualquiera, totalmente casero”, comenta el cantante.
La música, además de haberse democratizado, haciendo que actualmente muchos de los artistas sean independientes en la mayoría de pasos que requiere el lanzamiento de una canción, también está volviendo a tomar un rumbo muy concreto y distinto, que se ha notado especialmente estos últimos meses. La vuelta a los 2000s no es algo que solo haya conquistado la moda, sino también toda la estética de las generaciones que suben, y eso incluye a la música: “todas las modas son pasajeras pero acaban volviendo. Al igual que ha vuelto en la ropa con diseñadores como Ed Hardy, también va a volver con la música. Yo creo que para el año que viene volverán a tener mucha más presencia el hardcore y el drum and bass. Son géneros que te dan mucha potencia y adrenalina, y de fiesta y en los conciertos te los gozas muchísimo”, reflexiona.
Y ‘Apolo 13’ es, sin duda, una muestra de ello. El álbum se sustenta en tres pilares básicos: la electrónica, el amor y la moda. De hecho, la imagen del disco se inspira íntegramente en el famoso logo de Vivienne Westwood, que hace referencia a Saturno. “Vivienne ha sido desde siempre una de mis marcas favoritas. Quería enlazarlo, así si ves a Vivienne y conoces mi trabajo, te vendré a la mente de alguna manera”, afirma el cantante. Y es que la moda está actualmente muy arraigada a la música, quizás más que hace unos años: “la ropa es un signo identitario, te define de algún modo. A todo el mundo le gusta verse chulo, gustar y sentirse guapo y creo que la gente está volviendo a darle mucha importancia al vestir”, y eso se está notando también en el sector musical.
Las nuevas olas están enmarcadas, en cierto modo, con la sociedad de consumo de manera arraigada. Y no solo por la importancia que se le da a la ropa, sino por su enlace con marcas de lujo, la fiesta y el consumo de drogas. “Somos jóvenes, es la época. Si no hacemos esas cosas ahora no las vamos a hacer con 40 años, cuando tengamos una hipoteca y dos hijos. A la gente le gusta sentirse identificada, y para mí ayudar a un chaval a sentirse cómodo y ser él mismo a partir de mi estética también me llena”.
“‘MOLLY’ ES EL ÚNICO TEMA QUE HE ESCRITO REALMENTE. YO NUNCA HAGO LAS LETRAS ANTES, EL RESTO DE MIS CANCIONES SON TODO FREESTYLE, ME GUÍO POR EL BEAT Y LAS VIBRAS EN EL ESTUDIO”
La identificación de las drogas en la música no es, desde luego, una novedad. Pero lo que sí está claro es que cada generación se puede enlazar con el consumo de una droga concreta.
‘Molly’ (ft. Bon Calso), concretamente, trata específicamente de un mal viaje de M. Y es una canción que casi no sale: “En Bélgica hice tres maquetas, las envié y ya estaba a punto de distribuir el álbum cuando Bon Calso me envió su parte. Eran las cuatro de la mañana y me levanté y me puse a mezclarlo ese mismo día. Acabé a las ocho y lo envié a distribuir”, comenta. “Es curioso porque es el único tema que he escrito realmente. Yo nunca hago las letras antes, el resto de mis canciones son todo freestyle, me guío por el beat y las vibras en el estudio”, declara.
Otra particularidad del hyperpop –por llamarlo de alguna manera– es la explicitud con la que se trata el sexo en las letras. Es cierto que el auge del trap abrió camino a nivel nacional en ese sentido, pero es algo que se ha ido concretando cada vez más con el tiempo. En ‘Apolo 13’ es algo que se encuentra en la gran mayoría de canciones, pero un buen ejemplo de ello es ‘Prendas de Archivo’ (ft. Nevo Angel). “Yo nunca he visto el sexo como un tabú, no creo que sea algo que tienes que ocultar. Es un momento en el que disfrutas y, si lo tratas desde el respeto, no debería ser algo que hay que callarse. Igual que tú seas concreto con tus temas en ese sentido hace que tus oyentes vean que es más normal hablar de sexo y a lo mejor con su pareja pueden tratarlo más abiertamente porque lo llegan a ver más normal”, argumenta Eflexx.
El álbum parte de lo espacial, de lo etéreo y de escapar de la realidad. La música siempre ha sido una vía de escape y es algo que, por mucho que evolucione el panorama, no va a cambiar. “Todas las facetas que no puedo soltar con lo demás, las suelto con la música, y me libero de todo”, afirma Eflexx. Y es que el álbum representa eso, la liberación a través de lo cotidiano, del disfrute, de la expresión y de ser uno mismo en un contexto que cada vez está más regido y atado a lo virtual, pero llevándolo a un punto positivo.
La música es algo que no para de cambiar y que se amolda a los tiempos, como buen producto sociológico, y Eflexx es uno de los artistas que están liderando actualmente el cambio. Veremos cómo se desarrolla la llegada a Saturno, su destino final.
Texto: Elena Lopez
Fotografías: @1986_prod
