OLDPURP: la producción entre la escena española y el paisaje internacional

«La Vendicion nunca me ha hecho firmar nada. La única condición que tienen es currar»

 

La dificultad de que un productor se haga hueco en la industria es innegable, pero si hablamos de reconocimiento la cuestión se agrava. Sin lugar a duda, géneros como el trap son pioneros en visibilizar y dar protagonismo a este colectivo (solo hay que ver los créditos de las publicaciones, donde rara vez el productor no aparece incluso como main artist). En nuestra charla con OldPurp, a quien acompaña Papi Trujillo, el joven artista nos retira un poquito más la venda que tapa la labor de aquellos que están en el germen de la música: los productores.

Hablamos con un productor que admite encontrar su inspiración en “lo gángster” y en toda una complejidad de géneros, entre los que ahora mismo destaca el estilo de Detroit. Eso sí, el podio entre sus referentes es para Southside. “Para mí ha sido el mejor rapero y el mejor productor”. De hecho, nos narra cómo, fruto de la casualidad, terminaría colaborando con su hijo, Baby Sizzle, a quien conoció nada menos que jugando al Fornite. “Estábamos jugando al Fortnite y me dijo: ‘pues mi padre es productor’; y le dije: ‘hostia, pues yo también soy productor y hago música… ¿y quién es tu padre?’, y me dijo: ‘Southside’ (se ríe). Para que veas cómo se te tienen que alinear los planetas para coincidir. Fue un desfase, me quedé flipando”.

El recorrido infatigable del Pulpo (como le bautizarían en La Vendición por la rapidez con la que hacía los beats) hacia el trap le ha hecho alcanzar cotas de ensueño a su corta edad, que incluso le han permitido hacerse un hueco en la industria americana. Y es que, aunque estamos asistiendo a una edad de oro de nuestra escena musical, es cierto que varios artistas señalan el atraso que existe en el panorama musical español en determinados géneros respecto a la escena americana o anglosajona, y la producción no podía ser menos. “Hay mucha diferencia. Yo me quiero ir para allá. Aquí en España se va viendo poco a poco más seria la cosa, pero en Estados Unidos es otro mundo. Y, sobre todo, también estamos atrasados en cuanto a sonido: el sonido allí está superavanzado. También es cierto que tienes que tener mucho cuidado, no es como aquí. Yo he estado en estudios de allí y no es como aquí: yo aquí en el estudio puedo grabar un vídeo, subir historias y hacer un directo o lo que sea, y allí no puedes, porque igual se presentan y hay un tiroteo”. 

Sin embargo, no duda en mostrar su comodidad con las relaciones que se establecen entre artista y productor en el estudio: “Yo nunca he tenido problemas. Tienes que ir con mucho ojo y mucho respeto. Si vas siempre con respeto no vas a tener problemas. De hecho, pasa más al contrario; ellos te cuidan más a ti”. Definitivamente, es en Atalanta donde el Pulpo ha sentido una mayor complicidad con el método de trabajo, y por ello no duda en ponerlo en valor. Allí todo lo que currabas en un estudio una noche estaba recompensado esa misma noche, no tienes que esperar uno, dos o tres meses. En Atlanta el método de trabajo es mucho más serio”.

La estela de OldPurp fue aterrizando en el panorama nacional de la mano de artistas como Yung Beef, con quien firma ‘Padrino’ en ‘Krazy’, y con el que ha trabajado en proyectos como ‘Policeman’, ‘Gángster Original’ o ‘El Plugg 2’, además de otras colaboraciones con artistas como Pablo Chill-E o incluso Hoke, con quien no dudaría en volver a trabajar. “Me molaría, porque fue de los primeros con los que estuve trabajando en España, antes de conocer a Papi Trujillo. Encima el Hoke rapea que flipas, es que son barras, me mola mucho”.

Después de su mixtape ‘Krazy’, que se caracterizaba por un sonido más oscuro y con matices propios del sello de su autor, siempre dispuesto a la conjunción de letras en español y en inglés, la salida de su segunda parte es inminente. Eso sí, el artista deja abierta la puerta a la posibilidad de publicar ‘Krazy 2’ en varias entregas. “Hay muchos temas en el disco, así que lo vamos a dividir por la mitad, en 7 temas y 7 temas”. Ya contamos con adelantos como ‘Sirocco, con Goldcahins, Harry Nach y Kaydy Cain, En Verda’, acompañado por Goldchains, Marko Lenz y Yung Beef; y ‘Big Boss’. 

Si nos fijamos en el proceso de modelación del álbum, estos últimos lanzamientos ya alteran el tracklist inicial, donde se prometen colaboraciones con La Zowi, Young Loaded, Yung Rich Dee, Harry Nach, con quien conectaría gracias a Pipo Beatz, o hasta Yung Bans, cuyo lanzamiento parece una incógnita hasta el final. “Me llamaron por la noche y me dijeron: ‘oye, viene Bans a España’ y pensé que estaría guapo conectarse con él. Vino, estuvimos grabando un tema que no sé aún si va a salir o no, pero estuvimos desarrollándolo un par de días, justo cuando él tocaba en Cha Chá, en Madrid”. Es evidente que el trabajo conjunto con artistas internacionales a menudo condiciona el ritmo y el proceso de creación en el estudio, y más cuando cantante y productor deben compenetrarse a distancia. “Por ejemplo, a los artistas de Casino nunca los he visto en persona, porque ellos son de Texas. Yo contacté con uno de sus miembros y él me conectó con todos los de Casino, pero siempre ha sido todo por Instagram”.

Si nos centramos en las diferencias reseñables entre ‘Krazy’ y ‘Krazy 2’, el Pulpo lo tiene claro: Para mí este [‘Krazy 2’] está mucho más avanzado. Yo he estado en Atalanta, me fui en julio y estuve medio mes trabajando con peña dura de allí y gracias a ello salió un sonido más serio que el primero, partiendo de que La Vendición está también mucho más seria en este sentido”. A pesar de que se uniera hace años al colectivo, no es un secreto que en España se mueve con muy pocos artistas, pero destaca su trabajo mano a mano con artistas como Pochi o Papi Trujillo, que se trataría de uno de los artistas con quien más placentero le resulta el momento de grabar y trabajar, o también con Yung Beef.

El Pulpo defiende que para él, como productor no hay nada como trabajar en persona con el otro artista. “A distancia va a dar siempre muchos más problemas que trabajar en persona. Por ejemplo, yo con el [Papi] Trujillo he trabajado así, en persona. Si no hubiera sido por él yo no habría hecho nada, habría estado encerrado entre cuatro paredes. Yo estaba encerrado en mi casa estudiando no sé qué de audiovisuales y sonido, y conocía a un chaval que era cámara y hacía vídeos, que me dijo: “conozco a Papi Trujillo”, y yo no sabía quién era. Vino a mi casa, dijo que tenía talento y me llevó a su estudio. Y, de repente, entro en el estudio y estaba él, el Fernando [Yung Beef], el Kaydy… Era un desmadre”. A su lado, añade Papi Trujillo: “Pasó la prueba, que era aguantar a todos esos locos juntos, y se quedó. La superó y con creces, y ya se ha quedado en la familia”.

La Vendicion Records, donde confirma estar desde hace aproximadamente cuatro años, hace las veces de plataforma impulsora de estos jóvenes talentos que necesitan una infraestructura para consolidar su obra y, además, en el caso de OldPurp, llega a convertirse en su familia. “Se encargan prácticamente de todo. Han cambiado muchas cosas para bien. Es un apoyo total. Tú, cuando empiezas en esto, yo creo que no hay otro camino aquí en España, que no sea vender tu culo a Sony o a cualquier multinacional de estas que te tiene ya enganchado de por vida… La Vendicion nunca me ha hecho firmar nada. La única condición que tienen es currar, y más hoy en día que salen chavales así, de debajo de las piedras. Tienes que estar serio y contundente con el trabajo para que salga bien”. Cuando un sello cuida a sus artistas y productores el resultado cristaliza en artistas de la talla de Goa, Pochi o Ben Yart.

Aunque, tal y como retratan durante esta entrevista, por un lado, OldPurp, cuando hablamos de la popularización del trap en América, su humilde infraestructura y su tardía llegada a España (“cuando comentamos el panorama del trap en Atlanta, empezó todo en las casas, como hicieron Gucci Mane, Young Thug, Migos… Pues aquí los inicios son iguales, pero años más tarde. Aquí siempre vamos retrasados”); y, por otro lado, Papi Trujillo, quien confiesa que hace diez años se sentían como “unos marginados”, es incuestionable que el crecimiento de la escena española en general y del trap en particular ya divisa cotas olímpicas. Si es cierto que la escena se queda atrasada respecto al paisaje de Estados Unidos, productores como OldPurp vienen a regar el panorama, a consagrar nuestra escena y a recordarnos que nunca es tarde si la dicha –y la producción– es buena