Recycled J: nuevos sonidos, mismo corazón
En la música, como en la vida, uno de los grandes errores que se puede cometer tiene que ver tanto con el estancamiento como con la ausencia de evolución que puede desembocar lentamente en un hastío artístico. Jorge Escorial (Madrid, 1993) es consciente de ello y en sus más de 10 años de carrera ha demostrado ser uno de los artistas españoles que más veces ha agitado su coctelera creativa sin miedo a probarse en una amplia gama de sonidos y estilos.
La experimentación, junto con su singular sensibilidad y el tesón han sido el telón de fondo desde el que Recycled J ha ido forjando su carrera hasta ser una de las figuras de referencia de la música patria: desde las batallas en los parques hasta llenar por partida doble las Ventas de Madrid. Después de haberse montado un mini-estudio en casa para “matar el mono”,“quemar todas las películas y series atrasadas” y, sobre todo, tomarse el confinamiento como “un tiempo para parar y analizarse en todos los aspectos”, ahora está de vuelta con el lanzamiento de un nuevo EP titulado ‘Superpoderes’.
Un proyecto publicado bajo la firma de Universal, discográfica con la que firmó a finales de 2019 y cuya decisión responde únicamente al lógico deseo de crecimiento y de ampliación de miras. “Tiene que ver con la necesidad de ambición. Toda la música que ha salido desde que firmé con Universal en noviembre ya estaba hecha, incluso este EP. Con el presupuesto que he tenido y lo que he podido hacer a lo largo de estos 10 años he aprendido mucho sobre qué se puede hacer y qué no. A mí nadie me ha regalado nada, me he tirado mucho tiempo peleando por lo que quiero y si al final he acabado firmando con una multinacional es porque antes he negociado con varias más, no soy una cabra loca firmando lo primero que vea, sino que me lo tomo como mi vida. Desde entonces trato de mejorar y de formar algo sólido. Y en el momento en el que ves que el ritmo de la industria se acelera y necesitas mejores vídeos y presupuestos para tener un mayor alcance no puedes jugar a palos y piedras contra tanques”.
Impulsar la cara más generalista de su música es otro de los objetivos principales que le llevaron a firmar con Universal dado la envergadura y la gran capacidad logística que posee. “Hay música que hago que es más de nicho y hay música que hago para que la gente la entienda, con mayor difusión, que la puede escuchar desde una madre hasta un rapero o un rockero. Y ese tipo de canciones requieren otro tipo de estrategias y otro tipo de consumo porque es otro tipo de público. Con ‘Bambino’, por ejemplo, hemos conseguido muchos millones de visitas y un gran alcance y lo sacamos nosotros solos. Si detrás hubiera habido una herramienta que nos hiciese tener más fuerza en ese pulso sería mucho mejor. Para sacar la música que quería sacar y cómo quería sacarla no quería que fuese algo desde la independencia como los anteriores trabajos que había sacado”.
NUEVO EP: VUELTA A LOS 80. LO COMPLEJO DE ESCRIBIR SENCILLO
‘Superpoderes’ supone otro nuevo giro de tuerca en el cosmos artístico de Recycled J, siendo un trabajo que apuesta de manera clara por traer de vuelta ese espíritu de los años 80 con melodías, letras y estructuras que se fusionan con el pop electrónico y el Funky. Producido por su escudero musical Selecta, precisamente fue con este con quien brotó el germen del EP: “Este trabajo es una faceta de Recycled J que dispara más a la electrónica y a recuperar ese sonido de los 80. Veníamos de hacer ‘City Pop’ y nos dimos cuenta de que este sonido más Funky y ochentero era algo que a Selecta le nacía solo y a mí me gustaba mucho traer esa vuelta de los ochenta, por lo que nos centramos en hacer una especie de EP electrónico-funky que resumiese un poco esas intenciones. Me considero un artista que hace sonidos muy distintos y con Selecta logré meterme en ese mundo de la electrónica y de las cosas que yo llevo haciendo con la voz y el autotune bastante tiempo. Queríamos sobre todo sacar un EP que fuese innovador y que no se hubiese escuchado. Hemos mezclado bien el sonido de la electrónica de Selecta con esa movida de los 80 y de la Movida madrileña que quería rescatar yo a modo de estribillos, de la forma de hacer las canciones, de las métricas y de los tipos de palabras. Cada canción es un poco distinta, ‘Superpoderes’ tiene un componente más tipo Mecano, de discoteca, ‘Culpable’ está a medias entre el funky con presencia del fraseo, ‘Boomerang’ tira más hacia el rock y ‘Un extraño’ es un reggaetón conceptual”.
Aunque también deja claro que este tipo de sonidos es una etapa puntual y no va a constituir ni mucho menos el cauce principal por el que va a discurrir en el futuro. “No significa que ahora vaya a ir el resto de mi vida con gafas de pasta y con pantalones de campana, simplemente hemos querido hacer esto pues como en el pasado he podido querer hacer una canción más Funky o una canción más rap. Es una apuesta para decir que somos capaces de hacer esto, pero no significa que sea el sonido que vaya a hacer. Estoy muy contento porque es un trabajo que va a sonar súper fresco y que lleva hecho más de un año. La gente se está quebrando la cabeza ahora por ver qué es lo nuevo y dándose cuenta de que vuelven los 2000 y venga todo el mundo a hacer 2000 y no me da miedo en ese sentido ser un outsider estando al margen de la movida haciendo mi camino porque es lo que llevo haciendo toda mi vida”.
“Yo hago música sin prejuicios, hago música que me sale del corazón”
Otra prueba inequívoca de la evolución en la trayectoria de Recycled J tiene que ver, sin ninguna duda, con el uso del lenguaje. Cualquiera que se pasee por sus inicios bajo la influencia del rap más estricto se dará cuenta del evidente cambio que ahora se ha producido en sus letras. Desde Cool, donde predominaba un lenguaje más críptico y complejo, hasta una apertura a la sencillez en las letras que se refleja en este EP o en la tendencia seguida en proyectos anteriores como ‘Dueña de ti’, ‘Angelito’ o ‘Bambino’. Paradójicamente, escribir sencillo es a su vez el arte más difícil. “Cuesta muchísimo escribir sencillo y es algo que yo he criticado toda la vida. Y precisamente la gracia es esa, escuchas la canción una vez y ya te sabes la letra entera. Es algo que yo no había hecho nunca. Mis letras han sido siempre muy enrevesadas y no las entendía nadie. Hubo una época incluso que rapeaba al revés con las palabras, todo por hacer mis códigos, que no lo entendiese nadie y hacerme el raro. Y era lo que me apetecía hacer en ese momento, yo lo hacía por desmarcarme porque todo el mundo rapeaba igual. Ahora a la hora de hacer un trabajo que quiero que lo entienda todo el mundo, en vez de hablar con un lenguaje más enrevesado digo ‘toa’ la noche lo de siempre / palique y bares de ambiente / te confundo entre la gente’ y todo el mundo lo va a entender y va a empatizar con ello. Pero es más difícil de lo que yo pensaba, escribir raro es lo que me sale a mí normal. Hacer letras que entienda todo el mundo y que sean súper masticables no te das cuenta realmente de lo difícil que es hasta que te pones a hacerlo. Escribir para el pop tiene que ser muy minimalista, contar lo mismo con menos palabras. La gracia es esa, es hacer un triángulo sin levantar el lápiz del papel, no ponerte a hacer líneas y líneas y líneas y mira qué de triángulos hago sino hacer uno perfecto, y eso es muy difícil”.
Un artista que lleva la inquietud creativa en la sangre y que, pese a haber echado raíces en una de las épocas más inmovilistas del rap en este país, no tiene ningún tipo de pudor en ir mudando su piel artística: “A mí me sale evolucionar, creo que todo son barreras que te pones en la mente. Yo hago música sin prejuicios, hago música que me sale del corazón y no pienso ‘para que esto le guste más a la gente tengo que hacerme el malote y tengo que hablar de esto’ no, ya me di cuenta hace mucho de que cuanto más natural hagas las cosas mejor. La gracia precisamente de lo que yo hago es que tengo la capacidad de que puedo escribir raro y también puedo escribir una canción de súper pop. Y esas son las armas que utilizo para hacer este trabajo”.
NADA MÁS REAL QUE SER FIEL A LO QUE SIENTES
El ser R-E-A-L, el ser de C-A-L-L-E, el no venderse. Uno de los debates por antonomasia que han inundado al rap en este país a lo largo de los años. Y aunque parece que el público -poco a poco- va abriendo la mente todavía sigue estando latente y sigue utilizándose ese mantra como cóctel molotov para incendiar y deslegitimar a todos aquellos artistas que comparten orígenes con el movimiento, pero buscan no quedarse anclados en el pasado y, en definitiva, madurar. Recycled J también ha pasado por todas esas fases y cree que uno de los mayores problemas tiene que ver con la naturaleza aparejada al rap: “el rap de por sí en España es muy odioso y tiene mucho prejuicio, y es muy de criticar. De reírte del de enfrente sin darse cuenta del trabajo que hay y de la valía que tiene. Yo soy el primero que cuando era más pequeño me reía de todos los videoclips de todos los raperos del momento y decía ‘ah menuda mierda’, lo que hacemos nosotros es pura calle y Carabanchel y somos underground. Y cuando tú llegas a ese nivel en el que tú te estás gastando esa pasta en vídeos y en la que tú estás dando el callo te das cuenta de que realmente eres un niñato odiador”.
Para él no hay nada más real que ser tú mismo, creando con el corazón y siguiendo su instinto musical: “ser real y auténtico es ser tú mismo y precisamente ahora es cuando más fiel estoy siendo a mí mismo. La gente es muy odiadora y valoran otras cosas antes que la música. Lo que hago me sale del corazón y sigo haciendo la música más pura de mi vida. Ya luego cojo y digo, oye pues ahora tengo que sacar esto, o ahora tengo que sacar lo otro y a nivel marketing te lo organizas un poco más. Si llevo años escuchando otro tipo de sonido y otro tipo de movidas que te hacen evolucionar, si hago eso es cuando siento que soy real. Si siguiese haciendo lo mismo que a la gente le gusta solo por contentar a la gente me parece que ese es el artista que no es real y que vive por y para su público, para ganar cada vez más pasta, para tener más seguidores y para en cierta manera aprovecharse del público. Si en mi vida de por sí soy una persona que no trato de tener prejuicios, de vivir la vida y disfrutarla pues en mi música voy a hacer lo mismo. Creo que todo va en base a lo que uno vive. Si tú vives diamantes, diamantes, diamantes y ahora estás gozando pues habla de diamantes, no pasa nada porque antes no los tuvieses. Pero el público español es ‘mira este, ahora tiene diamantes, es un vendido’”.
En cuanto al famoso término ‘venderse’, para él tiene que ver directamente con dar la espalda a lo que verdaderamente quieres proyectar en tu música y continuar con lo que siempre te ha asegurado el éxito, convirtiéndote así en prisionero de tu propio público: “venderse como tal es traicionar a tus ideales, hacer por dinero algo que no quieres hacer y es algo que no he hecho en mi vida. Si yo me hubiese aprovechado de mis números hace años y de mi situación habría sido el primo de Natos y Waor y me hubiera tirado toda la vida haciendo el rap de Madrid. Venderme realmente habría sido seguir haciendo lo que hacía hace 6/7 años que me funcionaba y no jugármela ahora a hacer cosas más raras y que a lo mejor no entiende tanto la gente. A la hora de hablar de cuando algo es más comercial o accesible para la gente, si tú tienes una panadería la tienes no porque te guste hacer panes, que también, te gusta para hacer dinero y para que coma tu familia. Pues con esto igual. Si tú realmente haces música de nicho y te van a escuchar 300 personas te da igual tener mejores vídeos, mejor calidad etc, pero si peleas por tu producto y quieres que en vez de 300 personas te escuchen 3 millones tienes que cuidar todo eso”.
LAS BARRAS NO MUEREN, MÁXIMA IMPLICACIÓN Y LA IMPORTANCIA DE LO VISUAL
A finales del año pasado, con la publicación de ‘2 Tazas’, dio un puñetazo encima de la escena dinamitando las tendencias pop que había seguido hasta aquel entonces en forma de tsunami de barras para nostálgicos donde el viejo Cool asomó por ahí. Barrasen las que se dejaba ver aquella vertiente tan querida que dominó desde sus inicios volcando todo el peso de la canción en la letra y las rimas. “Ese tipo de canciones me salen solas, es como montar en bici, no se me va a olvidar en la vida. Mi plan en los últimos 2 años era demostrar que puedo hacer otras cosas aparte del rap. Sentía que me estaba yendo mucho al pop y quizá venía bien que me hiciese un tema rap. Siempre trabajo mucho la idea de álbumes y cuando saqué ‘Jugando’, el concepto single mi público no lo entendió igual, no se entendió el tema y todo fueron críticas respecto a haber firmado con una multinacional y a que el sonido era más blando. Me cabreé e hice un tema de barras–‘2 Tazas’- que escribí en un avión en media hora. Pero creo que soy capaz de hacer otros sonidos y otras propuestas y me gusta jugármela a hacerlas. Aunque eso no quiere decir que no vaya a hacer más temas de barras, cada año me suelto un par de canciones de rap siempre. Es algo que hice y llevo haciendo toda la vida y ahora simplemente quiero probar otros sonidos”.
“Me involucro al 200% en mi música, siempre estoy delante cuando se hace todo”
En marzo de este mismo año, se estrenó un capítulo dedicado a Recycled J de la webserie documental dirigida por Adrián León Arocha llamada ‘Norte, Sur, Este, Oeste’. Y en él, llama bastante la atención una escena en la que el artista madrileño aparece junto a Lil Moss y el productor Yibril Rue en un estudio mientras creaban ‘Fiesta en la Galaxia’, canción que posteriormente se incluyó en el álbum de Lil Moss titulado ‘TITU’. En dicha escena, se deja ver la implicación de Recycled J a la hora de perfeccionar, retocar y proponer nuevas estructuras en el tema. Y todo ello, en una canción que ni siquiera iba a estar enmarcada dentro de un proyecto suyo, sino que era una simple colaboración. “Me involucro al 200% en mi música, siempre estoy delante cuando se hace todo. Cuando trabajo con Selecta es él quien selecciona los instrumentos, quién toca todo y quién hace que eso suene así. Pero la idea de estructura, la idea de estribillos, la idea de la letra, de qué va a hablar la canción, todo eso es mío. Al final hacemos un equipo entre los dos en el que yo voy diciéndole ‘mete aquí esto, prueba aquí la otro’ al igual si él me tiene que decir ‘no, este tipo de estructura es una mierda, haz otra’ y la hacemos. Nos bañamos un poco el uno en el agua del otro”.
Otro de los atributos que ha contribuido de manera flagrante a potenciar su carrera tiene que ver con el meticuloso uso que ha hecho de la imagen, tomándola como un elemento más de su universo artístico con el que complementar de discursos estéticos el componente puramente musical. “La imagen de un artista es importantísima, desde cómo vaya vestido a cómo sea su apuesta en escena en los shows o en sus portadas. Me implico al 100% en todo y estoy decidiendo hasta qué foto escojo. También tengo un equipo que trabaja conmigo para que la historia y el relato que queremos contar se entienda bien. Sigo al 100% con el mismo equipo que tenía antes de firmar con Universal. La imagen es algo muy importante, pero sin la música no hay nada. En todos mis trabajos me la juego, igual que ahora me visto y caracterizo de hombre lobo -en el videoclip de ‘Un extraño’-y no había habido ningún vídeo dentro de la escena de ese tipo, me la juego con eso, pero también porque el trabajo viene por los 80 y es una manera de ir metiéndoselo a la gente con calzador”.
ALLANANDO EL CAMINO DE LA SENSIBILIDAD Y ENSEÑANZAS DEL AMOR
Viniendo de un mundo, en sus orígenes, tan purista y encorsetado en la virilidad a la hora de rapear, no es sencillo desmarcarse de todo eso por el qué dirán. Más aún cuando quieres exteriorizar tus sentimientos en un entorno en el que la expresión de cierta sensibilidad o la utilización de algunos elementos para mejorar la voz era casi como cometer un pecado capital dentro del rap. “Toda mi vida he estado forzando una voz que no tengo, me dicen ‘canta como Cool’ pero es una voz que en realidad no tengo. La usaba porque la escena era así y porque si no eras un maricón y tenías que ir de duro. Me he tirado cinco años de mi vida rapeando sobre unas cosas que luego tú vienes a mi concierto, me escuchas como canto en directo y dices ‘wau’, pues claro que llevamos autotune, para que suene como deben sonar las canciones”.
Cree que gracias a mostrarse tal y como es, a no tener ningún miedo de experimentar con la voz y a hacer gala de su sensibilidad en las letras ha contribuido a eliminar prejuicios y abrir un camino por el que las nuevas generaciones pueden transitar sin temor a las críticas provenientes de los sectores más rancios: “lo que hago es ser fiel conmigo mismo al 100%, mostrar sin miedos lo que yo quiero contar y enseñárselo a mi público. Y creo que gracias a que artistas como yo y como otros que nos mostramos sin miedo, o que entonamos, chavales a los que les dicen que es un maricón en su barrio porque no habla de drogas y de estar en el parque bebiendo litronas no tienen miedo a cantar R&B, por ejemplo. Lo que uno hace tiene una repercusión en su público y en su fanbase y si la gente ve que hago las cosas de corazón y que no tengo miedo a hacerlo se va a animar más a hacerlo”.
El zambullirse de lleno en nuevos géneros y el arriesgar constituyen para él la base para que el paisaje artístico no pare crecer: “siento en mi vida que tengo que representar esa figura de hacer cosas nuevas y probar sonidos para que otros vengan y prueben porque así la escena será más rica y crecerá. Hay mucha gente en España que se la juega y da lo mejor de sí mismo para que esto evolucione si no seguiría pasando en este país lo que pasaba hace 10 años”.
El amor, al igual que está presente en todos nosotros, es también uno de los motivos que palpita alrededor de toda su obra desde múltiples puntos de vista por lo queme pareció interesante preguntarle qué es lo que ha aprendido Jorge sobre el amor a sus 26 años. “Lo que realmente he aprendido sobre el amor es que es muy complejo. Y lo más importante que he aprendido de él es la humildad que hay que tener, cuando te das cuenta del amor que me da la gente, sean mis fans o la gente que me quiere y me idolatra. Ese amor que sé que es cercano, aunque ni me conozcan, me ha enseñado a que debo ser humilde y dar gracias por lo que tengo y por lo que soy. También me ha enseñado respeto y el quererse a uno mismo, no tener miedo y el hacer lo que a cada uno le dé la gana. No hay un amor más grande por ti mismo que hacer lo que realmente quieres hacer. Lo más bonito del amor es el conocerse a uno mismo y el aprender lo bonito de la vida”.
Fiel a sí mismo y a lo que siente en cada momento. Recycled J es versatilidad, corazón, falta absoluta de prejuicios y hambre por experimentar, características que demuestran sobre todo el amor tan sincero que siente por la música. Aquella pasión por la que lleva apostando toda su vida, y con la que ha logrado ascender hasta convertirse en uno de los rostros más carismáticos y polifacéticos de la escena.