En los últimos años son contadas las ocasiones en las que, al ponerme frente a un artista, me he visto absorbida por la naturalidad y la buena onda que genera su presencia. Y una de esas veces ha sido sin duda frente a Khea. A golpe de cercanía, el argentino logra romper en un instante el mito de trapero altivo, algo que contrasta con los números que maneja. Con tan solo 20 años se ha convertido en el primer artista latino en fichar por Interescope y será el representante de Argentina en el próximo Rolling Loud. Unas hazañas a las que respaldan números como los cosechados con ‘Loca’, un tema que acumula la friolera de casi quinientos millones de visitas. Cada tema que publica se convierte en un éxito inmediato. El último de ellos, ‘Ayer me llamó mi ex’, es ya single de oro en España y con él ha conseguido meterse en el bolsillo hasta a aquellos que le miraban con recelo hasta el momento. Pese al vértigo de los datos de todo aquello que le rodea, Khea asegura haber dejado a un lado la rebeldía para volverse un tipo tranquilo.

Afirma que autosuperarse es para él un continuo reto, se considera un «fanático enfermo del anime», y confiesa que le gusta dormir demasiado. Y entre sueño y sueño saca todo el tiempo que puede para cuidar a sus animales, su otra gran pasión además de la música. En casa tengo 13 animales, tengo prácticamente una selva acá. 8 perros, 5 gatos… Por suerte tienen espacio y pueden hacer y romper todo. Me encantan los animales. Quiero un gato montés, y en algún momento si puedo un tigre o un león, o tener una reserva con animales que puedan estar libres todos. Pero bueno, para eso se necesitan muchas cosas”.

Confiesa que el confinamiento que está viviendo actualmente le ha ayudado a hacer introspección, a recuperar algunos valores que había relegado a un segundo plano a consecuencia de estar metido estos últimos años en una pequeña burbuja. Consciente de estar en una situación privilegiada ante el escenario mundial que tenemos delante, el artista repite hasta la saciedad la necesidad que tiene de ayudar a cambiar cosas, ya no solo a nivel musical sino a nivel social. Generar cosas, dejar huellas en el mundo, esas son las metas que más motivan hoy en día al artista. “Me hace mal y me angustia mucho ver que están pasando muchas cosas en el mundo, en muchos países y que el gobierno realmente no aporta nada y te ponen informaciones en la tele que no sabes ni siquiera si son verdad para tapar la realidad. Eso viene pasando hace un montón, no es nada nuevo, pero nunca está mal recordarlo”.  No todo en el trap es ir de tipo duro. Los tiempos han cambiado y a tenor de representantes como Khea, los artistas también.

Fotografía: @franco.puente

 

RECONDUCIENDO LA INDUSTRIA MUSICAL, APOSTANDO POR LOS ARTISTAS DESDE OTRO PRISMA

Si algo ha quedado patente gracias a la nueva oleada de jóvenes artistas latinos es que el modus operandi de la industria musical está desfasado. No es nada nuevo, quedaron rezagados hace años, sin embargo es ahora cuando esta nueva escuela le ha sacado los colores. A la industria musical le hemos enseñado que nadie tiene la bola de cristal, que no hay fórmula, que podemos hacerlo con buenas ideas, teniendo un talento y sabiendo acompañarlo. Les hemos enseñado que estando solo se pueden generar muchas cosas. Acá en Argentina salimos de la nada, con producciones de vídeo hechas por nosotros, todo distribuido por nosotros. La industria llegó después. Metimos números que hay gente que no mete en muchos años ni con un sello. Y esto te lo dice un artista que está firmado por un sello. Los movimientos cuando se tienen que dar se dan, en el momento justo y con la gente que se tiene que dar”.

“A la industria musical le hemos enseñado que nadie tiene la bola de cristal, que no hay fórmula, que podemos hacerlo con buenas ideas, teniendo un talento y sabiendo acompañarlo. Les hemos enseñado que estando solo se pueden generar muchas cosas”

Huyendo de la idea de discográfica imperante Khea ha decidido aportar su granito de arena creando un sello que siente que nace de la unión entre deseo y necesidad. Su objetivo es dar support a artistas con vocación de permanecer en el tiempo. “El sello es un deseo de mostrar y cambiar cosas e ideologías de trabajo que se vienen planteando en la industria de la música y plantear nuevas formas de trabajar. Es un deseo de demostrar nuevos talentos y dar apoyo a artistas que no encuentran la manera. Me encanta la música y el arte y me gusta ver a gente con talento que tiene ganas de trabajar su carrera a largo plazo y no algo momentáneo del ahora, que sea realmente algo que quede y que sea música que pueda pasar de generación en generación. Eso es lo que más me encanta de un artista, que pueda estar vigente en diferentes generaciones”.

Consciente de que, como bien dice él, “el que mucho abarca, poco aprieta”, el argentino ha decidido comenzar esta nueva andadura con pocos artistas, adoptando un rol de líder más que la de jefe. “Está bueno primero establecerse bien, buscarle la forma y después si vemos que estamos plantados empezar a recolectar. Quiero hacer todo desde la reflexión, que sea justo, que estemos todos contentos. Eso conlleva un trabajo, delegar… Nunca me pongo en posición de jefe, es como que me gusta más ser un líder. La diferencia entre líder y jefe es que el jefe te dice lo que hay que hacer pero no te lo muestra y el líder te dice lo que hay que hacer mostrándotelo con el ejemplo. Trato de llevar la casaca de líder siempre. Trato de buscar la gente adecuada, yo solo nunca voy a poder por todo lo que pasa en mi vida. Quiero generar bases sólidas para que nunca más se caigan”.

 

ENTRE EL AMOR A LA POESÍA CLÁSICA Y EL ODIO A CUPIDO

Cada vez más lejos de las redes sociales, algo que achaca el propio artista a un proceso de madurez, Khea prefiere poner toda la carne en el asador en sus canciones. Son muchas las voces que afirman que Khea es uno de los artistas que mejor cantan al amor. “No se si para mí son mis mejores canciones pero las que más le gustan a la gente son de amor o desamor. El corazón roto me hace escribir canciones que transmiten. Odio a Cupido, lo tengo entre ceja y ceja. ¡Fuck Cupido!.

De una mala jugada de Cupido nació precisamente el tema ‘Ayer me llamó mi ex’, un single en el que, lejos de prejuicios, nos muestra su lado mas bachatero. “Este tema surgió porque estaba con mi mamá escuchando Romeo Santos y dije `voy a hace una bachata´. Si no hubiera estado mi mamá escuchando Romeo Santos ni se me habría pasado por la cabeza, son momentos claves en los que se conecta algo. El guitarrista del tema es el primo de Romeo Santos, guitarrista de Aventura. Muy duro. Le metimos prestigio al tema. Con esta canción no sabía lo que iba a pasar, dije la gente o me mata y dice ¿qué quisiste hacer? o pasa lo que pasó. A la gente le gustó mucho, se sintió muy representada. Conté una historia personal pero a la vez universal, ¿a quién no le ha pasado lo que cuento ahí?”.

Tan personal que la gente, ávida por buscar motivaciones en vidas ajenas, calificó el tema como una respuesta al ‘Mamichula’ de Trueno y Nicki. Especulaciones sin fundamento. Cosas de la gente. Lo escribí en Febrero o Marzo, es imposible que sea una contestación. Entiendo que la gente igual se lo pregunte pero la realidad es que lo iba a sacar antes pero no pude por tema de cuarentena y vídeo, y salió con la fecha programada”.

Hace poco Khea utilizaba en redes sociales un término cuanto menos llamativo, “Poesía Callejera 2020”, para referirse a las letras que desde hace tiempo lleva haciendo suyas parte de una generación. Callejero es un término que siempre ha ido unido a ciertos géneros musicales y pese a que a Khea le motiva, le gustaría con el tiempo dar un paso más allá. “El rap, trap, reggaetón, tienen todos un poco de poesía callejera. Hay algunos que suenan un poco repetitivos pero hay gente que realmente sabe arreglárselas para hacer que suene como una poesía pero con jerga callejera, eso es lo que me gusta a mí de este género. Yo tengo versos que aún no saqué y que quiero mostrar como evolución. Entiendo la poesía callejera pero a mí me encantaría escribir como las poesías más famosas, la histórica. Me encantaría escribir versos más rebuscados aunque la poesía callejera también está muy buena. Son poesías distintas”.

 

AGRADECIDO CON LA ESCENA ESPAÑOLA

Seguramente te hayas preguntado en alguna ocasión si cuando un artista está ofreciendo su música al público lo hace al límite de sus capacidades o intentando adaptarse a lo que el público demanda, a lo que éste pueda llegar a entender. Ante la escena actual Khea cree que existe una necesidad intrínseca en los artistas de entrenar poco a poco el oído del público para que puedan entender su trabajo. Los artistas van en este caso un paso por delante. Siento que tenemos mucho material para sacar que la gente no está preparada para escuchar. Hay que entrenar el oído de la gente, preparar, sacar cosas de a poco, que vayan evolucionando de a poco. Hoy en día estamos trayendo propuestas distintas que la gente va entendiendo de a poco, si le tiras toda la carne en el asador de una se genera mucho caos. El cambio y la evolución musical es de a poco, por más que nosotros estemos adelantarlos, por decirlo de algún modo”.

“Yo escucho acá con los pibes Rels B, Kidd Keo, C. Tangana, Yung Beef, Kaydy,.. Los escuchamos de antes de yo sacar música. Estoy seguro de que ellos nos dieron de alguna forma la energía necesaria, nos transmitieron el mensaje de que se podía hacer»

Un cambio que en la escena latina viene de mano de nombres ya consagrados y de otros que llegan pisando fuerte. Lucho, Asan, Peke77 o Bizarrap son algunos de los nombres que han atrapado la atención del artista. A este último Khea muestra precisamente todos sus respetos por “usar su plataforma para enseñar artistas nuevos, me parece increíble eso”. Un artista al que respeta además como productor, al igual que a otros tantos que son en muchos casos la tecla clave tras el éxito de muchos temas. “Hay casos de artistas que ni siquiera componen sus canciones, ahí ya se le quita un poco de mérito al artista más allá de que lo pueda interpretar bien. Pero en casos donde el compositor es el propio artista y el productor es el que acompaña al artista y se pueden complementar para mí están 50/50, no hay que sacar el mérito a los productores. Hay muchos temas que si no hubiese sido ese productor no hubiese sido lo mismo. Una idea que tiene tan clara con el hecho de que la unión de todos ellos hace la fuerza. Somos un género que nadie lo hizo solo realmente, hay pilares fundamentales y hay que seguir apoyando a los nuevos artistas y entender que acá estamos tirando todos hacia un mismo lado.

La confluencia de estas nuevas generaciones de músicos ha pasado de lo local a lo internacional de manera drástica. Solo así se entiende que la escena española haya sido motor para artistas de la talla de Khea. Conozco la escena española. Yo escucho acá con los pibes Rels B, Kidd Keo, C. Tangana, Yung Beef, Kaydy,.. Los escuchamos de antes de yo sacar música. Estoy seguro de que ellos nos dieron de alguna forma la energía necesaria, nos transmitieron el mensaje de que se podía hacer, ellos lo estaban haciendo. Ellos fueron hincapié fundamental no sé si para mi personalmente o para la escena argentina en general, es muy valioso que hayan hecho lo que hicieron y que lo hicieran antes. Eso se valora un montón.

 

LIDIANDO CON LA PARTE OSCURA DE LA FAMA

Hay determinadas cosas que el público vive con cierta naturalidad sin ser conscientes de la cruz que supone para los personajes públicos a los que tanto admiran. Una de esas cosas es la fama, una compañera de viaje que, siendo tan solo un crío, sumió durante un tiempo a Khea en cierta oscuridad. Pese a todo Khea confiesa que de todos los males que acompañan a los artistas, la fama puede que sea el menor de ellos “Si ahora digo que la fama me molesta y odio la fama sería un hipócrita, si no me gustara me habría quedado en mi casa haciendo música para mí. La fama no es algo que me moleste, hay cosas mucho peores que vienen después que te viene la fama y la plata, cosas que pasan internamente y que la gente no ve. Esas duelen mucho más que la fama. Me he cruzado con gente peor que la fama en mi vida, mi carrera, gente que me ha hecho cosas muy malas. Con todo lo que me hicieron podría haber sido una persona muy mala y gracias a la gente que tuve al lado y a como me manejo, a mi familia, te puedo hablar desde esta perspectiva. Al principio fue cuando más sufrí la fama, fue cuando menos gente tuve alrededor, cuando era más chico. Fui creciendo y me fui dando cuenta de que necesitaba apoyo porque todo a mi alrededor era oscuro, y me fui haciendo rayos de luces a mí mismo diciendo “che, aquí hay algo mal”. Había perdido la conexión con mis amigos, con mi familia. Me di cuenta de que algo andaba mal, y algo se me iluminó y pude salir de esa oscuridad. Hoy te puedo hablar de que estoy rodeado de gente hermosa y estoy laborando como quiero, cómodo”.


 

MÁS CERCA DE SACAR SU PRIMER DISCO, LLENANDO DE ENERGÍA SUS SHOWS

El público es tremendamente exigente, quizá esa sea una de las razones por las que la gente pone la mirada en la carrera de Khea cuestionando que, hasta la fecha, no cuente con un trabajo editado. Podía haberlo hecho mucho antes, sin embargo el artista cree que no se han dado las circunstancias aún para lanzarse a la aventura, razón por la que su exitosa ‘Trapicheo Mixtape’ no se ofreciera como disco. Siento que el disco para un artista es algo muy especial, hay artistas que lo sienten y les llega antes y otros como a mí que nos llega después. Hoy a nivel personal creo que estoy preparado para encarar un discoAntes sentía que me faltaban vivencias separa contar, por eso no quería sacar un disco. Sentía que me faltaba algo. No es que mi música y mis temas no cuenten todo lo que vivo, pero son ideas que no llevan una línea”.

«Siento que tenemos mucho material para sacar que la gente no está preparada para escuchar. Hay que entrenar el oído de la gente, preparar, sacar cosas de a poco, que vayan evolucionando de a poco»

Si hay algo en lo que coinciden todos aquellos que han vivido un concierto de Khea en directo es en la capacidad del artista para hacer de sus shows auténticos espectáculos. La palabra conexión es la que mejor define la simbiosis que se produce cada vez que Khea pisa la tarima. “Mis shows se pican. Hay algo que me pasa antes de salir al escenario. Imagínate como si un rayo de luz se metiera por mi cuerpo llenándolo de energía y explotara cuando salgo al escenario. No me gusta decir que no soy yo, pero me ocurre algo extraño. Es como en la película Avatar que se conectan a los animales, a mí me pasa algo así con la gente sea cual sea el lugar en el que esté. Entro con una energía tremenda y trato de mantenerla e ir subiendo esa energía a medida que va pasando el show. No me gusta bajarla. El año pasado tuve una gira europea. Fui a tocar a sitios donde la gente no me conocía, yo no hablo inglés, no me podía comunicar con la gente pero la gente se volvía loca igual. En Suecia, Polonia, Dinamarca, Ibiza… La música es universal y depende mucho de la energía que le pongas”.


 

2020, EL AÑO DEL GÉNESIS DE KHEA

Puede resultar curioso que con tan solo veinte años, y llevando unos tres en el mundo música, un artista sienta la necesidad de vivir un nuevo génesis. Sin embargo es lo que le ha pedido el cuerpo a Khea este año. “2020 fue en año muy bueno para mí. Creo que está siendo el principio de algo, de un nuevo comienzo, de un génesis. 2020 creo que es el génesis de Khea. Pasé muchas cosas en mi carrera por más que haya sido muy poco tiempo. Siento que hoy estoy en una posición bastante equilibrada en todos los sentidos, tanto emocional como personal, y siento que estamos haciendo las cosas bien con mi equipo y mis amigos. Creo que estamos bien encaminados y que este año sirvió para afianzarse y pisar fuerte”.

Quién sabe si será este año el que le lleve a cumplir su sueño de llegar a Japón, su deseo de meterse más profundamente dentro de la sociedad e intentar cambiarla a través de su sello, a través de esas escuelas de música que siempre ha soñado crear. Como bien dice Khea “a pesar de que la vida es corta, en algún aspecto también es larga”. Esperemos que tan larga como para verle vivir un nuevo génesis cada vez que lo necesite. Quedan aún muchas páginas en blanco para seguir escribiendo su biblia. La historia sigue estando en sus manos.