Abhir Hathi venía a la conquista de 2021 y lo ha superado con creces. El ambicioso proyecto que acaba de ver la luz es otro hito dentro del legado canario que está marcando una era dentro de nuestro panorama musical. ‘Lazos y Nudos’ es el álbum con el que Abhir Hathi confirma que es uno de los artistas más en forma del R&B nacional y que la expectación que ha marcado a este proyecto va a estar asegurada (y merecida) durante toda su carrera: “El hype yo creo que nace del apoyo de mis amigos, principalmente. Porque sí que es verdad que a los medios les han gustado mucho los adelantos, o al menos yo lo siento así, yo me siento arropado, pero yo creo que, aparte de eso, viene por los colegas, que han hecho duras declaraciones en redes sociales. Veía a Choco o a Cruzzi hablando del disco y era como ‘buah, mierda, realmente les gusta’”.

Sin duda, algo que las expectativas de la cercanía de su salida no consiguieron fue que el artista no liberara su proyecto hasta tener el resultado deseado (y menos en un álbum debut). “No he cogido ninguna sesión con miedo, no he cogido ninguna sesión con inseguridad o con necesidad de satisfacer a la peña, pero sí que he cogido estos últimos tres meses con un poco de agobio, porque el momento más importante para mí de este disco fue mandarlo a distribución, a plataformas de streaming. En ese momento yo llevo diez meses currando en el álbum, diez meses esperando que, en ese momento, cuando lo mando, sentirme cien por cien a gusto con todo. Si no me daba tiempo a hacer una cosa, o a quitar una cosa o a pulir una cosa, me iba a doler un montón, y llegué a ese punto como quería. Gracias aquí Kiddo, que apretó mucho conmigo al final, a Phynx, que apretó mucho conmigo al final, a Choco que me mandó la guitarra de ‘Una Bala Con Mi Nombre’ perfeccionada, porque había un par de cosas que quería cambiar y me la mandó tres horas antes de mandar a master. Llegué a ese punto súper tranquilo, y sabiendo que fuera como fuera la crítica y las opiniones, yo iba a estar tranquilo«.

El artista canario de ascendencia india está más cerca que nunca de un R&B sin ataduras, donde prima el mensaje y donde, a partir de varios géneros, consigue crear desde su perspectiva personal un imaginario de las relaciones afectivas que, en la mayoría de las ocasiones, son la mayor fuente de inspiración en su música. Abhir Hathi ha demostrado estar en forma y tener el conjunto de aptitudes para ser una de las mayores apuestas de 2021 (no solo lo dicen Los Xavales). Su talento ya forma parte del boom canario al que hemos asistido en los últimos años.

Fotografía: @madkidmontes

Pero no todo es el potencial del artista: la música de Abhir compone todo un cosmos de referencias que avala que para hacer buena música hay que escuchar música. La inspiración de otros artistas puede ayudar incluso a la hora de elaborar el tracklist: “Me han influenciado mucho a la hora de escribir ‘Fuck the World’, de Brent Faiyaz, ‘Partymobile’ de PartyNextDoor, ‘Blonde’ de Frank Ocean, y en los cambios de moods me gustó mucho fijarme en ‘good kid, m.A.A.d city’ porque, aunque mi álbum no sea un álbum de relato, tiene muchos moods. Tiene una tracklist muy variado y me hizo sentir que estaba bien hacer los tracks cuatro, cinco, seis, siete y ocho uno tras otro, que son cinco canciones que no tienen nada que ver, y ese disco de Kendrick Lamar me hizo sentir que estaba bien”. En el panorama nacional, aunque no puede señalar a alguien en concreto, sí que destaca la influencia de sus cercanos: “Kiddo me dijo una cosa que me gustó mucho sobre ‘Habibi’. Me dijo que era como el Mi Isla’ de Cruzzi, que para mí es la mejor canción de ‘Moonlight922’, y ‘Habibi’ cumple la misma función que ‘Mi Isla’. Entonces, no me influencié por ‘Moonlight’, pero sí es verdad que todo el equipo está aquí. Incluso yo escribí en ‘Moonlight’ y Cruzzi escribe en dos canciones de ‘Lazos y Nudos’”.

Si seguimos a Abhir desde hace tiempo, recordamos al artista por su dominio del inglés y el español al estilo A. Chal o Paloma Mami. Sin embargo, especialmente desde la etapa de ‘Marea Baja’ hasta el presente, el artista se ha centrado cada vez más en potenciar el uso del español. Lo que quiero hacer con la música es formar parte de la vida de la peña, o sea, no quiero hacer una música de entretenimiento o para cuando estás en el club, sino un disco que te acompañe en tu vida. Creo que para acompañar a la gente, algo más cercano, se puede escribir en castellano. Sé escribir más íntimo en castellano: mi vida la vivo en castellano, y para para que la peña pueda vivir eso, como yo vivo los discos de los artistas que me gustan, lo más coherente es hacerlo así. Pero también te digo, no lo he controlado. Cuando estaba escribiendo Puliendo Pakistaní’ y salieron las dos barras en ingles las dejé porque me pareció coherente. Tiene inglés porque fluye, pero, por ejemplo, yo no hubiera metido uno de los versos en ‘Una Balada Con Mi Nombre’ en inglés”.

EL LEGADO DE CANARIAS

Hace ya tiempo que los prefijos 922 y 928 se han convertido en un código de unión de la cultura musical más reciente en Canarias. A partir de temas como ‘BLU’, Abhir se afincaría de lleno en este movimiento con artistas como Cruz Cafuné, Choclock, Ellegas, Indigo Jams o El Secreto. Ahora, se ha consagrado como representante del despertar musical canario y podemos apreciarlo en las letras de su nuevo trabajo. Las islas siempre están representadas, y qué mejor manera que en un grupo que, a la vez que compacto y comprometido en cada proyecto, destaca por la personalidad musical de sus artistas. Esta cohesión en el proceso musical es, sin duda, uno de sus puntos fuertes, pero también más orgánicos, fuera de cualquier elitismo.

“No ha sido algo que hayamos hecho conscientemente, no es algo intencionado. Es súper fluido: yo quedo con mis amigos y hacemos música y la sacamos. También es verdad que el hecho de que Cruzzi esté tan solidificado en el top de lo que está saliendo del país y que él barra tanto para casa, tanto con sus mejores amigos, que somos nosotros, como con otros artistas a los que él también quiere y respeta mucho, hace mucho. Es el que más visibilidad da. Pero luego hay peña como yo, que vengo y le digo: ‘mira, 922-928, yo soy el 928, ¿saben? Yo soy de Gran Canaria, soy de la isla vecina y yo también estoy apostando por esto y lo estoy haciendo con la misma intención’. Entonces es una cosa de compartir la forma de hacer las cosas y de compartir la forma de ver la música, creo que eso es muy bonito. También te digo, todo lo del 922-928 no somos ocho o nueve chicos, somos todos. Maikel también, We$t Dubai también, los que salieron ahora con Cruzzi, Unidad 0, también. Lo somos todos realmente, pero sí que es verdad que los que empezaron a sacar ese prefijo adelante fueron Cruzzi y Choclock, y luego Dawaira, Abhir, Kiddo… todos nos hemos juntado en los últimos tres o cuatro años, y es como ir a comer con mis colegas, hacer música y sacarla. Sale algo muy natural. No hay un masterplan detrás, estamos fluyendo”.

Hablamos de una visión de la música en la que todos se ven beneficiados y solo hay que verlo en los créditos de proyectos como ‘Bruno’, ‘DABBIW’, ‘Moonlight922’ o ‘Marea Baja’, trabajos que tienen mucha gente en sus créditos, con las letras, o en la producción, más allá del papel de beatmaker, y así ha ocurrido en este LP: sin los niños de Canarias no habría disco. Habría canciones, pero no habría un proyecto sólido, por así decirlo. No habría una historia, porque yo puedo escribir canciones, pero para contar una historia, hacerlo con un grupo de personas que te entienden y que apuestan por ti hace que todo sea más rico. Ellos me han dado mucha dirección: Kiddo me ha dado mucha dirección, o Choco; lo gracioso con él es que desde ‘Marea Baja’ no ha salido una canción que no sea de Choco, todas son de Choco, menos ‘Sacrificios’, ‘Puliendo’, ‘Big Dawg’ y alguna más en este disco, toda mi carrera es de Choco. Para hacer un step up, para hacer una subida que yo quiero que se note y dejar de sentir que me estoy encontrando, para sentir y transmitir que me encontré, y que esta soy yo en ‘Lazos y Nudos’, me hacía falta esa infraestructura creativa, porque sin ellos no estaría. La única persona que produce ese disco que no sean ellos es Phynx, que es mi hermano y le amo, pero con él hubiera salido otra cosa distinta. Ellos son la base de mi proyecto y somos interdependientes. Es decir, estoy seguro de que yo también tengo mi porcentaje es sus carreras, aunque a lo mejor no sea tan grande lo que yo aporto a Choco, porque él es muy autogestionado, o Kiddo, creo que sí que tengo mi pequeño peso y mis pequeñas acciones en todo esto que está pasando, pero los productores en mi carrera son todo, sin excepción». Desde luego, lo canario y la masa de artistas con verdadero carisma que está conectando se están convirtiendo en algo sin parangón a nivel nacional.

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ENTRE LA LETRA Y LA VOZ DEL ARTISTA

Pisando más fuerte con cada proyecto, era cuestión de tiempo que se convirtiera en otro diamante en la cima de la escena canaria. Esta conexión es la constatación de que rodearse de un buen equipo es sinónimo de calidad, y el don, la voz y las letras de Abhir tienen parte de culpa. Con la publicación en 2019 de ‘Marea Baja’ Abhir ya cosechó el renombre al que estaba destinado. La calma que supone el EP en la carrera del artista se siente como el encuentro con su voz musical, con un sonido y unas letras que le catapultan a la conexión con el público. Pero, proyectos personales aparte, ha sabido ganarse el favor del público también en colaboraciones como ‘Tentaciones’, de ‘Moonlight 922’. Pero su labor no queda aquí. También aparece como compositor en temas tan introspectivos como ‘En Bajo Perfil’.

Y es que la faceta de Abhir como compositor le ha merecido un gran reconocimiento que le llevan a expandir su carrera en diferentes vías. Así nos habla de las partes del proceso musical que más disfruta, partiendo de la composición: Mi sensación preferida del mundo es cuando me voy del estudio y termino de escribir la canción. Lo mejor para mí es escribir una canción un día y que se quede así. Como pasó con ‘Habibi’, con ‘Puliendo’ o ‘Rodeos’, que son canciones que pasan en un momento, en quince, veinte o treinta minutos, y que al terminar ya están hechas. Son como golpes de inspiración. Pero sí que es verdad que luego se lo llevo a alguien como Choco, Kiddo o Phynx y flipo en colores, porque crece. Entonces, prefiero la composición, pero te diría que 60-40 o 65-35”.

Tras su EP debut, en 2020 traza su nuevo camino en temas como ‘Sangre’ o ‘Propones’, donde notamos que cada vez le gusta más jugar con su voz y las melodías, o colaboraciones como ‘No Le Bajes’, donde él y Choclock acompañan a Dawaira. Así hasta sus últimas colaboraciones, como en ‘Malaje’, donde forma parte de ‘El Niño’ de Selecta, o en el doble EP de los mexicanos AQUIHAYAQUIHAY, concretamente en el corte ‘OMW’ de ‘:) EP’.

Éxito tras otro, el año de la pandemia estaba dejando mucho tiempo a los artistas para trabajar en su música, y el artista canario no iba a quedarse atrás. La repercusión tras lanzamientos como ‘Reflejos’ o ‘Idioma’ ya olían a la narrativa del recién nacido ‘Lazos y Nudos’, aunque el segundo finalmente quedara fuera: “para mí no está en el mismo punto. ‘Idioma’ es una canción con otra intención. Siento que es una canción bonita, pero no siento que sea ‘Lazos y Nudos’, simplemente”.

Fotografía: @madkidmontes

 

EL MENSAJE EN LA ESTÉTICA Y LO VISUAL

Cada vez queda más patente que el contenido visual y el estilo de un artista son parte de su sello y van de la mano de lo musical. La imagen es uno de sus principales llamativos si echamos un ojo a sus redes sociales o a los cortes visuales del álbum, donde apreciamos que forman un punto de conexión con sus letras: la presentación y la actitud van de la mano. El rollo gánster junto a su escuadrón que desprende el Abhir de ‘Perros’ enfundado en North Face o la introspección en relaciones no superadas en ‘Mil Días’ mientras se luce americana y bolso, más transgresor, prueban que la versatilidad de Abhir no es solo lo que escuchamos. Él puede ser los dos y muchos más, y encajar en diferentes perfiles es algo que pocos artistas del género pueden conseguir.

“’Reflejos’ y ‘Perros’, por ejemplo, son más raperas, y en ‘Perros’ estoy con los pibes en el terreno de lucha canaria, pero luego me lo llevo al otro lado. Ya que estoy con Delaossa y con Recycled, se hacen canciones que son un poquito más consumibles, por así decirlo, más ligeras de escuchar, que en el sonido no cambian tanto, pero es verdad que en el vídeo sí. El vídeo está menos centrado en el playback y el rapeo y está más centrado en ‘pintar cuadros’, por así decirlo. Los vídeos de ‘A Medias Verdades’ y ‘Mil Días’ están hechos (respectivamente) por Héctor Herce y por Ale Garen y Rodrigo de Pablo, y con ellos acordamos hacer algo muy estético, muy bonito, pero con Maker Fly, para los otros dos, acordamos hacer algo muy acorde al tema y muy sincero. Yo visto mucho más como en ‘Reflejos’, pero sí que es verdad que tengo esa faceta más cuidada que sí sale a pasear de vez en cuando, por lo que son momentos, pero sí que es todo bastante fiel a mi personalidad y disfruto ambas cosas”.

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LAZOS Y NUDOS: FORJANDO VÍNCULOS

Abhir Hathi aspira a ser el número uno con letras que sacan lo más profundo sin salir de la cotidianeidad y que se ven muy marcadas por el cambio de estados de ánimo, desde lo delicado hasta barras más sinceras. Todo ello mientras se mueve entre el concepto de “lazo”, lo positivo que te une a la gente, y ese “nudo” que te tiene amarrado a alguien. Así surgen estos conceptos cuando Abhir se encontraba en el ecuador del proyecto: “porque los lazos son una cosa que menciono mucho en el disco, pero que yo no me había dado cuenta. En ‘Rodeos’ digo ‘lazos’, obviamente el ‘Lazos y Nudos’ digo ‘lazos’, en ‘Reflejos’, ‘lazos’, ‘A Medias Verdades’, ‘lazos’, ‘Perros’, ‘lazos’. Y no fue a raíz de esto, pero sí es verdad que tenía ese ‘lazo’ ahí, como muy bonito, porque a mi me gusta mucho, y hay una barra en ‘A Medias Verdades’ que digo: ‘nos distanciamos, lazos de amor que se vuelven nudos’, y eso me gustó mucho, y dije: ‘creo que esto engloba muy bien todo lo que estoy diciendo en el disco’, que es básicamente un trabajo que concentra o que une mis relaciones interpersonales como yo las vivo y mis relaciones amorosas, y con mi familia y con todo: con mi trabajo, con mis amigos, todo. Como la vida de un pibe, básicamente”.

El proceso de configuración del álbum a partir de esa dualidad entre lazos y nudos (a partir de la cual incluso podríamos hacer una clasificación de los tracks) es muy revelador acerca de en qué medida Abhir se exige a sí mismo: “en diciembre lo pensé y dije ‘tío, no le encuentro un fallo, no sé por qué no me convence’. Tengo una tendencia a nunca estar satisfecho, y no es una cosa positiva. No lo considero algo bueno, pero hay muchas veces que no me quedo a gusto con las cosas o con cómo pasa y, bueno, sí que es verdad que hace que siempre tenga hambre, pero me gustaría a veces quedarme más tranquilo. Y aquí empezó ese cambio: recuerdo muy bien cuándo y dónde fue, en el sótano de mi casa de Gran Canaria, se lo tiré a los chicos a ver qué les parecía y les gustaba a todos, menos a mi director creativo, a Maker Fly, hasta que se lo expliqué en enero y me dijo ‘bro, estoy contigo’. Y estoy súper sorprendido porque a la gente desde el eslogan, desde el nombre, les ha enganchado totalmente».

En la narrativa del álbum se respira un gran componente autobiográfico, lleno de tintes pasionales y de escenas que el artista dibuja en nuestra mente: No creo que sea mejor o peor escribir solo o movidas personales, pero sí es verdad que en este disco es todo bastante autobiográfico. Lo que estoy diciendo son cosas que sí que he sentido; sobretodo en ‘Sacrificios’, en ‘Una Bala’, en ‘Puliendo’, están esas sensaciones que yo he tenido, a lo mejor en ese momento o que he guardado y que luego he sacado. Por ejemplo, en ‘Una Bala Con Mi Nombre’ es algo que he mantenido y que he soltado ahora, pero que yo sabía iba a revivir cosas, igual que en ‘Mil Días’.

Muestra su predilección por el concepto de álbum: una intro en toda regla que se hace notar con el bajo, dos interludios y una despedida muy personal. Marcan el camino del disco y encapsulan emociones incluso con más vida que el resto del álbum, que ya de por sí cuenta con un fuerte peso narrativo, a la vez que trazan el camino para que el oyente pueda disfrutarlo: “Hay un vídeo que vi hace poco que decía que el cómo se secuencia un disco puede darle mucha vida o puede matarlo, porque si yo hubiera empezado con ‘Sacrificios’, ‘Puliendo Pakistaní’, ‘Santa Cruz, Interludio’ y ‘Una Bala Con Mi Nombre’ me cargo el disco. Creo que es muy importante cuidar el orden y cómo enlaza una nación con otra para que nunca te aburras o nunca pienses que el disco es monótono. Si te fijas, ‘Habibi’ y ‘Reflejos’, que son como dos canciones que yo creo que tienen similitudes, están distanciadas; ‘Sacrificios’ y ‘Puliendo’, que son dos canciones lentas, también están distanciadas. Es un ejercicio súper importante, y tuvo muchas versiones este tracklist, como cinco o seis”. Un álbum que, a pesar del éxito de los singles, no ha dejado las sorpresas del disco en un segundo lugar: “tenía muchas ganas porque sabía que no había sacado las mejores canciones aún. Creo que hay muchas de las mejores canciones que han salido ahora con el disco”.

Fotografía: @madkidmontes

La intro homónima, ‘Lazos y Nudos’, se entiende como las dudas y las preocupaciones del artista por todos sus vínculos, y la dificultad de diferenciar entre el bueno y el malo (“Dios, ayúdame a distinguir, quién viene conmigo, quién viene a por mí”). Con un bajo que rompe toda la tranquilidad precedente, encontramos a un Abhir más sentencioso que nunca, que se debate entre cómo llevar su carrera como artista y el aprecio al día a día con los suyos. En ‘Habibi’ entramos al ambiente sensual y melódico característico de Abhir y que se intensifica con la percusión. Con la tensión sexual de temas como ‘Idioma’ y con la gravedad que recuerda a ‘Reflejos’, el artista habla del vaivén de la relación, jugando con el sonido de las uñas, que nos transporta a la escena, y con ella como centro de atención. Todo es equilibrio hasta ‘Big Dawg Freestyle’. Frenético de principio a fin, trata temas como el estilo de vida que le avala y la importancia de saber en qué nivel se encuentra: Abhir ya ha llegado al rango de Big Dawg y se encuentra con muchos chuchos que calmar. Lo que sea necesario para proteger sus lazos.

Sin duda, uno de los cortes más vulnerables lo encontramos en ‘Puliendo Pakistaní’, con un acompañamiento visual en 360 en el Parque Natural de Tamadaba. Este R&B lento supone la plasmación más real del universo de Abhir, que va más allá de la conexión física de otros tracks: después de la pasión llegan los problemas del día a día, la inseguridad de no sentirse suficiente y estar a la altura. Toda esa fragilidad que dos personas sienten cuando no pueden sacarse de la cabeza (“y sea más pronto o más tarde, como con todas mis mujeres, abro un punto y final en menos de un par de meses. Fatiga’o, estoy cansao’, estoy dolío’, tengo la esperanza que tú seas punto y seguido”). La señala, junto con los interludios y ‘Sacrificios’, como las canciones en las que mayor libertad tuvo: “Intento ser correcto y luego introducir como libre, que no tiene por qué significar que en los temas correctos soy libre, pero sí que intento adherirme a un patrón que a mí me gusta y que yo disfruto en la música”. Además, nos cuenta las claves del título: “era un miedo sobre cómo yo he dado tanta importancia a una expresión que tengo la certeza de que no se usa en todo el resto del mundo: ‘pulir’, cuando te refieres a desmenuzar un porro. No es un miedo por usarlo y que no se entienda, sino por darle el nombre y el estribillo a una cosa que yo sé que está acompañada de otra cosa que tampoco está especificada, que es ‘pakistaní’, refiriéndome a polen pakistaní, como título del cuarto track. Sí es verdad que por un momento sentí a lo mejor la necesidad de una explicación que al final no di porque es bonito que haya misterio, o cierto nivel de misterio”.

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‘Rodeos’ ya es una declaración de intenciones en toda regla sobre el despegue de la carrera del canario. Para entender este corte es obligada la visita a su videoclip, creado por Maker Fly y Lauren Collins: junto a un arreglo vocal que de por sí ya suena colosal, aparece un Abhir enorme transformado en un ser superior, alguien inalcanzable. El fruto de su trabajo junto a Gese Da O, Kiddo Manteca y Choclock, entre el R&B y el drill, se configura uno de sus mejores temas y de los que más alimentaron la espera del LP. Pero más allá del marco musical, el concepto de ‘lazo’ adquiere en este tema un valor esencial: las cargas del artista se quedan por el camino. A partir de ahora va a romper el lazo con todo aquello que le suponga un obstáculo. Una actitud tajante que se refuerza con el juego de los silencios y un final apoteósico.

Llegamos a su último single, ‘A Medias Verdades’, con Recycled J y Kiddo Manteca. Su sonido marca un punto de inflexión respecto al resto de temas, con un ritmo más bailable, donde el R&B se diluye en una atmósfera entre el deep house y el pop. Ahonda aquí en la importancia de confiar totalmente en alguien y ser precavido antes de ilusionarse (“no me puedo entregar a quien no mata por lazos de amor, no me puedo fiar de nada por encima de mi intuición”). El estribillo es un punto clave en la conexión con el oyente; nos recuerda a ese momento en el que descubrimos una mentira a espaldas del autor (“por medias verdades he roto con un par de personas y aún no lo saben”). La aportación de Recycled J, además de empastar con la suavidad vocal de Abhir, nos lleva a la parte más cruda de la realidad que transmite la canción.

Toda esa confianza en sí mismo que se disuelve en a lo largo del tracklist cristaliza en el descaro de ‘Reflejos’. Abhir marca su terreno y toma una actitud comprensiva, recordándose a sí mismo la importancia de ser asertivo y que, por tanto, las personas de su alrededor lo sean (“ser buena persona con malas personas te deja perdido”). Un trap que destaca por la portentosa entrada de Abhir, el característico juego de sonidos con el gatillo y las copas de vino y, como es natural, manteniendo el emblema de exclusividad para Canarias (“las barras son para el archipiélago como Hiperdino”). Al contrario que el resto de acompañamientos visuales, este desborda naturalidad; más que un videoclip parece una celebración en la que las personas cercanas a Abhir se sienten de una manera diferente a cortes como ‘Perros’, cumpliendo un rol totalmente diferente. Lauren Collins y Maker Fly asumen la dirección del vídeo.

En ‘Sugar Free’ encontramos el primer interludio del LP. Con una duración de apenas 40 segundos, lo erótico va más allá hasta encontrar un carácter más explícitamente sexual acompañado por el pitch mínimo de la voz. Después, la guitarra nos introduce en uno de los temas más íntimos del álbum. Y es que la relación de ‘Una Bala Con Mi Nombre’ entra en una esfera mucho más gánster, con una temática más melancólica, la voz más desgarrada que nunca y un acompañamiento sonoro que bien podría hacernos pensar que el tema forma parte de la BSO de “El Padrino”. Sin duda, el sentimiento llega a desbordar en una canción en la que Abhir se luce como nunca en distintos perfiles, con un sonido muy diferenciado del resto del álbum, en el que habla de sentimientos encontrados, como desquerer lo querido: “a mí me gusta mucho escribir a guitarra, quizás incluso más que con un beat, y Adrián Schäfer (Blurred Mirror), que hace todas las guitarras del disco, me conoce y sabe que me gusta mucho la guitarra nostálgica. A lo mejor es que en hispano o en castellano tenemos la guitarra como más involucrada en el sonido. Me flipa la bossa nova y ese sonido como de algo que se fue, y eso es lo que me transmite siempre él con la guitarra. Y sale automático: la escribí con Ellegas y con Govea en Tarifa, en casa de Choco, y fue súper natural. Hay acordes en la guitarra que valen oro porque te sacan lo que está esperando por salir, y hay guitarristas que tienen ese poder».

Fotografía: @madkidmontes

Llegando al segundo interludio, ‘Santa Cruz’, la guitarra nos transporta a ambiente veraniego, como si Abhir estuviera cantando en una playa al atardecer que provoca que la voz se oiga menos nítida. Consigue un sonido muy orgánico al mismo tiempo que recuerda al papel que juega el paisaje de las islas: la nostalgia, su gente y los recuerdos que encierra el lugar (“llegando a Santa Cruz, pensando en ti, son cosas que no elegí, que no se pueden elegir”). Cuando los artistas canarios salen de su tierra dejan atrás experiencias con las que vuelven a encontrarse cuando regresan al hogar.

‘Mil Días’ nace del trabajo con Delaossa, Kiddo Manteca, Choclock y Blurred Mirror. Inicialmente se presentó en acústico como una colaboración con Blurred Mirror en Pa’ La Cultura Festival en SOBs NYC, pero finalmente también contó con la aportación de Delaossa, como vimos en el videoclip de Alen Galen y Rodrigo de Pablo. La versatilidad de Abhir le permite alternar delicadeza con partes más rapeadas, que son el calentamiento sonoro perfecto para Delaossa, con referencia a ‘Persian Rugs’ de PartyNextDoor incluida.

Se nota un Abhir más calmado desde el inicio, donde explica que ha pasado tiempo, pero no el suficiente. El artista y la otra persona se mueven entre la culpa después de la ruptura, pero la relación no está perdida. Sin duda, una de esas canciones que narran cómo afecta la vida de artista a la vida personal, sobre todo cuando hay que invertir en todos los sentidos, y que se resume en todo lo que pudo haber sido. “Yo creo que es compatible solidificar tu carrera en la música aquí en España mientras tienes pareja. Por ejemplo, si tu pareja entiende lo que es tener un proyecto por el que matas, desde mi punto de vista, es compatible cuando la otra persona puede llegar a sentir eso también, pero no de ‘empatizo con tu proyecto’, sino ‘yo tengo mi proyecto y yo haría lo mismo en tu posición’. Yo creo que el amor va más allá, no es sacrificar; mi prioridad no puede ser una persona, pero no es incompatible con hacer música. Escribí ‘Mil Días’ por algo tan simple como echar a alguien de menos. Dani (Delaossa) sí que hace más referencia a su carrera, creo que es algo que tiene que ver, puede ser la gota que colma el vaso, pero no es lo que la rompe, en mi opinión, desde mi experiencia”.

Si hay un tema que hace saltar las alarmas sobre el talento de Abhir ese es ‘Perros’. Producido por El Secreto, Dawaira (también acreditado en la letra), Choclock y Kiddo Manteca, los ladridos del principio ya anuncian uno de los temas más provocadores del LP, pero sin abandonar el sonido aterciopelado que caracteriza al artista. Su videoclip cala en el alma colectiva que tanto identifica Canarias y que vemos también en visuales como ‘Visión Túnel’ de Cruz Cafuné: siempre rodeados de su familia, de sus ‘perros’, como en el clip dirigido por Will Reyes y Makerfly. Dejando atrás lo que ya no es con imágenes de futuro: su casa, su chica, sus hijos, y el labrador y el gran danés como símbolos de éxito y poder. Todo trazado como un largo camino en el que sabe cómo encajar los golpes para llegar a ser el número uno y donde ya empieza a notarse el respeto que el público le merece (“Hasta que no sea el numero 1 no voy a poder frenar, ya se respira, pero se sabrá”). Abhir ya se considera –y con motivos– un verdadero big dawg, aclarando cuál es su nivel y dejando pistas tanto del freestyle como del concepto del álbum: “brindemos, que los lazos siguen sólidos”.

Nos despedimos con una outro que supera los cinco minutos y medio. ‘Sacrificios’ reúne toda la inspiración del álbum a modo de verdadera conclusión: las escenas cotidianas, referencias canarias como el agua de Firgas, la hospitalidad del 922-928 y sus pretensiones de ayudar a los que están empezando. Es como si el camino de Abhir estuviera lleno de personas que aparecen a lo largo de los años.

Yo me guardo esas cosas: yo las siento y las hago, y no tengo por qué darle explicaciones a nadie, es mi música. En ‘Sacrificios’ incluso hago un montón de name dropping. A mí me gusta mucho eso y cuando los artistas lo hacen, yo luego como que lo hago mío. Por ejemplo, Travis Scott, de su disco ‘Astroworld’, mi canción preferida es la más íntima, que es la outro y se llama ‘Coffee Bean’. Me flipa porque me imagino esa historia en mi vida y me encanta hacer de las historias de los demás historias mías. Pero luego hay temas como ‘Habibi’ o ‘Big Dawg’, que son más generalistas, pero sí que están inspiradas por momentos de mi vida. Es un equilibrio, pero es muy personal este disco. No creo que siempre sea así, porque también me gusta escribir para pasármelo bien”.

El artista se encarga de que todo el mundo vea lo que va a conseguir y todo lo que hay detrás: sus seres queridos, los puntos de inflexión en su vida y la de sus compañeros, con esas “conversaciones dentro de un coche aparcado” que podrían ser un género en sí mismo. Todo se resume a lo que le ha llevado hasta aquí: sacrificios. Lo que necesita hoy un artista para crear un proyecto de calidad es la aptitud, un buen equipo y calar en el público. Abhir Hathi, con un proyecto y un equipo de calidad, ha conseguido calar hondo en el público: su música ha trazado verdaderos lazos con el oyente.