Llegaba hace dos viernes a nuestros cines el film, Birds of Prey, firmado por la mano de Cathy Yan, directora china que se estrenaba con su primer largometraje bajo producción yankee. Lamentablemente nuestro estreno está de alguna manera relacionado con la basura audiovisual llamada película Suicide Squad (2016) en donde se recluta y se nos muestra en la gran pantalla por primera vez a Harley Quinn, el único personaje con algo de humor y vida que brilla agonizante entre tanto escuadrón, tanto suicida y tanta mediocridad de guion con un montón de super-machotes-villanos aburridos.

Pese al mal precedente, hemos querido cubrir su estreno confiados en que, en ningún caso, podía ser peor, y evidentemente no lo ha sido, aunque viendo las malas cifras de recaudación de Aves de Presa en su primer fin de semana en Estados Unidos, parece que mucha gente aún desconfía al asociar ambas cintas y temen que les vuelvan a engañar. Nosotros nos arriesgamos y el resultado fue una peli de acción predecible pero entretenida, con estética videoclip, colorida, empoderada al extremo y que sin inventar nada nuevo en el género tampoco lo maltrata. Vamos, que se puede ver sin demasiado esfuerzo y luego se puede olvidar con la misma facilidad.      

ÚLTIMA HORA: PINCHAZO EN DC. FANTABULOSA HOSTIA EN TAQUILLA EN EE.UU.

No deja de ser curioso que el estreno de Birds of Prey (And the Fantabulous Emancipation of Harley Quinn) coincida con el mismo fin de semana en que se celebra la gala de los Oscar en su Edición 92, ceremonia en la que Joaquin Phoenix ha ganado la estatuilla por su interpretación de Joker (Todd Philips, 2019), personaje de DC que curiosamente también es el crush (bueno, lo era) de la protagonista de la cinta que nos trae hoy aquí, Harley Quinn, la psicóloga y ex amante del payaso interpretada por Margot Robbie, que además es co-productora de la película y que también se ha sentado en el Dolby Theatre de Los Angeles, nominada como mejor actriz secundaria por otro trabajo, Bombshell (Jay Roach, 2019). Pero algo no ha funcionado, o por lo menos de momento, algo no ha fluido con el money, y eso que, llegábamos hasta el estreno con una campaña de promoción muy agresiva, en televisión, marquesinas de autobús, entrevistas en late nights shows, y las últimas semanas miraras donde miraras, allí te encontrabas con Harley, su hiena y las heroínas que la acompañan en esta historia. Y eso genera desconfianza en un público acostumbrado a asociar demasiada promo previa con un producto final mediocre.      

Y es que, poner la fecha de la première tan cercana a la fiesta de culto del cine norteamericano, aunque les pareciese divertido a los de marketing, puede que no haya sido la mejor idea. Porque quizá sea eso lo que ha boicoteado sin querer la recaudación (que tanto importa en los despachos de la industria) en el primer fin de semana, que por las noticias que se leen, ha resultado inferior a las expectativas puestas en ella, vamos, que ha sido el peor estreno para DC en recaudación en taquilla de EE.UU el primer fin de semana de los últimos diez años, llegando a recaudar solo 33,4 millones de dólares de los 50 o 60 que esperaban conseguir. El hecho de coincidir en cartelera con otras películas que sí estaban nominadas a la estatuilla, ha podido ser un handicap para Aves de Presa, que podría haberse visto relegada como opción principal por los espectadores y rezagados quinielistas de los Oscar, ante títulos que han levantado expectación en los últimos meses como la triunfadora surcoreana de la noche en Hollywood, Parásitos (Bong Joon-hoo), 1917 (Sam Mendes), Jojo Rabbit (Taika Waititi) o la propia El escándalo (Bombshell) entre otras. De hecho, en los Cines Yelmo Ideal de Madrid nos confirmaron que, de todas las sesiones y cintas proyectadas del sábado noche, la única que no se había llenado fue la peli de la que escribo hoy. Pero antes de analizarla conozcamos a sus protagonistas para entender el contexto que nos trae hasta aquí.

HARLEY QUINN vs MARGOT ROBBIE

Se podría decir que Margot le debe mucho a Harley y viceversa, y que de algún modo ambos personajes, el real y el ficticio, tienen puntos concretos de cierto paralelismo simbólico entre ellas. Ambas son mujeres que han tomado las riendas de su vida, son las dueñas de su propio destino, y las jefas de sus empresas, por encima y lejos del amparo masculino. Se podría decir que nacen casi a la vez, la actriz australiana en 1990 en Queensland, solo un par de años antes de que lo haga su alter ego en la ficción, que es dada a luz en un cómic por primera vez en 1992. Las dos poseen afán emprendedor y dirigen sus pasos en la vida de manera autosuficiente, libres, peleando y ganando respeto y poder en un mundo patriarcal despiadado y adverso. Han elegido construir una carrera, la una en el cine y la otra en los criminales bajos fondos de la ciudad de Gotham.

Margot Robbie empezó como actriz en 2008 en la televisión australiana, en la serie más longeva del país, la mítica Vecinos (Reg Watson) con más de 6.500 episodios y en antena desde 1985. Abandonó la serie en 2011 después de rodar entre medias alguna peli autóctona ni siquiera digna de mención, para incorporarse ese mismo año a otra serie esta vez de producción americana, Pan Am (Jack Orman), donde coincidiría con Christina “Miércoles Adams” Ricci y se acabarían haciendo super amiguis. Un par de años después le llegaría su primer papel en una gran producción, El lobo de Wall Street (Martin Scorsese) donde da vida a Naomi Lapaglia, la mujer de Jordan Belfort, el prota interpretado por Leonardo Di Caprio. Sigue entrando en diferentes producciones donde destaca positivamente y se cuela en el casting de la multi-premiada y oscarizada a mejor guión adaptado, La gran apuesta (Adam McKay, 2015). Al año siguiente, sería la novia de Tarzán en La leyenda de Tarzán (David Yates) y la amante de un Joker que nunca debió existir en una peli que nunca se debió hacer. Escuadrón “idiota” Suicida (David “Error” Ayer, 2016).

Fotografía: Claudette Barius/Warner Bros

Pero sería en 2017, donde por fin, podríamos disfrutar de Margot en su totalidad, dentro de un papel protagonista para ella sola, al meterse en la piel de la polémica y mediática patinadora sobre hielo de los años 90, la estadounidense Tonya Harding, en la cinta Yo, Tonya (Craig Gillespie) basada en hechos reales surrealistas, donde da vida a la controvertida joven de clase obrera que fue capaz de hacer un salto “triple axel” en competición y de verse envuelta a la vez en un violento escándalo contra su contrincante la también americana Nancy Kerrigan, con los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994 como telón de fondo. Una peli maravillosa y recomendable en la que ejerce también como productora con su empresa LuckyChap Entertainment que recaudó cerca de 54 millones de dólares y con una interpretación perfecta que le valió la nominación al Oscar como mejor actriz principal, no lo ganó, se lo arrebató Frances McDormand por Tres anuncios a las afueras (Martin McDonagh), aunque si que lo ganaría su genial compañera de reparto y autoritaria madre en la película Allison Janney, como mejor secundaria. Desde entonces ha tenido una progresión envidiable, alternando títulos en donde ha dado vida entre otras a la reina Isabel I en Maria, reina de Escocia (Josie Rourke, 2018), hasta la actualidad donde se ha juntado a la vez con tres películas en cartelera, una con nominación en Bombshell, haciendo de Sharon Tate en Once Upon a Time in Hollywood de Tarantino y dando de nuevo vida a Harley Quinn en el título que nos reúne aquí, Birds of Prey.

Pero ¿Quién es Harley Quinn? De nombre un juego de palabras con el término “Arlequín” y su parecido sonoro al pronunciarlo con el de nuestra protagonista, Harleen Quinzel. Es un personaje creado por Paul Dini y Bruce Timm, como adversaria del hombre murciélago, apareciendo por primera vez en Batman: La serie animada de 1992. Mas tarde en los cómics de DC en The Batman’s Adventures #12 en 1993. Frecuente cómplice y amante del Joker, a quién conoce mientras trabaja como psiquiatra en el Asilo Arkham, aunque sus orígenes se remontan a una infancia donde destaca como gimnasta lo que le vale una beca para estudiar psiquiatría. Como cotilleo, también se le ha relacionado sentimentalmente con la villana Hiedra Venenosa. Junto a Hiedra y CatWoman forman la pandi malota de Gotham City Sirens. Harley pasó de ser villana a ser anti-heroína en 2011, debido al reinicio de las historias publicadas por DC Comics conocido como The New 52’s (ya que fueron renovadas 52 series).              

ADVERTENCIA: ESTA PELÍCULA PUEDE HERIR LA INEXISTENTE SENSIBILIDAD DE LOS MACHIRULOS

Y así entramos de lleno a analizar lo que hemos visto en poco menos de dos horas, que no deja de ser una peli trepidante, donde no dejan de pasar cosas, aunque esas cosas sean un poco predecibles y la forma de filmarlas ayude a anticipar todo lo que va a suceder a continuación. Su directora Cathy Yan, se estrena en Hollywood después de haber ganado el premio del jurado al Mejor Reparto en Sundance con la producción china, Dead Pigs (2018), ambientada en Shanghai donde la directora tuvo la idea, después de leer la noticia sobre 16.000 cerdos muertos que flotaban en el río Huangpu. En Aves de presa, (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn), pone sobre la mesa un catálogo de estilo cercano al videoclip pop, un chicle rosa mascado por una Riot Grrrl, entre punk y perfect, en un baile psicodélico bañado en purpurina de colores, humo de colores, explosiones de colores, peleas de colores, desollamientos faciales de colores, en definitiva todo, todo en esta película, como cantaban los grandiosos Lole y Manuel en aquella fantabulosa canción… Todo es de color.

Bueno, todo no, la inteligencia de los hombres en el film es oscura y obtusa, aparte de inexistente, vamos, un agujero negro que oye, tampoco dista mucho de la realidad en muchos casos. Seguro que este hecho ha encendido a hordas de haters protestando porque en la peli no existe, y remarco, no existe ningún papel masculino que se salve de ser un pringao que no vale la estúpida vida que respira. ¿Y eso que?, ¿¡A que jode!? Pues ya sabéis chavales, así solo un poquitito por encima, lo que han sentido ellas durante siglos de dominación patriarcal, ahora toca aplaudir, apartarse y dejar solucionar el problema a las heroínas que componen el reparto principal de la historia, porque Harley, no viene sola. A su lado podemos encontrar mujeres que por diferentes razones y desde mundos y motivaciones opuestos acaban luchando juntas contra un enemigo común, en este caso el misógino antagonista Máscara Negra (Ewan McGregor), y si, se suele poner una máscara negra, de ahí el nombre. Lamentablemente sobre el guión, es un personaje tan idiota, que acaba cayendo en lo cómico y la caricatura sin buscarlo, al igual que su mano derecha, Victor Zsasz (Chris Messina), el “sádico del cuchillo”, que por más que intente acojonar mucho mucho, solo consigue el efecto contrario, que me haga mucha mucha gracia, y que junto con el otro pringado de la máscara sumen dos pringados que hacen que el elemento del suspense, necesario para mantener la tensión narrativa en el espectador, desaparezca y por ello en ningún momento del metraje lleguemos a sentir peligro o miedo por lo que pueda pasar a nuestras protagonistas dentro de la trama. Y así, se pierde un poco el interés.

Fotografía: Warner Bros

HOMBRES, ¿QUIÉN LOS NECESITA?

Lo bueno es que para compensar todo esto, tenemos un reparto coral de superheroínas muy divertido y eficaz, que va desde la veterana Rossie Perez en el papel de Reneé Montoya, agente de policía de Gotham apodada “la pregunta” por su eficacia en los interrogatorios (podéis imaginar por qué). Debuta en el papel en 1992 y es una de las primeras caras visibles del movimiento LGTBIQ en el universo DC. Le acompaña Canario Negro (Jurnee Smollett-Bell) de nombre en la ficción Dinah Lance, que apareció por primera vez en un cómic en 1947 siendo el personaje creado mas antiguo del grupo y que es la única de todas con poderes sobrehumanos, ya que emite vibraciones de ultrasonido que le ayudan a reventarlo todo con su “grito canario”. No menos mortífera aunque terrenal es la otra compi de aventura, Cazadora (Mary Elizabeth Winstead), inseparable de su ballesta, da vida en la pantalla a Helena Bertinelli, hija de la típica familia mafiosa, que arrastra el típico pequeño trauma al ver asesinar a toda su familia delante suya a manos de un clan rival.

Y todas unidas a Harley Quinn, deberán encontrar y proteger por diferentes asuntos al personaje que nos falta, la pequeña Cassandra Cain (Ella Jay Basco) que ha sido el personaje que ha creado cierta controversia. En la peli nos muestran a una niña que es una excelente carterista y ladrona, que roba algo que no debe robar y actúa como elemento disparador de todo el follón. Pero parece ser que esto no le ha gustado o por lo menos no del todo a la escritora de los cómics de Birds of Prey, la estadounidense Gail Simone, que ha ido abriendo hilos en twitter, donde viene a decir que, la peli le ha gustado, pero que no entiende el personaje de Cass, en lo que ella ve una oportunidad perdida de haber aprovechado un personaje tan rico en matices, no olvidemos que la Cassandra de cómic nació en DC en 1991 como una de las BatGirl, aunque también es conocida como “Orphan”. Hija de los asesinos David Cain y Lady Shiva, fue educada, entrenada y criada para ser una asesina de élite, es experta en artes marciales y tiene un poder en la batalla que le convierte en casi invencible: bloquear el dolor. Pero la Cassandra de la peli comparada con la Cassandra del cómic, no es mas que una choriza barata infantil y torpona, que entendemos que haya disgustado a su escritora, que hubiera visto mejor, según sus propias palabras, haberle puesto otro nombre al personaje, sin que hubiera cambiado nada.

En definitiva, resumiendo y para terminar, Birds of Prey es una cinta trepidante, en la que se nos empieza contando fugazmente la historia resumida del nacimiento e infancia de Harley Quinn en una curiosa animación, para luego presentar a un montón de personajes y hacer que se junten después todos ell@s en poco menos de dos horas y eso es digno de elogio. Es abiertamente panfletaria, sin que eso tenga que ser algo malo. Si que es una decepción que anteponga descaradamente la forma al fondo, con todos los elementos dispuestos para gustar, pero a veces demasiado obsesionada en aceptarse a ella misma. Con muchas peleas estéticamente cuidadas, acompañadas de una gran B.S.O de Daniel Pemberton y con una selección de canciones tan potentes que harían frenética y delirante cualquier película de Terrence Malick. Destacar también la fotografía a manos de Mathew Libatique, habitual director de foto con Darren Aranofski.

Desde Fleek os animamos a que vayáis a verla al cine y juzguéis por vosotr@s, que no os perdáis la escena post-créditos… y que Future is Female!.