No es rap. No es pop. No es flamenco. Es Dellafuente. Música Folklórica, como la denomina él mismo.

Desde que la Tierra comenzó a girar, el ser humano ha tenido la necesidad de clasificar todo lo que ha percibido con sus sentidos. Los más primitivos, incluso, llegando a odiar aquello que no pueden etiquetar dentro de sus cánones.

Pero el artista granadino sabe que la pureza no se puede perder nunca; así lo reza el extracto de una entrevista a Camarón en la introducción de ‘Al vacío’, el cuarto track de ‘Azulejos de Corales’, su nuevo disco. Por ello, y si bien es cierto que en sus canciones es habitual encontrar géneros que van desde la salsa hasta el rap, pasando por el flamenco, el reggaetón, el trap, por citar algunos, incluyendo la fusión de los mismos, análogamente debemos subrayar que todos comparten una condición sine qua non; suenan a Dellafuente. Y es aquí donde radica el valor de este cantante.

‘Azulejos de Corales’, supone la culminación de una etapa repleta de maquetas, temas inéditos, algunos remezclados para este disco y que ya pudimos escuchar en el recopilatorio que el granadino publicó hace unos meses.

En este LP podemos encontrar quejíos flamencos a ritmo de trap en ‘Al vacío’. Una balada a ritmo de pop y R&B en ‘Siempre preguntando’. Reggaetón en ‘Pasa página’. Todo ello precedido de una intro flamenca interpretada por Maka. Así comienza ‘Azulejos de Corales’. Sin olvidarnos, por supuesto, de la canción que da título al disco. «Corazón rodeado de puñales, Azulejos de Corales». Una frase que resume la esencia que Dellafuente desprende a través de las dieciocho pistas que conforman este trabajo.

Las letras se mueven entre la superación personal, el amor a su familia; no solo de sangre, a las esperanzas y deseos de futuro del artista; ya sean materiales o familiares, las mujeres, y las experiencias y decisiones que le han llevado a ser como es. Aunque también hay lugar para la fiesta, como en ‘Tengo un hermano loco’, que además sirve de tributo al Canelita, incluyendo un sample de éste al final de la canción.

Sin duda nos encontramos ante un disco único, en el sentido más exacto, concreto y conciso de la palabra. Jamás ha salido un disco parecido en nuestro país. Ni en ningún otro sitio. ‘Azulejos de Corales’ es un plato gourmet, fruto de la mezcla de varios ingredientes; el sentimiento flamenco del artista, respetando lo puro, lo clásico, pero que a la vez se sustenta de las nuevas tendencias musicales, representadas tanto por Della como por los productores, que sin lugar a dudas, han sabido estar a la altura en este trabajo.

Duende y Autotune. Siglo XXI.

Uno de los factores claves que enaltecen la calidad de este disco es la diversidad de los géneros en los que se mueve. Un ejemplo de esta fórmula es ‘El Timón de mi nave’, uno de los mejores temas del disco. En éste puedes degustar una muestra de la receta, siendo además una oda a la amistad. Maka, persona imprescindible para entender la música de Dellafuente, comienza con una introducción y un estribillo flamenco. Mientras, Jayder, el productor de la canción, suelta hit-hats descontrolados, a ritmo de doble tempo, en una instrumental hipnótica que te transporta a lo largo de la historia. Dellafuente pone los versos y la voz, no exenta de autotune, y el resultado lo podéis comprobar vosotros mismos.

https://www.youtube.com/watch?v=AYe2nlpF1C4

Precisamente el efecto autotune es un aspecto clave del artista. Quizá habrás oído alguna vez que es un efecto mágico, el cual añades a tu voz y te convierte automáticamente en Akon o en T-Pain. Pero nada más lejos de la realidad. Se trata de un efecto que modula la voz, pero que hay que saber utilizar. De hecho, las canciones que escuchas habitualmente, aunque sean de raperos que consideras ‘reales’, van procesadas hasta la médula, tanto la voz, como cada una de las pista de los beats. Ecualizadores, reverbs, delays, compresores, un sin fin de efectos que consiguen que las canciones suenen mejor. Y de eso se trata. Por no hablar de los tantísimos artistas que intentan usarlo con paupérrimos resultados. Quizá, como ejercicio de autocrítica, tengamos que empezar a pensar que es algo hipócrita criticar a un artista por usar este efecto, mientras el resto de artistas usan decenas de efectos en sus voces y nadie clama contra el cielo por ello.

En cuanto al cantante que nos atañe, creo que alguien puede tener las mejores pinturas, los mejores pinceles, y los mejores lienzos, pero no saber pintar. Sin embargo, ‘Azulejos de Corales’ es un museo, repleto de cuadros diferentes, pero que mantienen la misma esencia; Dellafuente.