Saciar a la bestia que tenía dentro y ver en qué momento artístico de su carrera se encontraba. Con estas dos ambiciosas pretensiones se ponía Duki frente a ‘Desde el fin del mundo’, un segundo trabajo de estudio en el que el argentino se embarcó buscando hacer algo introspectivo que le llenara más que lo que había hecho hasta el momento y en el que hemos descubierto a un artista mucho más seguro de sí mismo, más enfocado en su carrera que nunca. Lejos quedan ya aquellas noches en las que no sabia qué iba a hacer con su vida, ahora tiene en sus manos un mapa del que sabe la ruta, aunque le guste improvisarla de vez en cuando por aquello de darle un poco de vidilla a su existencia.

Hace tiempo que Duki se confirmó como el sol que anda dando luz a una escena que a tenor de los resultados sabe muy bien que rumbo tomar. Un grupo de artistas que, con Mauro al frente, han conseguido hacer un imperio en tierra de nadie. Lo han hecho desde el culo del mundo como diría Duki, un lugar donde paradójicamente parece cobijarse desde hace tiempo el talento. “Vengo de Argentina un país hermoso, con choque de culturas. Antes el trap fue el género americano que corrió por todo el mundo pero ahora lo estamos haciendo nosotros, ahora que corran detrás nuestro. No importa de dónde vengas, importa dónde vas. Lo que más mueve a la gente es la pasión y yo quiero que la gente entienda que si tienes pasión en la vida puedes llegar a donde quieras. Obvio que tener más o menos recursos va a influir, pero yo creo que si empezaste en el fin del mundo puedes llegar a cualquier lado.

Fotografía: @jesspraznik

Desde ese fin del mundo nos llega precisamente su último disco, un trabajo que muestra una evolución tan grande del artista que viene incluso acompañado de un cambio de nombre. Duki da un paso atrás para poner en primera línea a Duko, a la persona que hay tras ese tipo que lleva cuatro años a la sombre de la fama. “Creo que es un poco para desligarme de Duki, Duki ya sabemos que es el artista que todos conocen y Duko es una persona como vos con la que puedes hablar, es la forma desestructurada de llamarme a mí, es como un apodo”.

La coherencia estética ha sido la máxima que ha buscado Duki a la hora de dar forma a su último trabajo. Tanto la buscaba que incluso dos reggaetones se cayeron del disco al no ir en consonancia con este. Duki buscó en todo momento temas que estuvieran unidos por el sonido, un reto difícil que ha superado con nota gracias entre otros a Yesan y Asan, dos productores que le han arropado a lo largo de todo el disco. Las decisiones del artista a la hora de enfrentarse a su carrera no son algo baladí, la cuota de profesionalidad y madurez de la que está haciendo gala últimamente no son más que una prueba de que sabe muy bien cómo jugar sus cartas. El Duko no ha venido a la música a pasar el tiempo, vino a mimarla y a darle vida, y para eso sabe que es importante estar en continuo aprendizaje, en continuo movimiento.

Para nuestro chico estrella el límite no es el cielo, está más arriba. El artista es hombre de altos vuelos, y ya sabemos que la capacidad de Duki para sorprendernos es infinita, que haga lo que haga todo le queda ‘pintao’. Por ello no es difícil afirmar que apostar por esta estrella es apostar sobre seguro.

Tuvimos la oportunidad de participar en la primera conferencia de prensa internacional que dio Duki para varios medios de comunicación de todo el mundo, en la que contó detalles sobre cómo se gestó Desde el fin del mundo, del momento actual en el que se encuentra. Repasamos todo lo que nos contó el artista en ese evento.


 

SUDOR Y TRABAJO, PROFESIONALIDAD Y MADUREZ

Poco tiene que ver ‘Super Sangre joven’, primer disco de Duki con el último trabajo que acaba de publicar. En ambos se presenta con la misma receta, con ese sudor y trabajo con el que abre ‘Desde el fin del mundo’, sin embargo los cuatro años que hay de por medio han hecho que la diferencia entre uno y otro sea abismal. “Hay dos diferencias, una depende de mí, de cómo maduré en este tiempo y cuan comprometido estaba con este disco. ‘Super Sangre Joven’ fue más una búsqueda introspectiva pero sin tratar de demostrar nada a nadie. En este disco lo que quise mostrar es que estoy en mi mejor nivel y que puedo seguir haciendo cosas y siempre voy a mejorar, cuan profesional me volví. El 50% de la diferencia tiene que ver conmigo, con mi forma de ver y plantearme el trabajo de un disco, y la otra mitad tiene que ver con mi equipo de producción. ‘Super Sangre Joven’ era el primer trabajo que hacíamos con el equipo de productores de aquel entonces y si bien fue algo que fue lindo hubo muchos conflictos en el momento y creo que de los errores se aprende y se notó muchísimo en este nuevo disco. Pudimos hacer un equipo lindo, todos pudimos sentirnos padres/madres de este disco, sentir pertenencia con el disco.

“Cuando estás estancado lo mejor que te puede pasar es ver a un colega que hace lo mismo que tú y que te enseñe algún truco que vos después adaptes y lo hagas tuyo, a tu manera”

Duko no es solo Mauro. Pese a la individualidad implícita en cada uno de nosotros, una de las cosas que han hecho que Duki brille más si cabe es haber sabido rodearse de gente que le alejara de prejuicios y le ayudara a dar una tonalidad diferente a todo lo que hacía. El artista no entiende a día de hoy su carrera sin su equipo, de ahí que asegure en varias ocasiones que “si el equipo está feliz, yo estoy feliz” y afirme que gracias a ellos se le han abierto puertas a las que, de no haber sido en grupo, jamás habría llamado. Vengo de una época del rap más egocéntrica o insegura, en la que si alguien te ayudaba a escribir las barras o rapeabas las barras de otro no eras real o no eras rapper, hoy creo mucho más en la composición. A veces estoy en el estudio con amigos y me ayudan mucho, o te bajan algún flow, alguna barra. La unión hace la fuerza, yo cuando más aprendo es cuando estoy con colegas que me hacen seguir aprendiendo. En cualquier disciplina pasa eso. Cuando estás estancado lo mejor que te puede pasar es ver a un colega que hace lo mismo que tu y te enseña algún truco y vos después lo adaptes y lo hagas tuyo, a tu manera.

 

LIDER DE UNA GENERACIÓN TRIUNFAL, UN ROCKSTAR DE ALMA HUMILDE

Hay nombres sin los que es imposible entender un movimiento concreto. Ser pionero suele llevar implícito el hecho de poner un nombre en la historia, sin embargo lo de Duki va más allá. Su carrera lejos de apagarse se va consolidando con el tiempo gracias a haber sabido adaptarse a las circunstancias, lo que le ha convertido además de pionero en líder de una generación que le debe mucho para estar donde está a día de hoy, una generación que lleva el éxito grabado a fuego en la frente. “La globalización y este flash tecnológico que está sucediendo nos dio una herramienta para penetrar más en la diversidad de las personas, hoy en día la forma de transmitir la música es distinta y eso nos dio un acercamiento más selectivo, era más selectiva la música que podías escuchar. Podíamos expresar lo que sentíamos, pensábamos, mostrarnos orgánicos y reales. Eso es por lo que nuestra generación, y a medida que pasó el tiempo gente de generaciones más grandes, empezaron a generar empatía con nosotros. El mayor misticismo que hay detrás de lo que hacemos es que somos nosotros al 100%, expresamos nuestros ideales, forma de pensar, de ver las cosas, sin miedo a lo que el otro pueda decir”.

“El mayor misticismo que hay detrás de lo que hacemos es que somos nosotros al 100%, expresamos nuestros ideales, forma de pensar, de ver las cosas, sin miedo a lo que el otro pueda decir”

Cuando uno se pone frente al último álbum de Duki lo primero que llama la atención es el peso que tiene el rock en dicho trabajo. No es nada nuevo, Duki lleva tiempo siendo nuestro rockstar favorito a pesar de comulgar siempre con el trap. Lo extraño no es encontrarnos con esas guitarras que dan tanto valor a temas como ‘Sol’, junto a una brillante Lara91k, lo raro es que temas como éste o como ‘Muero de fiesta este finde’ junto a Ca7riel no se hubieran dado antes en su música a sabiendas de que a Duki esto del rock le viene de serie. “Lo que más me inspira del rock es la conexión que tengo con él a través de mis padres, es la primera música que recuerdo haber escuchado y sentirme representado, que me den ganas de cantar los temas. Es lo que me hicieron mamar mis padres. Si bien elegí rapear a mí lo que más me gustó siempre fue el rock, es la pasión que me genera escucharlo y la unión familiar que tuve alrededor, mis padres y hermano mayor me hicieron mamar rock. Siempre me dio mucha vergüenza tratar de hacer rock, yo rapeaba y poder hacer un estilo adaptable al rock con una voz que se escuche bien, que sea digerible es algo que lleva evolución y progreso. Dada la evolución del Duko no extrañaría que el día de mañana nos sorprenda con este género, el argentino ya ha demostrado que al menos él no se va a poner límites en ese aspecto.

 

LA DESHUMANIZACIÓN DE LA FAMA EN UNA VIDA CON FECHA DE CADUCIDAD

Las letras de ‘Desde el fin del mundo’ están cargadas de muchas cosas, sin embargo si hay una que llama la atención por lo recurrente que es es la deshumanización que sufren los artistas, personajes sumidos en un mundo dominado por la fama que tienen que ver cómo en demasiadas ocasiones se aísla a la persona que hay tras el personaje dejándola sumida en un círculo de soledad que en ocasiones se hace difícil de llevar en el día a día. Como dice en uno de sus temas “todos qué tal me va, ninguno cómo estoy”, esa cruz que hay que cargar a veces por eso a lo que llaman estar pegao. Me deshumanizan mucho pero antes decidía quejarme más y hacer menos. Hoy entiendo que la fama y todo lo que me pasa es una cuota de responsabilidad que tengo con el mundo, y en vez de decir: soy una persona solitaria, no puedo salir a este lugar por la presión social o la fama, decidí hacerme cargo de eso y entender que tengo una responsabilidad para con el mundo y es algo hermoso. Creo que con el paso del tiempo empecé a entender cual era mi rol en esta situación y aceptarlo con más orgullo y haciéndome más cargo en vez de estar en modo víctima”.

“Me deshumanizan mucho. Antes decidía quejarme más, hoy entiendo que la fama y todo lo que me pasa es una cuota de responsabilidad que tengo con el mundo”

Pese a que la fama en ocasiones trae demasiados quebraderos de cabeza también permite dejar huellas mucho más profundas en una vida de la que todos nos tendremos que despedir en algún momento y en la que solo algunos tendrán la suerte de dejar pequeños legados que permitan que sus predecesores les revivan de manera intermitente en un futuro. La vida tiene fecha de vencimiento, un día nos vamos a ir y lo lindo que hay es poder dejar en el mundo algo que siempre va a seguir existiendo de la misma forma, brillando con el brillo que tenía. La música, el arte, es un ejemplo clarísimo. Ves un cuadro pintado y sabes que van a pasar los años y el cuadro va a seguir estando ahí como está y vas a poder seguir apreciando eso. Hoy en día la música no es solo música, hablamos de packs más grandes, hablamos de estética, de videos, de dejar enseñanzas culturales, va todo de la mano. Esa es la huella que uno querría dejar, tal vez dentro de 500 años haya alguien escuchándome y haciendo que esté vivo 2 minutos más, los minutos que dura una canción”.

 

Fotografía: @adlerguido

Triunfar tiene mucho que ver con esa obsesión que tiene Duki, y otros muchos artistas, de permanecer en el tiempo una vez que uno se va, pero el significado del triunfo es mucho más amplio para el artista, que considera que lo más preciado que uno pude tener en este mundo que nos ha tocado vivir es tener la oportunidad, elegida en muchos casos, de no dejar de ser uno mismo. Uno tiene que aprender a quererse para salir a enfrentar el mundo, con sus inseguridades, defectos, inquietudes, problemas. El sistema quiere estimularte todo el tiempo para que seas de tal manera y encasillarte en cosas meramente estéticas, y hay que salir de lo que la gente quiere que seas y ser vos mismo. No solo hace que generes empatía con el oyente, también hace que te distingas, que seas único. La originalidad, lo orgánico, ponerle energía, ganas”.

 

COHERENCIA ESTÉTICA EN UN DISCO LLENO DE GRANDES NOMBRES

Lejos quedaron aquellos tiempos de «vamos al estudio a grabar». Los artistas cada vez son más exigentes consigo mismos, con su propio producto, motivo por el que una vez que deciden hacer un disco hacen que toda su vida a partir de ese momento gire entorno a él. Para ‘Desde el fin del mundo’ Duko creyó que sería interesante vivir con todos los implicados en el disco las veinticuatro horas del día, lo que le llevó a encerrarse con su equipo en una casa en la que montaron un estudio desde el que poder grabar en cualquier momento. Huyeron de la rutina, a pesar de consolidar hábitos como pasar un rato en la piscina por las mañanas antes de ponerse a full con la música, una compañera que hizo que cada uno de los minutos vividos en aquella casa fueran diferentes, pese a lo repetitivo que curiosamente puede llegar a ser cualquier proceso creativo.

La improvisación, con la que Duki parece haber hecho un pacto desde sus inicios, también jugó un papel fundamental en el proceso. El argentino asegura que hace tiempo que no se sienta a escribir, que lo hace todo rápido y de manera improvisada. Ponerse delante del micrófono es sinónimo de inspirarse, sin necesidad de textos escritos ni pasos previamente establecidos. La inspiración y la improvisación juegan siempre a su favor y, a tenor de los resultados, sabe como aprovecharlo.

En terreno de producción la palma se la llevan Yesan y Asan, quienes están presentes en todos los temas y han otorgado al disco esa coherencia estética que, según confiesa, necesitaba Duki. Sin embargo, y como era de esperar, el nombre que más ha sonado estos días ha sido el de Bizarrap por lo esperado de este junte épico al no haber hecho Duki ninguna de las famosas Sessions del productor argentino. Quería hacer algo con él sin la presión de decir: es una Session hay que romperla. Nos pareció que la mejor opción era juntarnos y hacer una canción divirtiéndonos, sin expectativas ni estar presionados. Yo quería un sample de un instrumento de viento y el Biza lo metió”.

Entre sus tres temas preferidos del disco se encuentran ‘Luna’, por la “linda melancolía” que desprende. Dice que la luna hace referencia a las cosas que vemos lejos y queremos alcanzar, por lo que ve similitud con las metas que perseguimos a diario. También rescata ‘Sol’, a pesar de generar el sentimiento contrario. Dice Duki que en ocasiones en su «utopía de hacer música» no da lugar para experimentar un poco, y que este junte con Lara91K le permitió hacerlo. Cierra el trío con ‘Cascada’, una canción que grabó en Miami durante seis días de intensa lluvia, lo que le llevó, mientras observaba los chubascos desde su ventana, a entonar su célebre «afuera llueve». Un tema que pese a que al principio no le veía mucho futuro, con el tiempo se ha convertido en un must para él.

Durante el proceso del disco Duki se encontró con ciertos momentos en los que la música le pedía un giro. Algo que habló mucho con Yesan, uno de sus productores, al considerar que no se encontraba en los beats ya que cada vez que escuchaba un bombo y una caja quería caer rítmicamente, buscar la rima todo el tiempo, y necesitaba salir de la estructura de siempre. Lo consiguió en temas como ‘Ticket’, un tema con una guitarra, mas tranquilo, con una atmosfera que le introdujo en un ambiente completamente diferente. Rock con emociones, como diría el artista.

 

MIRANDO AL FUTURO CON AMBICIÓN, SIN MIEDO

Dice Duki que si uno “está cerrado a lo que va a venir nunca vas a poder crecer, motivo por el que el artista ha optado por salir últimamente del aburrimiento y la monotonía de estar haciendo siempre lo mismo. Hace años ya que estoy haciendo trap, quiero seguir haciéndolo pero que suene distinto, fresco, diferente. Algo que piensa que es posible siempre que uno mantenga su esencia, una cualidad que ha tenido miedo a perder en ocasiones. “La cosa que más miedo me da es perderme a mí mismo, estuve muy cerca de que pasara en medio de toda la euforia. Vivía tan rápido que me impedía generar un point of view que me permitiera ver todo desde otra perspectiva. La pandemia me ayudo a frenar y estar más tranquilo».

De cara al futuro Duki tiene muchos frentes abiertos. Uno de ellos junto a Khea, con el que tiene un disco a medias pendiente, “el disco de los hit boys”; otro junto a Neo Pistea e YSY A para hacernos disfrutar desde el infierno activando ese Modo Diablo que tanto nos gusta.

Su imagen ya anda puesta en algunas de las zonas más míticas de New York por lo que quizá esa meta con la que sueña desde niño, tocar en el Madison Square Garden, esté mas cerca que nunca. Mientras llega el momento seguiremos aguardando sus siguientes pasos. Suerte la nuestra de que Duki no sepa estar quieto.