Más allá de alguna webserie, puede ser la primera vez que en esta página web se vaya a hablar de una serie española. No por nada en especial, es más, soy de aquellos que intenta consumir todo producto español con el objetivo de poder opinar con criterio. El motivo está más relacionado con eso de buscar fuera lo que te cuesta encontrar dentro. Hemos subido tanto el listón con las ficciones extranjeras que las series españolas lo tienen realmente complicado para hacerse un hueco en nuestras vidas. Puede que sea porque la mayoría están enfocadas a una audiencia más juvenil, quizá en busca de un alto share o, simplemente, porque las comparaciones son odiosas. Pero creo que es el momento de dedicarle unas líneas a uno de los últimos estrenos de la parrilla televisiva española: El Ministerio del Tiempo.

Hasta el momento de su estreno, desconocía cualquier mínimo detalle de esta serie. Por lo que es inevitable que la primera crítica sea negativa. RTVE no sabe promocionar adecuadamente sus productos por buenos o malos que sean. No tiene el potencial de Mediaset o Atresmedia para conseguir que todo el mundo hable de sus obras y eso ya es empezar con desventaja -más aún cuando luchas en prime time con Bajo Sospecha de Atresmedia-. Todo esto es una verdadera pena porque, en este caso, el producto es bastante bueno, al menos por el momento.

Javier Olivares y Pablo Olivares son los creadores de El Ministerio del Tiempo, una serie de ciencia ficción que reúne a tres protagonistas que tienen una pequeña particularidad: cada uno de ellos vive en una época diferente. Julián Martínez (Rodolfo Sánchez), Amelia Folch (Aura Garrido) y Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda) son los encargados de representar tres periodos de nuestra historia a través de sus personalidades, vestimentas y costumbres. Este trío es reunido en 2015 en el desconocido Ministerio del Tiempo por Irene Larra (Cayetana Guillén Cuervo), Ernesto Jiménez (Juan Egea) y Salvador Martí (Jaime Blanch) con un único objetivo marcado: cuidar y proteger la historia tal y como la conocemos.

Las puertas del tiempo

Para ello, esta ficción tiene como pilar fundamental el uso de las puertas del tiempo, que permiten a los protagonistas viajar a diferentes épocas con total comodidad. En este apartado es donde llegan las dudas, ya que están por aclarar diferentes contradicciones que surgen a lo largo del primer capítulo con este tema. Es decir, cuando parece que te explican cómo funcionan, en la siguiente escena tiran por tierra esa argumentación. Un tema delicado, sin lugar a dudas. No solucionar estos vacíos en la historia pueden hacer perder mucha credibilidad a esta notable serie.

Pese a las complicaciones citadas anteriormente, la trama del primer capítulo tiene la capacidad de enganchar al espectador y consigue que el episodio se haga corto. La conexión entre los personajes de diferentes épocas permite incluir hasta un registro cómico que, para nada, resulta pesado. En esta virtud el principal protagonista es Julián Martínez, el personaje interpretado por Rodolfo Sánchez -recordado por su participación en series como Hospital Central o Isabel-. Es el más avanzado en la historia y el único capaz de ir un paso por delante de sus compañeros. Eso le permite tomarse con humor las reacciones y personalidades de sus anticuados amigos aportando al espectador alguna que otra sonrisa.

Tras su primer capítulo que registró un 14,8% de share y 2.981.000 espectadores, TVE no ha tardado en cambiar su día de emisión e, incluso, en adelantar el prime time hasta las 22:15h. A partir de ahora, El Ministerio del Tiempo se podrá ver los lunes alejándose así de Bajo Sospecha y aprovechando el final de temporada de Velvet. Los próximos capítulos serán fundamentales para el devenir de la serie, si bien engancha también deja una sensación extraña al final: deben cuidar bien el argumento más allá de las referencias al pasado o se convertirá en una serie monótona en la que siempre habrá un problema y una solución. La pelota está en su tejado, de ellos depende que El Ministerio del Tiempo se convierta en la referencia televisiva del año.