Si buscamos en el diccionario el verbo reciclar, nos encontramos con cuatro acepciones diferentes. Para esta ocasión, tan solo dos de ellas serán válidas. En la primera, leemos: ‘Someter a una materia a un determinado proceso para que vuelva a ser utilizable‘, y en la cuarta: ‘Modernizar o actualizar una cosa’.

Desde septiembre del pasado año tenemos en nuestros oídos al nuevo Cool, llamado ahora Recycled J. Recuerdo que el inédito ‘I’mma’, con Soukin y B.Walls al beat, fue la primera vez que le escuchamos en esta versión mejorada. Luego, en el último mes de 2014 vino el Credens Clip ‘Crop Circles’, con Ramos y Soukin. Dos días más tarde vendría #HALLWAY con Eleazeta, Kaplan, Tiscas, H.Roto, Lucas Marqués y Juancho Marqués, todos ellos comandados por Adrián Grooves. Fueron tan solo avisos, era consciente que debía allanar el camino de transición de uno a otro. Recuerdo comentar con compañeros acerca de este cambio que tanto se dejaba sentir. «Antes me flipaba, pero es que ahora me flipa más todavía», era el comentario que más se escuchaba. Y no podía estar más de acuerdo.

Una de las características que más le diferencian en estos momentos de la mayoría de la escena es el significativo aumento de las palabras de idioma inglés que ha incluido en sus barras. Está más que comprobado que el artista madrileño forma parte de esos jóvenes inquietos que, aunque son de barrio y están orgullosos de ello, no se conforman con ello y buscan, siempre que pueden, una ventana abierta para saltar, escaparse y ver mundo. No se resigna a utilizar las típicas fuck, bitch, money y weed que aún años después muchos siguen utilizando para dárselas de ‘internacionales’. Esto le ha llevado a ser de los pocos que puede presumir de defenderse, sacar partido a otro idioma diferente al español y lograr juntar de forma precisa el slang de ambas lenguas.

Y claro que paró a repostar

Repostó, pero el viaje había sido tan largo que decidió olvidarse del trayecto por un momento y contemplar el paisaje. Muchos aún ven al artista como la eterna sombra de Natos y Waor, y quizás ese haya sido uno de sus errores a la hora de encauzar su música. Ahora, en este cambio de actitud y esa búsqueda de nuevos sonidos y lugares donde se sienta a gusto y pueda desarrollar su talento de la forma más cómoda, consigue pasar de sobresalir mínimamente entre el montón a salirse completamente fuera de este y establecer su propio reinado en solitario.

Muchos se preguntan el por qué de esa desconexión que realizó hace un tiempo. Desconociendo concretamente todas y cada una de las razones – no las necesito – he de decir que simplemente a veces es bueno desconectar tu doble vida y disfrutar de la que tiene a la persona y no al artista como actor principal. A veces es bueno dejar de coger olas cada día y salirse del mar para poder estudiar la situación desde fuera y volver de nuevo cuando se sepa que no volverás a errar al subirte a la tabla, que podrás mantener el equilibrio sobre ella todo el tiempo que desees. Empaparse de otras culturas, músicas, ideas con el único fin del enriquecimiento personal.

Estoy fuera de la mierda del rap, ¿no lo ves?.  ¿Cuánto hace que no suenan mis frases a mis frases?

He de confesar que en algún momento pensé que el artista madrileño se encasillaría en los estribillos. De tanto oírle en este terreno, dejé de apreciar y valorar lo bien que se desenvuelve cuando tiene el suficiente espacio para moverse con libertad. Ahora, los hooks se le han quedado cortos, ya le saben a poco. Como a nosotros. Al igual que una joven promesa en un club de segunda, Recycled J ha querido progresar y fichar por un grande, con la particularidad de que no se ha tenido que mover del sitio, la segunda y el grande eran uno. Recycled J formaba parte de Cool hasta antes de que existiese este segundo.

La cierta reticencia inicial se vio completamente disipada hace unos días con el lanzamiento del inédito ‘Run’, bajo la producción de Alonso. El chico reciclado ha evolucionado tanto en el apartado vocal, como en el instrumental. Se aprecia en todos y cada uno de los ritmos escogidos en esta nueva denominación. Y es que, ahora, fluye en beats en los que su anterior ‘yo’ y muchos de los artistas actuales no sabrían ni por donde meterles mano. Con un aire nueva ola que recuerda mucho a artistas estadounidenses como Lil Durk, o similar a ese estilo que pega desde hace un tiempo en Chicago, extrayendo los ritmos y esa forma excelente de fluir y dejando de lado temáticas y el uso predominante del autotune. Posee completa autonomía para hacer lo que quiera sobre el trabajo de los productores: lo hace lento, rápido, suave, con rabia, clásico, saltarín… Lo dicho, a su antojo.

Hay muchos Cool, pero pocos pueden ser Recycled J.