MARÍA ESCARMIENTO vuelve con COSAS DE BRUJAS, más pura y arriesgada que nunca

«Hemos encontrado el punto de decir las cosas de manera sencilla,
pero que las puedas leer como si fuera un poema»

‘Cosas de Brujas’ es el primer álbum de largo recorrido que libera la artista madrileña María Escarmiento. 13 canciones –un número que no es casual, dado que la cantante comenta que “le da superstición de la buena” – que consiguen crear una atmósfera propia y concreta. En esta, el oyente puede rememorar emociones que, quizás, hacía tiempo que no era consciente de que sentía. A lo largo del álbum, María ha conseguido revisitar su sonido, manteniendo la energía que la caracteriza desde el principio, pero también dando cabida a la nostalgia, el desgarro y la sinceridad. Todo ello, pasado por la experimentación sonora. En Cosas de Brujas’, el futurismo se entremezcla con el imaginario más icónico de los dosmiles, conservando el punto gamberro que tanto caracteriza a la cantante, y resultando en un trabajo que demuestra su madurez musical.  

Y es que, como ya anticipó con el lanzamiento de sencillos como ‘Cristales’, ‘Mejores que ayer’ o ‘Quiero verlo todo azul’, María Escarmiento se ha expuesto más que nunca con las letras que conforman el disco, encapsulando emociones concretas en muchos de los tracks. “Al final yo creo que el cambio forma parte del proceso de cuidar todo un poco más y dejarte hacer sin juzgarte y rallarte. Antes escribía mucho más preocupada por lo que podía decir o no, y eso te provoca quedarte en lo superficial. En este disco ya me daba igual. Iba escribiendo lo que sentía en el momento, con las cosas que me iban pasando, con mucha más verdad y profundidad”, reflexiona la cantante.

‘Cosas de Brujas’ aglutina –en la sencillez con la que escribe la cantante desde sus inicios– sentimientos como el amor, la euforia, el desarraigo o la melancolía, que se contrastan con pequeños momentos de plenitud (como lo es disfrutar del calor del sol en la cara un día por la mañana). “Ha habido letras en las que me he centrado más en que me gustara el estilo en general y el cómo decir las cosas. Hemos encontrado el punto de decir las cosas de manera sencilla, pero que las puedas leer como si fuera un poema. Que la letra pueda decir algo sin tener que forzarlo”, afirma la artista al respecto. 

El álbum genera un ambiente místico, incluso etéreo, que coincide con la estética que lo acompaña, a pesar de que haya sido una consecuencia orgánica de la música. “He estado muy centrada en la música y no quería rayarme en hacer un álbum temático ni conceptual, no quería ceñirme a una sola cosa. Cuándo lo empecé a hacer no sabía ni de qué iba a hablar, y a raíz del nombre todo cobró sentido”, explica María. 

El rollo de las brujas me ha fascinado desde pequeña. Cuando eres pequeña no le das crédito a las cosas que te gustan, y piensas que son una mierda, pero después te das cuenta de que esas referencias son luego las cosas que te molan después. Siempre me han obsesionado las brujas, mi serie favorita era ‘Sabrina’, luego fue ‘Embrujadas’… y a medida que iba leyendo cosas sobre ello me iba viniendo arriba. Me di cuenta de que significaba un  montón para mí y me representaba visualmente también”, añade. La parte visual del disco corre a cargo de Pablo Amores, que “entró rápido en ese universo”, haciendo tangibles las ideas de María. “Es que tú tienes una cosa en la cabeza, y él la hace cien mil veces más guay enseguida. Todo me encajó super bien, y me da mucha paz estar contenta con eso, porque es un universo muy amplio y divertido” , comenta la artista. 

El disco cuenta con la producción de BLNCO, detunedfreq, Épona, Érebo, Blu Boi y Los del Control, que han conseguido crear la atmósfera María buscaba: “siento que hay un nivel en la música electrónica que es al que hay que aspirar. Y mi disco lo considero en ese nivel, es un trabajo muy fino el que hacen los productores con los que trabajo. En este género creo que es muy importante crear un ambiente que te haga sentir cosas, que no solo sea una base”, reflexiona. 

En ese sentido, ‘Cosas de Brujas’ pasa por muchos géneros y matices distintos. Desde el electro-pop y el hyper más clásicos, el reggaetón oscuro, toques de ambient e incluso bachata. “A freq le pasamos la bachata (‘Me Mirabas’) de idea, y cuando estaba medio hecha había quedado muy correcta y le dije: ‘tío, me gustaría que esto nunca pudiera sonar en la radio, haz cosas para que no pueda sonar’, y me chopeó toda la voz. Yo quería que fuera algo vanguardista, rompedor, interesante… que lo escuchara y me estimulase”, argumenta la cantante. Tanto María como su colectivo plantean la música como “algo hacia delante” y en este disco ha querido explorar más allá de las fórmulas que  había usado hasta el momento, como es el caso del reggaetón: “ni a Fran ni a mí nos apetecía escribir un hit de reggaetón, lo intentábamos pero era imposible. Nos estábamos engañando intentando hacer cosas que ya habíamos hecho. Me apetecía experimentar, divertirme, no sentirme estancada en el proceso y que la escucha fuera algo interesante y divertido. Por eso ha quedado un álbum tan diverso, pero pienso que es coherente y que te lleva a diferentes lugares”, declara.

En el disco, María se ha dejado ir, dando cabida a sonidos más crudos y sucios, pero sin perder la noción de que sus temas sean cantables y bailables. He seguido mi instinto, pero queriendo que suene a canción, que a la peña le entre. ‘Mejores que ayer’, por ejemplo, me costó un montón estructurarla, porque no queríamos que fuera una frikada rarísima, queríamos que la gente pudiese gozarla. Siempre buscamos el equilibrio entre algo que sea experimental e interesante y que se pueda entender, argumenta. 

Y en esa experimentación han entrado también artistas que representan tanto la escena nacional actual como MDA, Natalia Lacunza y Fran Laoren, a los que la cantante define como “la tríada ganadora”. ‘Prefiero’, junto a Natalia Lacunza, es uno de los temas más sensibles y sinceros del proyecto, así como uno de los juntes más esperados: “Con Natalia siempre habíamos querido hacer algo. Cuando acabé el tema se lo mandé directamente… nuestra conversación fue increíble, fue súper fácil cuadrar con ella. Conectó un montón con la canción desde el principio, me encanta como suena, me encanta todo. Me alegro de que hayamos esperado para hacer algo que tenga sentido para las dos y que no haya sido una cosa forzada. La canción es un subidón de locos. Me siento afortunada de poder trabajar con la gente con la que trabajo”, apunta María. 

La tendencia sonora a la que hace tiempo que se ha sumado la cantante no hace más que avanzar, siendo más popular cada día, y exponiéndose –a su vez– a más cambios: creo que lo interesante es poder revisitar el hardstyle de forma activa, aportando cosas nuevas”, explica la artista, “no se trata de ponerle un bombo a negras a todas las canciones y que parezcan lo mismo, sino ir un paso más allá. Por eso ‘Puedes contar conmigo’ está funcionando tan bien, además de que es un hit indiscutible de La Oreja de Van Gogh, la producción está muy fina y da mucho gusto escucharla. Hay que darle peso al sonido, intentando siempre aportar algo nuevo”, constata.

Y es que la música está en constante transformación, y cada vez cuenta con más estímulos, que la enriquecen, a la vez que la convierten en efímera. “Esto está cambiando todo el rato, hay gente super actualizada y creativa tanto a nivel sonoro como visual y conceptual… los del hyperpop no solo hacemos chunda chunda. De hecho, nosotros nos estamos aburriendo un poco ya, y queremos hacer otras cosas que no suenen así. Al final estás haciendo y escuchando música todo el día, y te aburres enseguida. Pero no en un mal sentido, me refiero a que siempre queremos más y queremos crecer” confiesa María. “Existe una necesidad constante de renovarse, con la que también hay que tener cuidado y no dejar que se apodere de tí. Todo va muy deprisa, pero quiero pensar que las cosas perduran. Hay que encontrar el punto medio entre la inquietud y valorar el trabajo” añade. 

En esa línea, ella misma considera que ‘Cosas de Brujas’ no es un proyecto de consumo fácil ni rápido, dado que cuenta con una sensibilidad que va más allá de lo pasajero, en el que se nota la maduración y la evolución emocional”. María, sin embargo, tampoco se escapa del ritmo frenético actual, y declara lo siguiente: Tengo que aprender a tomármelo con calma, darle tiempo al disco a madurar y a que a la gente le guste –o no–, pero con calma. La clave es encontrar el punto medio e intentar no volverte absolutamente loca. Tengo ganas de ver cómo la gente recibe e interpreta los temas”.’

María Escarmiento trae de vuelta en ‘Cosas de Brujas’ parte de los 90 y los 2000, llevándolos y encajando sus influencias en el panorama actual, reactivando influencias y repopularizando elementos con los que toda nuestra generación se ha sentido identificada en algún punto —como es el caso de la tipografía tuenti-esca, o el hacer bailable un tema icónico de La Oreja de Van Gogh. “Me sigue pareciendo loquísimo como lo han recibido. Es un tema redondo y perfecto que siempre me había encantado, y ahora voy a poder cantarla en mis conciertos. Shoutout a mis productores, porque también era fácil cagarla con algo tan conocido”, reflexiona la artista acerca de “Puedes contar conmigo’. “Te das cuenta de que tenemos cosas super innatas, y las cosas que molaban antes molan de verdad, teníamos gusto. Creo que a la gente le hace ilusión también por eso, por la nostalgia y porque es algo que está guapo también ahora” , añade. 

Pero María no se siente referente ni pionera de una escena: “Yo contenta con formar parte, la verdad”, comenta entre risas. Creo que hemos hecho cosas por cambiar y que somos la representación de un panorama, somos lo más fresco de calle”, reflexiona. Pero también siente que los límites aún están muy lejos y queda mucho por hacer, en un sentido positivo, por supuesto. “Me siento un poco al principio, pero asentada a la vez, es raro. Siento que estoy en un gran momento y rodeada de la gente adecuada para llevarlo todo al siguiente nivel, haciendo canciones que cada vez me gustan más. Y ojalá que las cosas que son más pioneras o experimentales avancen y sean más mainstream todavía, hay muchas cosas interesantísimas pasando, pero también hay cosas no tan interesantes que siguen teniendo mucho éxito” , declara la cantante. 

“Al final los que estamos haciendo cosas underground queremos que cada vez nos escuche más gente. A mí me encantaría sonar en la radio, en realidad. El otro día vi un vídeo de Patti Smith que decía que tú escribías un poema sin pensar que lo van a escuchar miles de personas, pero lo que quieres es que lo lean miles de personas… Nosotros estamos trabajando para eso. Lo guay sería no tener que sacrificar tu sonido para poder crecer”, reflexiona finalmente María Escarmiento. 

¿Será eso posible? Hay mucho por cambiar aún, pero está claro que los límites están cada vez más desdibujados. El underground siempre ha sido la olla donde se ha cocido el cambio, consiguiendo que muchos abracen en el mainstream aquello de lo que antes renegaban. Veremos si algún día llega a la radio sin autosabotearse. 

Texto: Elena López

Fotografías: Kenneth Anderson