Su último trabajo es prueba de ello. Kendrick Lamar está interesado en probar diferentes sonidos y no centrarse exclusivamente en el que caracteriza al Hip Hop. Sobre una instrumental con rasgos retro y la compañía de la melódica voz de Bilal, el de Compton se mueve como pez en el agua.

La producción del track corre a cargo de Adrian Younge.