Tanto el público como el artista pueden sentir cuando la libertad creativa y el éxito van de la mano gracias a un proyecto de calidad. Hoy hablamos de uno de los artistas más sólidos del panorama, que no ha necesitado renunciar a su seña de identidad para escalar en la industria, pero también ha sabido reinventarse.

El artista vigués Sen Senra es ya todo un icono que ha sabido hacer de su sonido y su voz una seña inconfundible. Mucho ha cambiado desde que el artista se mudó a Madrid desde Pesqueiras para encontrar un nuevo camino, siempre guiado por su inquietud musical, su espontaneidad y el rechazo a las reglas. Aquí, sin duda, el artista encontró esa atmósfera estimulante que le ha cosechado un ascenso desorbitado en tan poco tiempo.

Los dos primeros álbumes del artista comenzaron siendo de lo más sonado entre la música gallega. Aquel Christian Senra nos demostraba que se podía hacer música con recursos muy modestos, acompañadas por poco más que el punteo de la guitarra. En sus dos primeros álbumes, centrados en el garage pop, ‘Permanent Vacation’ (2015) y ‘The Art of Self-Pressure’ (2017),ya notábamos una actitud en aquel Sen que no quería que lo ubicaran solo en un género. En aquellos LP más minimalistas, condensados en un surf garajero, el sonido lo-fi e incluso algo de R&B, han puesto de manifiesto la versatilidad del artista que hoy escuchamos. Estos dos proyectos van fraguando la identidad que finalmente explotó en el aclamado tercer álbum.

 

LA NUEVA SENSACIÓN

Empieza así a trazarse el camino de la promesa de Sonido Muchacho. Con ‘Sensaciones’ (2019) culmina la metamorfosis de un artista que, a pesar de no exponer su vida, nos cuenta su mundo interior en canciones que bien podrían hablar de nosotros mismos. Mucho había cambiado en aquel Sen Senra: inaugura la estela de su música en español y que ahora nos recuerda a artistas como Frank Ocean o Tame Impala. Con Anxo Ferreira en la producción, nos acercamos a un sonido más pop, dominado por la guitarra y el bajo, pero con el anhelo de experimentación y el empleo de la electrónica que quedan patentes desde el primer track. Todos estos ingredientes hacen que nos resulte todavía más difícil clasificarlo en un género (con razón a Sen no le gustan las etiquetas). Con todo, lo de Sen Senra es aquello a lo que podríamos llamar precursor del nuevo pop: un estilo genuino en el que es indispensable su capacidad para el arreglo y la producción junto a su carismática interpretación vocal.

Precisamente en ‘Sensaciones’, el que en ocasiones ha descrito como el que sintió que era su primer álbum, consagraba su sonido y su particular tono, que se tradujo en su ascenso meteórico. Lo que fue un futuro prometedor, ahora es una realidad que ha encontrado su forma en su nuevo EP. Otro estadio dentro de su carrera donde el título de joven promesa ya se quedó atrás. Sin duda, ha sabido responder al feedback que le dio el público en 2019 con sus cuatro adelantos (‘Perfecto’, ‘WuWu’, ‘Tumbado En El Jardín Viendo Amanecer’ y ‘Sublime’), además del preestreno de ‘Euforia’ en la plataforma COLORS.

Tampoco podemos olvidarnos de ‘Nada Y Nadie’, otro sencillo con el gen Sen Senra en cuanto a ritmo y melodía, pero que sobre todo destaca por la facilidad del artista en su faceta de letrista. Habilidad que, a propósito de lo que señalamos antes, le acercaría aún más al Frank Ocean más íntimo.

Todo este entramado de sencillos corrobora lo que el gallego siempre ha dicho, y es que no hace música pensando con un sonido preconcebido; se deja guiar por su intuición. Desde su tercer álbum se estrena una etapa en la que podemos decir que Christian Senra siempre está en el mejor momento de su carrera. No ha querido asentarse en un estilo; ha preferido encontrar la estética personal que le catapulta a la primera línea del panorama y que ha cautivado al público más exigente. Lo único malo que ha tenido su trayecto musical ha sido el inconveniente de que ‘Sensaciones’ no pudo ser tan explotado–y disfrutado en directo– por la llegada de la pandemia, pero su estela continúa con el magnífico nuevo EP que hoy analizamos.

 

SEN SENRA Y CÓMO ABRIRSE EN CANAL

El gallego nos sorprendía hace pocos días con ‘Corazón Cromado’, esta vez bajo el amparo de Sonido Muchacho junto con Universal Music. Lo mejor que podía traernos este EP es la continuación en la senda de la autoproducción en un proyecto que se ha convertido poco a poco en realidad desde que la pandemia apareciera en nuestras vidas para hacernos pisar el freno.

Más alejado de lo etéreo esta vez, el artista se expresa de una manera mucho más concreta que en el álbum anterior, aunque su música nunca está exenta de imágenes y simbolismos. Del total de 7 temas que componen el tracklist, solo 2 son nuevos para el público: ‘Qué facilidad’, su esperadísima colaboración con C. Tangana, y ‘Me Valdrá La Pena’, que despide el álbum, ya que ‘Euforia’ era presentado meses atrás en el estudio de COLORS en Berlín. Y es que no había single que no se colara entre lo más escuchado del momento.

Tanto el arte de portada de los singles como la del propio EP son obra de Vanessa Dorrei (VaasSenber). Si nos dentemos en el artwork principal, es imposible que no nos recuerda a ‘808&Heartbreak’ de Kanye (y digo “recuerde” porque un corazón es un elemento demasiado asentado en el imaginario popular como para hablar de inspiración), en este caso con un diseño algo más discreto. El álbum ya trasciende de lo musical y de una gloriosa producción, para ponerle mucho cariño a la estética. Toda esa exploración que el artista se ha permitido le ha dejado dar rienda suelta a la creatividad visual y poder ir más allá. ¿El resultado? Todos estos elementos refuerzan aún más la coherencia el disco y desarrollan la línea visual de ‘Sensaciones’.

Más etiquetable (con perdón) que ‘Sensaciones’ sí es, pero no tiene por qué tener nada de malo. Decide experimentar menos con su voz, pero la parte instrumental traspasa el horizonte de lo elegante al mismo tiempo que plasma fielmente sus sentimientos y le permite disfrutar de las fases del proceso de estudio. No hay más que ver los créditos, donde el artista figura siempre como productor, para saber que esta pieza ha sido el conducto idóneo para seguir explorando esta habilidad del también intérprete. Chistian Senra es consciente de que pertenece a una generación de artistas con infraestructuras muy humildes, que comienza grabando sus discos en casa, pero que eso no impide que salgan obras maestras del empeño y del dejarse llevar.

El título de los tracks ya nos transmite sentimientos muy orgánicos: algunos más descriptibles, que el propio artista puede acotar, como en ‘Perfecto’ o ‘Sublime’, y otros que no se pueden explicar fácilmente; o bien no existen palabras para expresarlo, como en ese ‘WuWu’, o solo puede aglutinarse todo en ‘Euforia’. El amor, el sexo, o las reconciliaciones son frecuentes entre los temas. Siempre con ese referente al que se dirige el artista para depurar sus males. Estamos arriba y estamos abajo en partes iguales, síntoma mudable como forma de componer: asistimos a un proceso espontáneo de principio a fin.

Lejos de ser una acumulación de singles, los siete cortes de ‘Corazón Cromado’(con 24 minutos de duración), además de aumentar la expectativa de sus incondicionales, discurren alrededor de un concepto entrañable y una estética con un simbolismo muy marcado que también apreciamos en un total de cuatro videoclips confeccionados como el que se hace un traje a medida. Dicho esto, entramos en el ‘Corazón Cromado’ de Sen Senra.

En verano de 2020, salidos de la primera ola de la pandemia, Sen Senra nos regalaba la intro de su prometedor EP. Si algo malo tuvo el lanzamiento de ‘Perfecto’ fue cómo se truncó la posibilidad de escucharlo en los diferentes festivales confirmados por el cantante. Esta bienvenida tiene tanto a Sen como a Anxo Ferreira en la producción y sirve de puente con su último proyecto (Sensaciones, nueva religión) al tiempo que le confirma como artista de primera línea: “corren, pero siempre están detrás”. El artista había dejado el listón muy alto, pero demuestra que aún era posible ir más allá en el primer corte de su nuevo proyecto.

Barras dulces, sofisticadas, con las intentas no soltar ese “buah” al mismo tiempo que te pierdes en la atmósfera delicada marcada por el falsete. En medio de todo esto, el cantante aprovecha para tratar inquietudes y aspectos de su disimulada personalidad (Todo lo que no se ve, todo eso es lo que soy) o trazar el camino que quiere seguir como artista y como persona: “mala vibra nunca roba mi atención”. Todo un camino de luces y sombras en el que lidiar con la presión que se materializa en el videoclip de Jean Lafleur.

En temas como ‘Euforia’ encontramos un clima más clamado, en el que la voz se acompaña del punteo de la guitarra. SenSenra logra transmitir emociones de carácter sexual y romántico, pero todos tienen su punto de encuentro en la euforia (“cuando estoy dentro de ti, euforia, cuando me miras así, euforia…”). La intimidad que expresa con un hilo de voz y con un tono más lineal nos engancha de principio a fin. Su estreno en COLORS ya nos sorprendió por su faceta más crítica (“quien presume de calle, sin pisar la acera”) al mismo tiempo que recurría a elementos más habituales en la escena, como son la ostentación y el sexo (Lujo en el meñique, en el anular, en el medio, índice y pulgar, lujo en el cuello, en la forma de hablar, el oro que te viste lo voy a hacer sonar).

Tampoco podemos ignorar su parte refranera (“Es mala compañera, es mala compañera, que la noche dure lo que quiera”) que bien conecta con la actitud del artista sobre dejar de lado la presión en su proceso creativo y dar importancia a la dedicación.

En noviembre el artista vuelve a sorprender, esta vez colaborando con Feid (AnxoFerreira también trabaja en la letra). El colombiano, que venía de su doble nominación en los Latin Grammy por ‘FERXXO (VOL 1: M.O.R)’ y ‘PORFA’, junto a Justin Quiles, sigue aquí el estilo de Sen Senra, respondiendo al arquetipo perfecto de featuring, que alcanza el equilibrio pleno de ambos artistas.

En ‘WuWu’ nace una colaboración en la que el estilo personal de SenSenra no se diluye en ningún momento y casa con la potencia melódica que caracteriza a Feid. No por ello deja de ser arriesgado, pero gracias a artistas que apuestan por esto la música en general, y el panorama nacional en particular, está dejando atrás moldes caducos para trazar un camino hacia la desaparición de las etiquetas, que, al fin y al cabo, separan tanto a géneros como a los propios artistas. El tándem de lo urbano y latino con el carisma del artista gallego no ha podido ser más acertado: al final, ese ‘WuWu’ es todo lo que reúne esa mujer idealizada que aumenta el deseo. La mujer juega con Sen y con Feid, como podemos apreciar en el videoclip, hasta el punto de observarlos como un ser superior que incluso puede controlarlos con lo que parece un muñeco de vudú.

A continuación, volvemos al reinventado estilo de ‘Sensaciones’ con Tumbado En EL Jardín Viendo Atardecer’, donde topamos con una producción que nos inunda de nostalgia y presenta dos partes diferenciadas en un mismo tema (único momento en el que se interrumpe la serenidad). La sintonía entre el beat acompañado de sintetizadores y el artista llega a la cima de este EP. Además, la escena que se dibuja en nuestra cabeza es como la portada del single: te tumbas a escucharlo y te sube por la espalda la melancolía mientras te tocan los últimos rayos de sol. Todo refleja la abstracción del artista (Hice lo que hice sin pensar en nada más), que se deja llevar por todo menos por las imposiciones (Todo es moda si puede pasar de moda. Que trascienda el tiempo ya es otra cosa).

El mismo videoclip evoca a la Galicia rural de donde viene Sen Senra, en un ambiente colmado por la niebla. En este caso, Pedro Artola dirige la parte visual que refuerza el simbolismo de la canción: las rosas y sus espinas, la niebla y el rayo de sol, etc., del mismo modo que Sen Senra se quita prendas como si se desprendiera de sus cargas.

Y es que todo lo que dice es cierto: “No me defienden mis espinas, me defiende mi fragancia”. Su fragancia es su esencia, su forma de vivir la música y de plasmar todo en ella.

Cuando ponemos el oído en Sublime’ advertimos un hit al más puro estilo The Weeknd, uno de los artistas que, como Sen Senra, han dominado 2020. Con el quinto tema –y último adelanto del EP­– llegamos a la cara B de ‘Corazón Cromado’. El sencillo, escrito y producido por el artista en solitario, muestra a un Christian mucho menos retraído, más directo y acariciando un sonido más pop. Aquí encontramos una nostalgia mucho más infeliz que en temas anteriores el tiempo que dejan verse mayores síntomas de dolor (Con que pase el tiempo, a mí no se me olvida, aún me quema la llama, sigue viva) y el desahogo de las necesidades humanas más hondas cuando nos sentimos atrapados:Todos huimos alguna vez”. Por supuesto, aquí vuelve a cumplir con su representativo uso de la repetición que, sin duda, armoniza con la parte instrumental: “Suave, suave, en clave, en clave”.

El vídeo, dirigido también por Pedro Artola, termina de exteriorizar las sombras que contiene la canción, con Sen Senra herido bajo la lluvia en una canción tan triste en su letra como contagiosa en su escucha.

Antes de despedir el álbum llegamos al tema que posiblemente haya sido un incentivo para aquellos que aún no conocieran a SenSenra. Y es que la esperadísima colaboración con C. Tangana, que hace poco más de un mes liberaba ‘El Madrileño’, tenía que llegar más tarde o más temprano sabiendo que mantienen una estrecha relación desde que se conocieron en Vigo. En ‘Qué facilidad’ podríamos decir que Christian contagia su sensibilidad a su invitado, pero es cierto que ya hemos visto a Pucho haciendo gala de ella en varios tracks de su último disco. El tono con que C. Tangana abre la canción bien puede recordarnos a temas como ‘Párteme La Cara’, pero ahora acompañado de la naturaleza de Sen Senra. Ambos se alían con sus habituales en la producción: Alizzz y Anxo Ferreira, que también se implican en la letra del tema.

El track evoca a aquellas noches de club en club en las que no queremos volver a casa (Es mejor cualquier garito que irme pa casa y dormir solito) y en las que el artista no consigue que nada vuelva a ser como antes (“qué facilidad, de cargarte todo lo que tenía pa’ darte, con qué facilidad puedes ignorarme”). No hay duda de que se trata de una apuesta ganada antes de cerrar el EP.

Finalmente, llega la humilde despedida de Sen Senra. En ‘Me Valdrá La Pena’, con Sen a solas en la letra y en la producción, el artista plasma la calma de la despedida, pero con la mirada a lo que está por llegar (“¿Me valdrá la pena apretar hasta el último empujón?, ¿Me valdrá la pena abrirme el pecho y romperme en dos?, ¿Me valdrá la pena cargar con toda esta condición?”) al mismo tiempo que hace balance sobre lo que le suponen las decisiones –tanto buenas como malas–. Canciones como estas pueden hacernos reflexionar acerca de cómo cambian las vidas de los artistas conforme a su ascenso, tanto en lo personal como en lo profesional. Desde la intro (“‘Sensaciones, nueva religión”) somos conscientes de cuánto ha crecido Sen Senra en poco tiempo, pero también de que le queda mucho más por ascender.

Lo sentimental se desdobla entre el esfuerzo y la pasión, tanto en el amor (“Si es más fácil llegar al sol que a tu corazón”) como en la música, donde su trabajo e insistencia terminan por catapultar su carrera (Va por todo aquel que algún día se arriesgó, quien pudiendo hacerlo no se conformó).

Tras cerrar el círculo, podemos decir que Sen Senra realmente ha sabido abrirse el pecho y plasmarlo como nunca antes. Además de constituir un referente en varios planos para artistas masculinos, hablamos de un artista con verdadera aptitud para lo musical en su sentido más amplio. ‘Corazón Cromado’ es el sentimiento hecho letra de un artista que puede dejar el listón alto sin que la presión afecte a la calidad de un proyecto excepcional que sigue causando sensación. La libertad y el éxito se han encontrado en Sen Senra, y realmente ha valido la pena.