Lo sabíamos y lo teníamos claro. El perfil de Juancho Marqués, miembro de Suite Soprano, encajaba a la perfección en nuestros cuestionarios. No es poco el tiempo que llevamos detrás de él, pero ha merecido la pena. Sumergido en el fin de gira de «Domenica», el último disco de su grupo, y experimentando las sensaciones de lo que será su próxima referencia con Elhombreviento, el protagonista de hoy se olvida de los conciertos, hoteles, videoclips o promociones para recordar que detrás de todo artista hay una persona. Eso si, hay que tener interés en querer ser sincero y mostrar a tus seguidores cómo eres de verdad. Pasen y disfruten…

Pregunta. ¿Cuál es el don que le gustaría poseer?

Respuesta. Poder teletransportarme.

P. ¿Cuál es su película favorita y por qué?

R. «La vida de Brian» (Terry Jones – 1980). Me río mucho cada vez que la vuelvo a ver. Me recuerda a una época feliz de mi vida.

P. Un recuerdo que le haya marcado, para bien o para mal, de su infancia

R. Seguramente, la muerte de mi hermana. Hace poco, me di cuenta, reflexionando sobre mi y sobre mi música, que hablaba demasiado de ella. Una cosa que jamás he pretendido es dar pena con ello, no me gusta la gente que utiliza el dolor para que le den la palmadita en la espalda, me da bastante asco eso. Además, tampoco considero que haya tenido una vida tan jodida si me comparo con muchas otras personas. He pasado por momentos dolorosos, pero como todo el mundo. En ese punto, hace poco me empecé a preguntar a mi mismo el porqué lo hacía.

Yo nunca sufrí el duelo de la muerte de mi hermana, era muy pequeño y a esa edad no entiendes lo que es la muerte, ni tampoco la comprendes. Me cuesta recordar cosas con ella. En cambio, si me recuerdo con claridad preguntando por ella a mis padres. Recuerdo como si fuera ayer a mi madre intentando explicarme porqué ya no estaba, al preguntarle que cuándo iba a volver. «No va a volver», me dijo. «Ahora es esa estrella de ahí», me dijo señalando a la que más brillaba. «Cuando quieras hablar con ella, mira para arriba y búscala. Ella te escuchará desde allí».

Durante los siguientes años, viví creyendo que de verdad ella estaba ahí. Incluso a día de hoy, aunque obvio dejara de creer aquello, sigo teniendo la costumbre de buscarla cuando miro al cielo, o de pedirle ayuda mirando esa estrella si tengo momentos jodidos y no sé a quién acudir.

Dicho esto y volviendo a la pregunta, lo que más me ha marcado, más que su muerte, ha sido su ausencia. Como decía, dándole vueltas a todo esto, me di cuenta que este hecho marcó profundamente mi personalidad. En este sentido, me empecé a cuestionar la existencia de Dios y a plantearme temas metafísicos desde una edad muy temprana. Y dejé de creer en Dios muy pronto también. Sentía que era imposible que si existiese fuera tan hijo de puta como para dejar morir a las buenas personas, y, encima, hubiera tanta gente haciendo daño que seguían vivas. Me parecía injusto, y eso me cabreaba y me generaba rabia. Incluso le retaba mentalmente a que me matara a mi y le devolviese la vida a ella. Pobre iluso.

A raíz de esto, ya de niño, empecé a tener insomnio. Toda esa idea sobre la muerte y el qué hay después. Sobre todo, tenía un miedo muy profundo a la nada, al vacío. Me aterraba la idea de apagarte y no volver a sentir. Eso era lo que más. Ni siquiera me gustaba dormir, me asustaba el hecho de ‘perder la consciencia’ y no controlar tu cuerpo durante todas esas horas, además de una pérdida de tiempo.

Nunca antes había hablado sobre esto, seguramente, porque ni yo era consciente de ello hasta hace relativamente poco. Por todo esto, supongo que no hay nada que me haya marcado más.

P. ¿Cuál es su definición de éxito?

R. La felicidad.

P. ¿Se considera feliz?

R. No.

P. ¿Cuál cree que es su misión en la vida?

R. Trascender, no pasar en vano por el mundo. Con toda esa idea del miedo a la nada, desde pequeño sentí que tenía que dejar algo en el mundo que perdurara en el tiempo, que no muriese. Por eso empecé a escribir…

interior-juancho

P. ¿Con quién le gustaría naufragar en una isla?

R. «La verdá es que nunca me había preguntao ezo» (APM voice)

P. ¿Qué no haría ni por todo el dinero del mundo?

R. En según que circunstancias, todo el mundo es potencialmente capaz de hacer cualquier cosa.

P. ¿Cuándo miente?

R. ¿Cuándo no?

P. ¿Qué no perdonaría?

R. No lo sé. He perdonado cosas que pensaba que nunca sería capaz de perdonar. Supongo que es una cosa de nuestro cerebro, que está preparado para eliminar los recuerdos negativos de la parte consciente y almacenarnos en el subconsciente, como mero mecanismo de supervivencia. El tiempo lo cura todo, que dicen. Eso sí, no me olvido de ni una. Aún así, seguramente lo que más me jode es la traición entre amigos.

P. ¿Cuál es su gran miedo?

R. El verme un día viejo y sentir que he dejado pasar la vida sin haberla aprovechado.

P. ¿Cuándo y dónde fue más feliz?

R. Soy feliz cerca del agua. Si tengo el mar cerca, se me quitan todos los pensamientos negativos de una. Supongo que la gente de Madrid entiende bien esto.