Es muy posible que en los últimos meses hayas escuchado su nombre en más de una ocasión. En caso contrario deberías hacer caso a Kendrick Lamar y desde este mismo instante recordar su motherfucking name. Kemba, de tan solo 26 años, es un rapero originario del Bronx que está ocupando en los últimos meses las páginas de muchas publicaciones musicales después de que Kendrick Lamar le invitara a subir al escenario durante uno de sus directos y animara a todos los allí presentes a no olvidarse de su nombre.

Sin embargo, y pese a que muchos han conocido su música gracias a ese momento, Kemba es mucho más que un nombre en la boca de Kendrick. Rapeando desde los trece años, el del Bronx destaca por su impresionante técnica al micrófono y por una cuidada y comprometida lírica. Estamos ante un completo artista que, a base de trabajo bien hecho, se está ganando el respeto de muchos. No hay más que echar una escucha a su discografía para corroborar su talento, para augurar que Kemba tiene un futuro prometedor por delante.

Después de sacar dos mixtapes –«You’re welcome» y «Fall FWD»– y un LP bajo el alias Yc The Cynic, el artista decidía hace unos meses cambiar su nombre por Kemba, un cambio que pilló por sorpresa a muchos y con el que el MC pretende reflejar la evolución que personal y profesionalmente ha sufrido desde que comenzara a rapear, siendo prácticamente un niño. Toda una declaración de intenciones por parte de una persona que ha visto en la música un vehículo con el que saciar sus necesidades culturales y personales. Unas inquietudes que paralelamente ha ido sacando a la luz gracias a iniciativas como Rebel Diaz Arts Collective, un centro de arte creado por el grupo Rebel Diaz y el propio Kemba a través del cual no solo pudo dar rienda suelta a su vena creativa sino motivar a los más jóvenes a aprender, a luchar por aquellas causas que consideraran justas, por todo aquello que les motivara en la vida.

“Todo lo que he aprendido es resultado directo de alguna experiencia que he vivido en el Bronx. La escena de rap aquí es como la del resto de New York City, dispersa”.

Tras su anterior álbum, «GNK (2013)», Kemba sorprendía a mediados del año pasado con Negus, un trabajo que ha sido calificado por la web de Red Bull como uno de los discos más potentes del año. Razones no le faltan. Canciones como «Caesar’s Rise», «The New Black Theory» o «Already» son solo algunos ejemplos del potencial del que puede hacer gala Kemba. Un artista que, según nos comenta, debe toda su inspiración y su motivación para rapear a su barrio. “El Bronx lo es todo para mí. Todo lo que he aprendido es resultado directo de alguna experiencia que he vivido en el Bronx. La escena de rap aquí es como la del resto de New York City, dispersa. Hay mucha gente con talento en muchos rincones del Bronx, y en todas partes. Es genial cuando oyes que alguien de aquí, por sus propios medios, ha conseguido hacerse un nombre”, comenta.

Un barrio por el que Kemba pasea a menudo con los ojos y la mente bien abiertos, y es que todo lo que le rodea es para él susceptible de convertirse en protagonista de alguno de sus temas. “Las cosas que veo, que leo, que escucho. Las experiencias son las que me influencian y motivan. Una conversación que oigo, una nueva canción de samba, una viaja canción pop, una noticia… Todo me ayuda a escribir. Mi mejor trabajo lo creo cuando estoy inspirado por todas estas cosas”.

La música le ha enseñado que “todos podemos relacionarnos con todos” y que “no hay barrera que la música no pueda traspasar”. Ese es precisamente uno de sus actuales objetivos, ir derribando muros para intentar llegar a todos los rincones posibles. Una hazaña en la que le hubiera gustado tener de testigo a su madre, fallecida el pasado mes de febrero. “Mi mayor miedo era no ser capaz de alcanzar el éxito lo suficientemente rápido como para que mi madre lo disfrutara. Por desgracia mi temor se ha hecho realidad”.

“Quiero que la gente se ponga este disco y escuche sus propios pensamientos y sentimientos, que les abra nuevas perspectivas”.

Si algo llama la atención de Kemba son sus letras. Líricas comprometidas que buscan reflejar realidades, despertar conciencias. Uno de los objetivos que se planteó Kemba con «Negus» fue conseguir que ciertos colectivos escucharan sus temas, que les llegara el mensaje que les quería transmitir a través de canciones como «The New Black Theory» o «Brown Skin Jesus». “Quiero que todo el mundo lo escuche, pero necesito que los negros lo hagan. Quiero que sepan que no están solos, que no son irracionales, que no son mala gente, que no son outsiders. Quiero que la gente se ponga este disco y escuche sus propios pensamientos y sentimientos, que les abra nuevas perspectivas. Quiero que la gente lo escuche y se sienta segura cuando salgan a la calle”.

Desde la intro de «Negus», tratada de un modo exquisito para invitarnos a volar a través de la música desde el minuto uno, hasta el outro que cierra el disco, el artista no solo lanza dardos contra todo aquello que corrompe nuestras vidas, cuando lo considera oportuno extiende también un colchón de rosas para todos aquellos que hacen de nuestro mundo un lugar mejor. “Creo que hay toneladas de superhéroes reales. Hay mucha gente haciendo frente a villanos realmente poderosos. Solo en mi barrio están RodStarz, G1 o Claudia de la Cruz. Hay un montón de superhéroes, solo que no usan capas”.

Kendrick Lamar ha sido una figura que ha cambiado irremediablemente el rumbo de su carrera. Lo que vivió durante la tarima el día que Lamar le invitó a compartir escenario es uno de esos recuerdos que, según el artista, le acompañarán siempre. “Estuve en shock durante varios días. Desde entonces han cambiado muchas cosas. Me ha dado un poco más de influencia para hacer lo que estaba haciendo. A raíz de lo de Kendrick hay más oyentes, más oportunidades. Todo”. Precisamente hace poco Waka Flocka mostraba su admiración por Kemba en redes sociales dándole de esta manera un nuevo empujón mediático de esos que nunca están de más si, como en el caso de Kemba, está justificado al amparo del buen gusto, al abrigo de la calidad.

A pesar de que muchos vivimos siempre en continua búsqueda de talentos para saciar ese ansia interna de música con la que convivimos a diario, es cierto que es difícil llegar a todos esos rincones tras los que habitan grandes artistas. Después de que Kendrick Lamar nos descubriera el nombre de Kemba hemos pedido al del Bronx que sea en esta ocasión él quien nos dé el nombre de algún artista al que considere imprescindible escuchar. Atentos porque hay de todo, nombres relevantes y algunos más desconocidos. “Tienes que escuchar a Anderson Paak, es mi favorito. De gente menos conocida están Mike Melinoe, es increíble, líricamente está al nivel de los mejores y su energía es contagiosa; Eli Black es muy bueno y creativo y líricamente es otro monstruo; Rebel Diaz hacen que la música revolucionaria suene genial, han tenido mucha influencia en mí; y Cole King es un increíble escritor, cantante, rapero y productor. Me ayudó mucho en mis dos álbumes anteriores y es sólo cuestión de tiempo que llegue alto”. Apuntamos.

Entre los planes futuros de Kemba lo más destacable es su necesidad de seguir haciendo cosas, de no parar y aprovechar el dulce momento que está viviendo. “Ahora mismo estoy haciendo mucha música. Experimentando con mi voz, con mi sonido, con mi concepto. Quería hacer cosas más personales. En abril me voy de gira e iré sacando más videos de «Negus». No tengo prisa por sacar nuevo disco aunque me gustaría tener algo para mi cumpleaños (21 de noviembre)”. Esperemos que, llegado el día, podamos felicitarle al ritmo de su propia música. Hasta entonces disfrutaremos de su Negus como merece, con el volumen bien alto.