Heron Preston alcanza la cima de la industria equiparándose a sus colegas de profesión. La marca del neoyorquino, que acaba de sacar al mercado las Air Max 720/95 Heron Preston junto a Nike como parte de su estrategia de colaboraciones con los jefes del ‘streetwear’ de lujo, ha conseguido en tan solo un par de años una facturación de 25 millones de euros.

Se graduó en Parsons en 2007 y desde entonces, ha tenido una carrera que le ha visto trabajar mano a mano con los peces gordos de la industria. Trabajó como especialista en marketing y redes sociales en Nike, y allí es donde conoció a Virgil Abloh, que se convertiría rápidamente en su socio en la firma BEENTRILL. También desempeñó funciones como director de arte y asesoría de Kanye West en su producto musical. Fue aquí donde Kanye vio su potencial y le metió en el proyecto YEEZY.

Virgil Abloh & Heron Preston

Heron Preston encaja más con la descripción de artista que con la de diseñador a secas. Su práctica versa más sobre una diversificación de disciplinas artísticas que se envuelven dentro de la industria creativa en todas sus ramas: música, arte y moda. Pertenece a ese círculo de gurús del Streetwear que están cambiando las reglas y que están dando un nuevo matiz al concepto de lujo. Junto a Abloh, Matthew Williams y Jaustin Sanders lanzó #BEENTRILL, que en su día fue una marca pionera en lo que hoy conocemos como moda urbana. Cuando el primero empezó con OffWhite y el segundo con Alyx, dentro del gigante empresarial NGG hicieron un acuerdo con Preston que, en tan solo dos años, ha conseguido que su marca se posicione en la cima siendo una de las que más números hace junto con Offwhite.

Antes de su debut en la Semana de la Moda de París en 2017, Preston ya había hecho un proyecto importante en el 2016 a modo de declaración de intenciones. Una bolsa de basura que se posó en su brazo le hizo cambiar el rumbo de su proyecto creativo para siempre. Esta idea del reciclaje le empujó a crear en colaboración con el Departamento de Sanidad de NY la colección UNIFORM, una propuesta con prendas reutilizadas de los propios uniformes de los trabajadores de la limpieza de las calles de Nueva York. Unas prendas que habían experimentado trabajo real y que no eran, definitivamente, de nueva fabricación. Y es que, cada vez se vuelve más importante la adopción de prácticas comprometidas con el medio ambiente. Heron ha sentido la urgencia de revisar su modus operandi y su deseo es hacer que la sostenibilidad pueda estar presente en sus creaciones, al mismo tiempo que desea contagiar de alguna manera esta concienciación a otros compañeros de profesión.

El trabajo de Preston no es nuevo, ni especialmente complejo, ni siquiera altamente creativo. Son sudaderas, vaqueros, camisetas y gorras casi iguales al resto, pero hablan de la calle y sirven para vestirse, su primer y último fin. Se trata de que te pongas una de sus prendas y te sientas cómodo. Que poseas una prenda que puedas utilizar en cualquier situación, que no haga falta estrujarte el cerebro para conseguir el look perfecto. Porque, según el diseñador, el estilo tiene que salir natural de uno, cuanto menos rebuscado sea más brillará con luz propia. Al final la ropa cuenta historias, y pretende contar la de cuanta más gente mejor. Es esa idea de comunidad la que se busca con los diseños. De suscitar en el consumidor el deseo de pertenecer a ese grupo.

Bella Hadid & Heron Preston

La paradójica idea del carácter urbano y el culto al lujo. ¿Un lujo masificado o un lujo ilusoriamente alcanzable? Un concepto de lujo que ha conseguido cambiar gracias a sus campañas de marketing donde todo parece muy normal pero solo es alcanzable para unos cuantos, ya no por el dinero si no por el mismo stock de cada artículo. Las prendas aparentemente básicas crean el deseo que pretenden porque, quien la consiga, sabe que está articulando una nueva manera de pensar y ser en la industria de la moda.

El año pasado, Preston lanzó una nueva colección en colaboración con la NASA para celebrar su 60 aniversario. Las piezas que aparecen en la colección están inspiradas en los trajes de presión que llevan los astronautas y cuentan con el logotipo «gusano» de la NASA. También creó junto a otro de los descubrimientos de Kanye West, Odyssey, la marca Basketball Skateboards, inspirada en el amor que ambos sienten al skate y al baloncesto, hobby que comparten con Virgil. Y es que, ahora mismo es casi tan importante como su amigo Abloh. Tiene, al igual que él, una de las marcas más cotizadas de la industria y ha unido fuerzas con entidades tan conocidas como Carhartt o UGG.

Heron Preston está enfocando en la sostenibilidad en el futuro. Con cada diseño, se aleja más de la idea convencional que tenemos de la industria y rompe con las reglas que estaban dictadas antes de que este grupo de jóvenes artistas llegaran a escena. Porque además de conseguir ser único en sus creaciones, consigue un concepto muy apartado de los cánones de género y clase que ya estaban establecidos sin tener que hacer grandes florituras.

Heron entiende la moda desde la calle y la calle es cómoda y práctica, no retorcida.