Si bien el fin último de LATIGO no es sorprender, cada uno de sus movimientos siempre acaba produciendo esto en todo aquel que los observa. Su buen hacer y la búsqueda continua de ir un paso más allá del resto lo hacen posible. Y para corroborar esto no hay más que ver su última pareja de baile: Salsas Sierra Nevada. Porque si LATIGO fuera comestible, sin ninguna duda sería una salsa. Por supuesto, picante. No cualquier salsa.

La firma madrileña se puso a trabajar con esta empresa familiar que nació en California del amor de Carlos por el picante. Más tarde de su creación trasladó su base operativa a Granada, lugar desde donde ahora él y su equipo elaboran salsas artesanales únicas con ingredientes naturales y ecológicos.

Por lo tanto, si juntamos el savoir faire de LATIGO en diseñar apparel y accesorios, y el de Salsas Sierra Nevada a la hora de crear el condimento, lo lógico era que esta colección cápsula tuviera tanto ropa como salsas. Dicho y hecho. De esta unión nace la propia salsa exclusiva LATIGO, elaborada principalmente con madroño, fruto representativo de Madrid, y chile Carolina Reaper, uno de los más picantes del mundo. Además, hay espacio para un jersey de motocross, camiseta y gorra trucker, ejecutados todos con una paleta de colores basada en los diferentes momentos de maduración del madroño.

La colección cápsula estará disponible desde el 12 de noviembre, con lanzamiento a las 11:00 horas desde Latigofamilia.com.