Calle, barrio, hermandad, sueños y el deseo de un futuro mejor. Esto podrían ser los ingredientes perfectos de cualquier escena hip-hop, pero en la italiana tienen aún mayor presencia.

Ya sea por la necesidad de autoexpresión, como arma para el cambio social o como un modo más de pasar el rato y divertirse, los artistas italianos han sabido hacer suyas las claves del género. Por esto u otros motivos no paran de salir nuevas voces de los barrios de Roma y Milán que, por regla general, encuentran apoyo entre los veteranos.

La casi insultante juventud de Rondo compite en números con un Guè Pequeno que siempre sale airoso de todas sus reinvenciones. No hay lugar para confrontar. Y si se hace, se deja de tener presente el verdadero objetivo. “La squadra è in attacco, qua nessuno difende”.

Seleccionamos los 10 raperos italianos a los que debes escuchar.

SFERA EBBASTA

El Trap King italiano. Por supuesto que el movimiento en Italia ya existía antes de su ascenso, pero era evidente la carencia de una cara internacional que le diera visibilidad y ayudara al resto a establecer conexiones. Sfera actúa de llave maestra.

Los que le han seguido desde los tiempos de ‘XDVR’ han podido contemplar una evolución natural y equilibrada que le ha llevado desde las calles de Cinisello Balsamo a terminar una colaboración con Steve Aoki en su mansión de Las Vegas.

Sfera no llega a la treintena y ya ha tocado cimas imposibles para la gran mayoría. SCH, Lacrim o Coyote Jo Bastard le situaron en Francia, J Balvin en Latinoamérica y Offset y Lil Mosey en Norteamérica. Su featuring con Drake sigue pendiente, y quizás sea lo poco que le falte para completar el perfil del que podría considerarse el artista italiano más influyente de la última década.

 

PAKY

La escena de hip-hop italiana tiene más que asegurada el relevo generacional. Y no de una forma en la que los que ahora dominan se sientan amenazados. Una de sus características es la total convivencia en armonía, asegurando de esta forma un trozo del pastel para todo el mundo.

Paky es de esos que abre sin llamar previamente, a veces con tanta fuerza que puede que directamente tire la puerta abajo. En menos de un año, su música ha traspasado los bloques de viviendas públicas de Rozzano hasta alcanzar todo el país. Culpable de ello fue el homenaje a sus raíces que llevó a cabo en ‘Rozzi’, el equivalente al ‘Ciny’ de Sfera, ejecutado para probar el fuerte vínculo que le une a su barrio y su familia de no sangre.

Talento puro al que tan solo le puede desviar del camino la toma de malas decisiones durante el trayecto. Si la cabeza y las buenas compañías le acompañan, podrá tocar el cielo con sus propias manos.

 

TEDUA

Antes mencionaba la conciliación entre las diferentes generaciones de raperos italianos, pero si hay un artista que condense de forma perfecta este respeto de los nuevos y de los old school, ese es Tedua. Desde la estética hasta la manera de fluir, todo en Mario Molinari resulta único.

Los discos ‘The Eminem Show’, de Eminem, ‘Get Rich Or Die Tryin’, de 50 Cent, y ‘Fuego’, de Gemelli Diversi, fueron los culpables de que comenzara a interesarse por el hip-hop. Regalados por su madre en un momento en el que no atravesaban un buen momento, le sirvieron de motivación para seguir adelante frente a las adversidades y tener una meta que alcanzar.

Zona 4 Gang y Wild Bandana Crew fueron los dos colectivos que le vieron madurar musicalmente hasta verse lo suficientemente fuerte como para despegar en solitario. Si bien no es de los más activos, cuando regresa nunca lo hace en vano.

 

SHIVA

La combinación perfecta de frescura e insolencia. Shiva no se guarda un ápice de su talento cuando tiene a bien sacarlo a pasear, por lo que pese a que no lleva excesivo tiempo en el circuito, ya se ha dejado notar.

El punk y rock que escuchaba en su adolescencia se convirtió en rap, inspirándose en pesos pesados de la escena italiana como Marracash, Club Dogo (Guè Pequeno, Don Joe & Jake La Furia) y Fabri Fibra. Intachables ejemplos todos de la transición de la primera a la segunda edad de oro del hip-hop italiano.

Su corta pero intensa trayectoria se podría seguir a través de dos lanzamientos. Primero, ‘Soldi in Nero’, presentado a finales de 2019 junto a Sfera Ebbasta, por servirle de trampolín para comenzar a darse a conocer entre el grueso del público italiano; y segundo ‘Auto Blu’, lanzada en solitario en marzo de 2020, como momento de explosión al romper la barrera de los cuarenta millones de streams en plataformas digitales como Spotify.

 

CAPO PLAZA

Estableciendo un símil futbolístico, y a sabiendas de que entre los italianos hay una más que probada buena amistad, Cristiano Ronaldo tiene la mala suerte de ser contemporáneo de Messi igual que Capo lo tiene de compartir años de plenitud con Sfera Ebbasta.

Esto último no quita un ápice de mérito a Plaza. Todo lo contrario. Es más, pese a compartir escena y ambición por salir con su música fuera del país, ha sabido realizar los movimientos precisos para conectar con artistas como Aya Nakamura, Ninho, Luciano, Gunna o A Boogie Wit Da Hoodie.

Si todavía no conocías al rapero de Salerno, el proyecto ‘Allenamento’ puede ser perfecto para comenzar a entrar en su mundo. Sobre todo ahora, cuando han pasado cuatro años desde la primera entrega, rodada en las calles de su barrio, y la última, filmada desde el imponente estadio de San Siro.

 

GEOLIER

Uno de los fenómenos virales de los últimos años en Italia. El apoyo de las calles del que hace gala Geolier se hizo más que evidente durante todo 2020, un año pésimo para la industria musical pero que en lo personal, se convirtió en el mejor hasta la fecha. A lo largo de este periodo convenció a una gran parte del público nacional y, fuera, eligió muy bien las compañías para seguir sumando adeptos.

El éxito de ‘Emanuele’, título de su álbum debut, con el que alcanzó el quinto lugar como disco más escuchado en Italia, le llevó a actuar en la final de Factor X en 2019. Sin duda, un escaparate genial para que el gran público sepa de su existencia. El estilo de Geolier rema a favor de esto, puesto que trabaja siempre con sonidos pop que adereza con un slang callejero lleno de referencias.

2021 tiene que ser el año de su segunda referencia oficial, aquel en el que consiga llevarlo un nivel más alto junto a Dat Boi Dee. Lo lógico es que de entrada a nuevos registros en los que explotar ese dialecto napolitano que tan especial hace a un proyecto con estas características.

 

GUÈ PEQUENO

Imposible entender la evolución del hip-hop italiano sin la figura de Guè Pequeno. Es toda una institución, y no solo por lo que hizo junto al tridente Club Dogo, si no también por todo lo que está haciendo actualmente.

Su música ha tenido el poder de conectar con varios generaciones en su más de 20 años de trayectoria, algo que dice mucho sobre el poder de reinventarse del artista milanés. Si con poco dinero, pocos planes y mucha improvisación consiguió consolidar su nombre, ahora, con una envidiable ética de trabajo y una visión artística de 360º sobre el producto que representa su nombre artístico, aún no se ve el final del camino.

A Guè Pequeno se le debe eterno agradecimiento por su labor, más aún en los últimos años. Lo fácil hubiera sido recluirse y vivir de los réditos, colaborando de forma puntual con aquellos artistas que se lo pidieran y fueran dignos de su confianza, pero no. Y es que, pensándolo fríamente, cualquier movimiento a estas alturas para un artista con su carrera tiene poco que ganar y mucho que perder.

 

RONDO DA SOSA

Pocos artistas pueden marcar en su primer sencillo medio millón de streams en Spotify. La clave es que, con 18 años, Rondo es capaz de contagiar a los chavales de su misma edad ese deseo por ascender y hacer realidad tus sueños, sin que esto signifique dejar tu barrio. ‘Leggenda’ y su ‘Morirò leggenda in mezzo a sti palazzi / Morirò leggenda e tu non potrai fermarmi’ (‘Moriré leyenda en medio de estos edificios / Moriré leyenda y no podrás detenerme’) es el mejor ejemplo de la ambición que posee al talento milanés.

Además de por la música, durante 2020 Rondo Da Sosa tuvo varios sucesos polémicos que, si bien no son la mejor forma, no se puede evitar que contribuyan al aumento de su popularidad. A principios de año vieron la luz múltiples videos de una pelea con el también rapero Gallagher, no sabiendo aún a ciencia cierta cómo acabó todo; y hace mucho menos, su cuenta de Instagram fue deshabitada por exponer un punto de vista negacionista a la hora de protestar por las medidas restrictivas del gobierno italiano en época de pandemia.

La nueva promesa del rap italiano tiene todo por delante para dejar huella, pero Mattia Barbieri deberá mantener los pies en el suelo y seguir haciendo ruido únicamente con sus éxitos musicales. Compañeros de escena como Shiva, Lazza y Capo Plaza ya le han mostrado su apoyo.

 

GHALI

De los artistas más puros, comprometidos y cercanos de la escena italiana. Ghali ha pasado de criarse en uno de los barrios más pobres de Milán a dar conciertos antes más de 15.000 personas. Tal vez por esto se le ve obrar con tanta humildad, dando gracias por cada logro como si fuera el primero y el último que podrá disfrutar.

No hay dudas de que el trap es el género más influyente del siglo, pero hay artistas que se quedan solo con aquello que les representa a la hora de dar forma a su estilo. Ghali trabajó este sonido pero alejado del lenguaje explícito, sexual o violento.

Su música es refinada, elegante y, por qué no, combativa. Ser hijo de inmigrantes tunecinos le ha hecho dividir su corazón entre Europa y África, razón de más para lanzar mensajes subversivos en canciones como ‘Cara Italia’ o ‘Wily Wily’.

La música como arma antes que armas en la música.

 

THA SUPREME

Representa todo lo contrario a lo que se concibe hoy con ser un artista musical. Lleva siempre el mismo look, ataviado con una capucha con sudadera morada, vaqueros, cuernos de diablo y halo y, para redondearlo, Davide Mattei ni siquiera se deja ver de manera física. Lo que vemos en sus redes sociales y videoclips es un personaje animado que parece sacado directamente del universo de Rick y Morty.

La historia de tha supreme comienza componiendo con la temprana edad de 14 años, para dos años más tarde olvidar todo lo demás que no fuera música al concluir un curso de teoría musical. Comienza produciendo exclusivamente para otros raperos, hasta que decide poner en las calles, a cuenta gotas, temas como ‘5olo’, ‘Scuol4’ y ‘Oh 9od’.

El éxito de todo lo anterior, con lo que consiguió hacerse ya un hueco no se compararon al cosechado con ‘blun7 a swishland’, doble Disco de Platino y número uno en listas de ventas durante cinco semanas consecutivas. Fue la perfecta introducción al álbum ‘23 6451’, un debut soñado en el que el propio tha supreme se hacía cargo de la producción musical, la mezcla y mastering.