La demanda urgente de equipos de protección individual continúa intensificándose, lo que hace que cada vez más marcas de todos los ámbitos dejen momentáneamente su trabajo rutinario para colaborar. Supervisadas por instituciones médicas y equipos de I+D locales, New Balance ha desarrollado una mascarilla facial de uso general. El primer prototipo fue finalizado hace solo unos días, pero su objetivo es hacer hasta 100.000 unidades semanales entre sus fábricas de Lawrence, Massachusetts y Norridgewock, Maine.

Así mismo, la firma con sede en Boston llevará a cabo la distribución mediante la coordinación directa con instalaciones médicas y la comunicación con los estados de Massachusetts y Maine, con el fin de recibir ayuda a la hora de evaluar los lugares en los que la mascarilla desarrollada encaje con la demanda y necesidades. Esta iniciativa se aleja de la búsqueda de oportunidades comerciales, tratándose de donaciones directas o con precios que cubran únicamente los costes de fabricación. Además, el proyecto de NB ha permitido mantener a muchos de los trabajadores en sus puestos de trabajo durante esta crisis económica y de salud pública, mientras los retailers están cerrados debido a la pandemia.

Al mismo tiempo, New Balance se ha centrado en cubrir otras solicitudes de EPI, incluyendo batas y cubre pies, entre otros artículos, con sus equipos de I+D. Esto hace que el desarrollo de nuevos prototipos y oportunidades de colaboración estén en constante actualización, optimizando así las capacidades de impresión 3D en EEUU. La experiencia en investigación y desarrollo industrial de los empleados de New Balance se combina con un pensamiento innovador y los recursos de fabricación nacional, de cara a resolver nuevos y extraordinarios desafíos.