Kanye West vuelve a estar desatado. Hay temporadas en las que apenas hace acto de presencia en redes sociales y otras en las que parece que se multiplica para sacar todo lo que le atormentaba.

En los últimos días, la diana de Ye han sido las marcas con las que está trabajando: GAP y adidas. Especialmente con la firma alemana, ya que ha arremetido con nombres y apellidos contra algunos de sus máximos dirigentes, el SVP Daniel Cherry y el director creativo Alasdhair Willis.

Secuestrar la línea Yeezycopiar sus diseños y crear combinaciones de colores de Yeezy sin su aprobación son las principales razones por las que Kanye se ha ido de la lengua de manera pública. Concretamente culpa a Daniel de ser el primer responsable de que esto suceda, amenazándole con llevarle a los tribunales y terminar con su trayectoria profesional: «Tendrás que buscarte otro trabajo cuando haya acabado legalmente contigo».

A Alasdhair le echa en cara su silencio ante los últimos movimientos de adidas. Como «compañero creativo», tal y como menciona Kanye, tal vez esperaba algún tipo de apoyo por su parte. Además, Willis es yerno de Paul McCartney, con el que Ye ha trabajado en el estudio en varias ocasiones, sumándose a la lista de motivos que le han llevado a exponerle públicamente.

Además de a estos dos nombres, la metralla ha llegado a varios trabajadores más de adidas. Hasta 12 personas, con publicaciones de Instagram en las que se aprecia su cara y su puesto/puestos actuales en diferentes empresas. En un primer momento la propia plataforma retiró estas imágenes, pero Kanye no se rindió y decidió publicarlas convirtiendo las captions en mensajes llenos de la más irónica positividad (ahora mismo tanto una como otra han sido eliminadas de su perfil).

En el post dedicado a Jing Ulrich entraba nuevamente en juego JP Morgan Chase, uno de los bancos más antiguos del mundo y el más grande de Estados Unidos. «Fui a JP Morgan pero, por supuesto, no me financiarán porque Jing Ulrich está en la mesa de adidas y JP Morgan. ¿Qué empresa de calzado me dará el control? Necesito ser el jefe y el máximo responsable en la toma de decisiones«, escribía Kanye en uno de sus posts dejando ver que ambas entidades se habrían aliado para conspirar en su contra.

Esto último es quizás el gran anhelo de West: tener el control absoluto y que no haya ninguna persona por encima de él. Hasta que lo consiga, bien sea en adidas, bien en GAP o en un tercero aún por conocer, en estos momentos está en marcha una campaña de boicot contra la firma con sede en Herzogenaurach.

No hay constancia de que Kanye la haya iniciado de forma directa, pero sí de que está compartiendo todos los mensajes de apoyo que le llegan de diferentes compañeros de profesión. Diddy y Swizz Beatz han sido los primeros en unirse, sacando el primer un componente racial en la historia que une a adidas con el hip hop: «Desde la era de Run-DMC, adidas siempre ha usado el Hip Hop para construir su marca y ganar miles de millones con nuestra cultura. Pero ahora somos más que consumidores, somos los dueños. Kanye y Yeezy son la razón por la que adidas es relevante para la cultura«, escribía Sean Diddy Combs en Twitter.

 

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Solo el tiempo dirá si Ye pasa al acto final y carga todo su poder contra adidas o si este es un capítulo más en la extensa historia de rabietas del rapero de Chicago. Kanye no aceptó la oferta de adidas de compra de Yeezy Venture por mil millones de dólares, así que si ocurre la primera, lo cierto es que podrían venir momentos complicados para la marca, ya que, según él, el 68% de las ventas online de adidas son Yeezy.

 

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