Quinqui

  1.  Persona perteneciente a cierto grupo social marginado, que generalmente se gana la vida como quincallero ambulante.
  2.  Persona que comete delitos o hurtos de poca importancia.

Cine Quinqui

Género cinematográfico que narra las vivencias y aventuras de conocidos delincuentes (habitualmente jóvenes) que han alcanzado la fama gracias a los delitos cometidos. Este género se hizo muy popular en España a finales de los años setenta y principios de los ochenta.

Kinki

Región que se encuentra en el medio de Honshu, la isla principal de Japón.

 

SOTA, CABALLO Y GALLO

Aprovechando el estreno de la película Quinqui Stars, atraídos por la nueva corriente artística macarra emergente y aún más interesados al ver que su protagonista es El Coleta, desde Fleek Mag acudimos a su proyección para medios en los Cines Princesa de la capital y preparamos una entrevista con su director Juan Vicente Córdoba y con el propio Ramsés, para que nos contaran la experiencia de trabajar mano a mano entre diferentes generaciones de amantes del género. Ellos son, en si mismos, protagonistas quinquis y parte de esa historia y esa cultura de barrio que espero investiguen mis tataranietos y las futuras generaciones de jóvenes neogalácticos-ultrakinkis dentro de muchos años.

Ambos, Ramsés y Juan Vicente son, entre otr@s, desde su posición en el mundo del arte, la voz en grito que defiende a la cultura de barrio, el orgullo del proletariado, el compromiso ideológico y social, el empoderamiento de la mujer, la importancia de la periferia y de esos enormes bloques de ladrillo que componen el skyline de un viaje por el downtown de los barrios mas humildes y sus gentes, castigados por la pobreza y la exclusión social.

Rodada como documental creativo con partes de ficción, os recomendamos que vayáis a verla así en plan chungo con la voz del ‘Pirri’, y que al igual que nosotros, la disfrutéis como un viaje libre y anárquico por el ayer y el hoy del universo quinqui, así que… «¡Venga! A ver si te buscas un cine para ir a ver la peliculilla guapa. ¿No, colega?».

SIMBIOSIS PERFECTA ENTRE DOS GENERACIONES DE QUINQUIS

En el preestreno de Madrid la sala llena de los Cines Paz, aplaude la actuación previa del rapero de Moratalaz, que nos roba el corazón que ya le habíamos regalado desde el inicio. Se apagan las luces, no tanto algunos móviles. La película empieza con un travelling ralentizado bordeando la cámara lenta, como un buen chute, mientras la nieve cae en la pantalla sobre el espectador, diminuto ante la inmensidad de los bloques de pisos que ocupan casi totalmente el plano, suena Jazz de fondo que se funde con la voz en off, a modo de narrador El Coleta, susurrante y cálido ante el frío que transmiten los copos del exterior. La frase que escuchamos salir de la boca de Ramsés, con tono dulce y dotando a cada letra de una fragancia mística es: «Hasta la ciudad a lo lejos, parece una postal en un día tranquilo».

Las palabras traspasan la pantalla y envuelven las butacas mientras la nieve sigue cayendo sobre los bloques de Vallecas, de Moratalaz, da igual si de San Blas o Vicálvaro, de la Concepción o San Fermín, con sus toldos verdes o azules, bloques de cemento en definitiva, y todo ello nos recuerda a inicios de algunos films de Scorsese o Woody Allen retratando los rascacielos y los callejones humeantes de su Nueva York más íntima, solo que aquí las galerías de alimentación y las droguerías son nuestro Broadway y nuestra Chinatown.

Y si la vida es una peli, la nuestra empieza como empieza la suya, ya que en la ficción El Coleta, entrevista a José Sacristán, actor fundamental del cine español y del cine quinqui con papeles en títulos míticos de Eloy de la Iglesia como ‘El diputado’ (1978) o ‘Navajeros’ (1980). En la realidad nosotros entrevistábamos a Ramsés y a Juan Vicente y preguntábamos a ambos por sus experiencias en el rodaje y como cruzaron sus caminos en esta aventura para acabar trabajando juntos.

«Cuando me adentro en los barrios para ver qué está ocurriendo en esas zonas de Vallekas, de Moratalaz, de San Blas, de La Mina, del Rabal en Barcelona, donde estaba la geografía de las películas de Cine Quinqui, donde estaban el ‘Torete’, el ‘Pirri’… pues es cuando de alguna forma a El Coleta lo encuentro en un festival de rumba que canta una canción con los Achilifunk y me encanta», comenta Juan Vicente Córdoba.

Y tanto que le encantó al director (ya os adelantamos que la oiréis en la película). A Ramsés pues directamente le veréis como el protagonista que tiene como objetivo realizar un documental sobre el cine quinqui y sus bandas sonoras, necesitando para ello a Daniel Guzmán, Enrique San Francisco o al único director del género que sigue vivo, nada más y nada menos que Carlos Saura. Haciendo el paralelismo quisimos saber como fueron los primeros contactos entre Juan Vicente y El Coleta.

«La temática, pues yo me presento y quedamos unos días después, me informo sobre él, veo todo lo que tiene subido a Youtube, todos sus videoclips que se los hace él y que hablan sobre el cine quinqui y quedamos. Me fascina y nos tiramos hablando dos o tres horas durante una tarde y me cuenta su afición como cineasta, lo que le había ocurrido con querer empezar un documental sobre la música del cine quinqui y lo que le había pasado con Saura. Entonces a partir de ahí me llevo toda esa información a casa, no duermo casi como el que dice en dos noches, dándole vueltas», explica el director.

Un Coleta, que le sirve a Juan Vicente de hilo conductor en la historia y que, además, ejerce el rol de ser su alter ego para ir narrando y documentando la vida de los barrios y los problemas de sus habitantes. Un Coleta que siempre nos responde a cada pregunta con retazos de parque, de calle y de saber muy bien de qué va la vida, deja entrever una sonrisa entre cada declaración que nos da, pero también observamos en sus ojos el cansancio humilde acumulado de los días de preestrenos y ruedas de prensa que lleva a cuestas. Le preguntamos si el rodaje fue duro y si le parece mas jodido hacer promoción del disco o de la peli.

«Ha sido durísimo, muy duro. Los rodajes son muchas horas, muchos días, pero con JuanVi como director es muy fácil trabajar, me ha exprimido mucho, todo lo que ha podido. Yo no he estado en más rodajes, pero JuanVi no chilla, le puedes hablar, proponer ideas y si le parece bien la va a coger, pero… no te la va a robar y va a decir que es suya (Risas). Es un tío que te hace la envolvente, y para hacer películas hace falta eso, te convence. Pero es fácil trabajar con él. Comparando la dureza con la promo de un disco, la peli está siendo mucho más. Irse a Barcelona, la Seminci de Valladolid, hoy todo el día, mañana, y luego la peli y el rodaje también, y eso que no hemos rodado en el Polo Norte (Risas), pero son muchas horas, hay muchas esperas, y yo aparte tengo mucho trabajo al autoeditarme».

 

“YO NUNCA HE TENIDO EL GUIÓN DE LA PELÍCULA, TODO HA ESTADO EN MI MENTE”

Una manera de gestión musical como la que atesora El Coleta, la autoedición, es un camino que te plantea, entre otras, la ventaja de la libertad creativa y la distribución casi plena del dinero que se genere para uno mismo, sin casi intermediarios, sin casi porcentajes que se quedan otros. En el mundo del cine pasa igual que en la música, tiene las mismas ventajas pero también plantea los mismos inconvenientes en los dos terrenos.

El primero siempre es la financiación, escasa, efímera y difícil de conseguir sin una major detrás pagando la cuenta de todo, pero también autogestionarse requiere la casi absoluta dedicación del tiempo al proyecto y además en áreas de producción que se salen de la máxima y primordial tarea de un artista que es la de crear arte. En este caso Ramsés también edita sus propios videoclips aunque eso es algo que le gusta y que ayudó a que Juan Vicente confiará en él para hacer el trailer. De ambas cosas, de la pasta gansa y del trailer, nos comentaban esto.

«La creación de la película ha sido un proceso muy abierto y yo me lo he pasado estupendamente, porque me he dejado a mi mismo por primera vez tener una libertad creativa de poder hacer lo que quisiera. He tenido la suerte de tener unos productores que se metieron en este proyecto y confiaron en mi, solamente, como estáis vosotros ahora conmigo, quedando a tomar un café y contándoles la idea que tenía. Y desde ese momento con lo que ya les conté dijeron: «¡Qué bien suena eso, nos gustaría aportar para producirlo!». Y así ha sido hasta el final. Yo nunca he tenido un guión de la película, todo ha estado en mi mente. Para conseguir el poco dinero que tuvimos, igual, lo conseguí a través de una memoria de cuatro o cinco páginas, también conseguí ayuda de la Comunidad de Madrid y de la Generalitat de Catalunya a través de un speech, explicando mi origen de cineasta de barrio nacido en Vallecas, conocedor del cine quinqui y mi intención de hacer esto», explica el director.

«Pues sí, he hecho el trailer, lo monté yo porque se me da bien montar, luego hay peña que me ha dicho que no, que está muy mal (Risas). Pero he hecho lo que yo quería. Cuando vi la peli y Juan Vicente me dijo lo del trailer lo pensé primero en la cabeza y luego lo hice. Si lo tengo montado en la cabeza y queda así, yo estoy contento. El trailer puede ser un poco engañoso, porque da pie a pensar que hay mas acción de la que realmente hay (Risas), pero se hace con la intención de acercar a la gente al cine, acercar a los chavales a que vengan a verla. Que mucha gente pregunta que si va a estar en YouTube. Además puedes comprar palomitas o llevártelas de casa que es más barato (Risas) Eso lo hago yo cuando voy a ver la Guerra de las Galaxias con el niño», comenta El Coleta.

Al oír hablar a Ramsés de su hijo, queremos saber si el pequeño es fan de la gran pantalla o solamente de la saga galáctica. «Claro que le gusta, hombre, a todos yo creo que de pequeños nos gusta el cine. De ‘Stars Wars’ las hemos visto todas, salvo “Han Solo” (Ron Howard, 2018), que como los buenos fans, ya no he ido a verla al cine. Disney me ha ido sacando la pasta hasta ‘Han Solo’ y ya dije: «esta la veo en casa». Y está bien, no está mal», cuenta el artista madrileño.

 

HOLA SEÑOR SAURA. HOLA DE NUEVO SEÑOR SAURA.

Y es que mientras van transcurriendo los minutos y la trama de este documental creativo con toques de ficción, falso documental y cine dentro del cine, nuestro protagonista Ramsés no ceja en su empeño de conseguir una entrevista con Carlos Saura, y descubro aquí de repente que ha nacido una intriga en mí, se ha generado un suspense en el interior de mi curiosidad, que convierte la película en un thriller donde tenemos un objetivo: Saura. Sin él no habrá documental y sin documental todo el trabajo, el esfuerzo y la ilusión no habrían servido para nada. Me tienen ganado, tienen mi atención, me reclino en la butaca relamiéndome de placer ante los giros de guión y de género que se me proponen.

«Destacar que la cinta es muy anárquica, era como decir un poco: «aquí estoy». Era salir de lo mainstream. Hay momentos, a lo mejor, que puede llevar a confusión, pero creo que siempre vuelves a recuperar el sentido. Y a mi, hacer pensar al espectador me gusta, que hagan cine para mi, que no sea el que cuando ha pasado treinta minutos y me está interesando, digo: «uy, esto ya lo he visto, me resuena». Entonces me gusta cuando de repente dan un giro que no te esperas, que tengo que pensar, que reflexionar. A mi es el tipo de cine que me gusta y en la medida de lo posible es como hemos construido el documental», explica el director Juan Vicente Córdoba.

Observamos la película como si de un informativo se tratara, un telediario a través del tiempo presente y pasado, que sube y baja, como un termómetro de la situación social y política que se respira en la actualidad como comparativa de lo que se respiraba en España en tiempos del ‘Jaro’ o del ‘Vaquilla’. En definitiva, una denuncia social en la que se plantea la calidad y la cantidad de evolución conseguida como pueblo en todos estos años. Y como guinda, el procés catalán.

«Encuentro el cine quinqui como referencia para contar lo que estaba ocurriendo en los 70 y 80 en el país en ese momento; crisis del petróleo, el paro y la dimisión de Adolfo Suarez, toda esa crispación política, ETA, manifestaciones, detenciones, en el 81 lo de Tejero… Empezamos a rodar y un poco antes del comienzo del año pasado y empieza toda esta crispación política, con el procés en Catalunya, con el tema de la nacionalidad, crecimiento de la ultraderecha, ¡Si es que estamos en los ochenta!, ¿Qué ha pasado con la transición?. Y lo que intento es hacer una reflexión sobre eso, el fracaso escolar enorme ¿Cómo puede ser que seamos el país con mayor fracaso escolar de Europa? ¿Cómo puede ser que en los años 70 y 80 hablen las abogadas de los casos de violencia de género y de lo que decían los jueces y ahora tenemos la sentencia de lo de La Manada?. Al final era intentar colocar esa parte de informativo de que este país necesita ahora mismo, pues no sé, una reforma, un cambio, se están viendo todas las humedades y las costuras por todos lados», comenta el director.

Quería hacer una denuncia social, que es al final el tema de la película. No hay muchos subtemas, no deja de ser un caleidoscopio de la situación ahora en el país. Empiezas hablando de cine quinqui y de bandas sonoras y te va transformando con las situaciones que van pasando, conocer a unas chicas raperas (Ira Rap) con tal problemática, vas un día al cine y ves una película de Agnès Varda que ni siquiera sabías quien era, te genera hablar con tu madre de machismo y poco a poco hay una reflexión sobre eso.

 

¿QUIÉN ERES? ¿QUÉ QUIERES? ¿QUÉ TE GUSTARÍA? EMPODERAR A LAS CHAVALAS

Aprovechamos la oportunidad, al oír las últimas palabras de Juan Vicente sobre las mujeres, y hacemos hincapié y aplaudimos el hecho de que como director, este madrileño nacido en Vallecas en 1957, siempre ha tenido como obsesión recurrente, y decimos siempre, remontándonos a su primer cortometraje, ‘Entre Vías’ (1995), la necesidad de ceder igual o mayor protagonismo a los personajes femeninos que componen sus historias, dotándolas de peso en el texto, en la trama y en las acciones y no simplemente exponiéndolas a ser salvadas por el prota masculino, a ejercer de mero florero acompañante del macho o a ser la servicial esposa sin decisión sobre sus actos. El mayor ejemplo de ser fiel a sus convicciones fue la cinta ‘A Golpes’ (2005), donde no le tembló la mano en ceder el roll protagonista de la historia a un grupo de mujeres, encabezadas por Natalia Verbeke. Sobre ello hablamos con El Coleta.

«Efectivamente, eso te iba a decir, ahora es una corriente, pero en 2005 no lo era. Ahora puedes pensar, hostia, está buscado ir a la ‘moda’, pero no. Él está reflejando la realidad y en ‘A golpes’ hay una boxeadora. Siendo su peli mas ‘comercial’ y con músculo y aún así lo mete ahí, que quizás en una peli de autor sería más fácil, pero en una cinta más mainstream también lo mete. Es una obsesión, un poco. Creo que es algo que JuanVi, así como otros han ido evolucionando en la vida y lo han pillado, él ya lo había pillado hace mucho tiempo. ”

Desde Fleek agradecemos que el director trabaje la igualdad de géneros de manera natural y normal desde hace muchos años, mucho antes de que se haya convertido, a día de hoy, en un challenge obvio y obligatorio a conseguir como sociedad cívica y lógica. En ‘Quinqui Stars’ veremos fragmentos del cine de Agnès Varda, nos haremos fans de la madre del Coleta y su cocido madrileño con chorizo asturiano, encontraremos interesantes testimonios de Mery Cuesta y del trabajo periodístico desde Barcelona de Montse y disfrutaremos de las potentes actuaciones de Ira Rap, Blondie y Bea Pelea, mujeres a las que el director da voz y espacio y que nos hacen recordar a las otras protagonistas del cine Quinqui, mujeres que vivieron y algunas murieron a la sombra de la fama de ellos.

Aprovechamos para agradecer, homenajear y recordar a algunas de estas chicas Quinquis que formaron parte de títulos icónicos dentro del género como: Sonia Martinez, Teresa Giménez y Susana Sentís en ‘Perras Callejeras’ (Jose Antonio de la Loma, 1985). Berta Socuéllamos, la hipnótica Ángela, en ‘Deprisa, deprisa’ (Carlos Saura, 1981), Andrea Albani por ‘El pico’ y ‘El pico 2’ (Eloy de la Iglesia, 1983, 1984) o Berta Cabré en ‘Fanny Pelopaja’ (Vicente Aranda, 1984).

 

«YO SOY KINQUI CON ‘K’ Y CON ‘Q'»

Se nos acaba el tiempo de la entrevista, estamos tan a gusto que personalmente podríamos seguir horas, pero es imposible, y aún nos quedaban un montón de preguntas que hacer, pero en un mágico giro de guión, su exquisita jefa de prensa, Eva, nos regala dos minutos que se convierten en cuatro, antes de que El Coleta y Juan Vicente continúen con su promo y se pierdan en la entrañas de la Cadena Ser.

Le damos a Ramsés a elegir entre hablar sobre la heroína o sobre si su condición y trayectoria como artista kinqui le ha llevado a ser el único y primer responsable a su edad, de este resurgir del género macarra ya no solo como tendencia musical sino como orgullo de vida. ¿Y para que respondernos a una pregunta si puede respondernos a las dos?. Grande.

«Sí hombre, sobre lo del rollo kinqui, Jarfaiter y yo, somos los que llevamos lo kinqui. Luego hay gente que lo utiliza un poco, como el que dice alguna cosilla, pero no está tan vivido. Yo soy el Rey del rap kinqui y Jarfaiter es el heredero, y no hay más. Cierto que ha habido gente como el Toscano, Javierpetaka, incluso hasta los Herméticos (Hermanos Herméticos), que también iban por ahí, no quizá por el Quinqui de los años ochenta, sino por el kinki de los noventa o actual. Toscano es súper kinki, es un rap kinki y el Petaka también, pero es kinki con ‘K’ no con “Q’ . Yo soy kinqui con ‘K’ y con ‘Q’. El que ha empezado a petar el kinqui con ‘Q’ he sido yo y luego Jarfaiter es igual, kinqui con ‘K’ y con ‘Q’. Totalmente, y somos, creo yo, los únicos. Luego otros pueden decir, mira el ‘Pirri’ o el ‘Torete’ pero es una cosa menos obsesiva que lo nuestro. ”

 

¿ES LA VIEJA HEROÍNA QUINQUI LA NUEVA HEROÍNA KINKI?

Fue como una plaga que se llevó por delante a millones de jóvenes entre las décadas de los 70 y los 80, entre ellos a toda la generación de delincuentes-estrellas que protagonizaban las películas por las cuales estamos aquí. Queremos saber si la heroína murió con su generación, si aún es una amenaza o si existe alguna nueva o vieja droga que pueda devorar a las futuras generaciones de nativos kinki-digitales, aparte de Instagram y la Coca Cola.

Jairo Vargas para Público

«Se sigue fumando heroína. Ha pegado un repunte. Yo creo que para mi generación y para mi, desde pequeño ha sido una cosa asociada a yonkis, jeringuillas y todo era como prohibido. En mi generación fue más la cocaína, porque la coca era algo como de triunfadores, en cambio la heroína era la del puto yonki que está ahí hecho una mierda. Mucha gente de mi época ha acabado muy mal con la cocaína y yo he visto fumar a chavales de veinte años, que fuman heroína quizá porque desapareció ese yonki y no lo han visto. Realmente la diferencia entre fumar heroína y esnifar cocaína son los efectos pero no vamos a decir que una droga es mejor que la otra», comenta El Coleta.

 

AHORA LOS KINKIS YA NO LLEVAN ZAPATILLAS PAREDES

Podríamos decir que el cine Quinqui nace en 1959 con la cinta ‘Los Golfos’ del director omnipresente en todo este lío, Carlos Saura. No sería hasta 1974 cuando se emancipa como género en el celuloide y se va a vivir solo, con la película ‘El último viaje’ de Jose Antonio de la Loma, y se puede decir que todo muere en 1989 con ‘¡Puta miseria!’ de Ventura Pons. Los 90 no querían yonkis de caballo, gustaban más las rutas del bakalao y los pollos, eran tiempos de caricaturizar el género en ‘Makinavaja’ (Carlos Suarez, 1992) o de reinventarlo con niños pijos en ‘Historias del Kronen’ (Montxo Armendáriz, 1995).

Durante el Siglo 21 hemos tenido dispersos, diversos y poco realistas estrenos patrios que tocaban lo kinki aunque sin mancharse. Pero en 2016 con el estreno de ‘Criando Ratas’ de Carlos Salado algo cambia y se abre la puerta a recuperar el género sin hacerlo de manera impostada. Ha llegado ‘Mala Ruina’ y ahora se estrena ‘Quinqui Stars’. Agradecidos por ello, nos despedimos con la recomendación, ya seáis kinkis o no, de que vayáis a los cines a verla, porque aprenderéis un poco de esa otra historia de la España periférica y marginal de la que nadie suele hablaros ya. Y qué mejor que hacerlo de la mano de este par de artistas cercanos, trabajadores, humildes y, sobre todo, reales.