Pocos o ninguno pueden imponerle un ritmo a RiFF RAFF. Desde el comienzo de su carrera se ha dejado guiar en todo momento por la creatividad, haciendo la música que le apetecía sin pensar en la moda imperante o próxima corriente en explotar.

Su nueva conexión con Yelawolf es una muestra más de este universo, dejándose llevar por un sonido en el que los años 80 se ponen al servicio de sintetizadores. El verso del artista de Alabama en ‘TiP TOE 4’ camina por el mismo sendero pero optando por un acabado más melódico.