Los tiempos están cambiando. La música también. México siempre ha sido referencia en el panorama del rap en español y el inicio de este párrafo no quiere decir lo contrario. Con letras francas y descarnadas, a menudo teñidas de reivindicación y realidad, los mayas son referentes de las rude bars latinas y el rap conciencia. No hay ninguna duda. Por su parte, los flows desenfadados y melódicos nunca han sido su seña de identidad, aunque esto podría estar cambiando.

Ahora más que nunca la cultura es transnacional. Gracias a internet las líneas fronterizas de las influencias se desdibujan, y los nuevos artistas buscan la innovación en países ajenos. Aunque el nacimiento del género en Estados Unidos siempre queda marcado, una de las características más importantes y especiales del Hip Hop es su capacidad natural para representar sonoramente el espíritu de la calle donde se hace y la tradición folclórica de la misma. Con YouTube, los raperos de esta generación han crecido con más artistas que los que sus padres les enseñaban, y esto se nota en sus obras. Y es así como gente como Robot, Alemán y Gera MX están cambiando las formas de hacer música en México, sobre todo en lo que a flows se refiere.

Los tres nombres dados no están por casualidad, y es que cada uno representa la cabeza de los tres subgéneros más extendidos del hip hop, y destacan sobre todo por una cosa: su flow. Alejándose de un estilo de rapeo hardcore y clásico que se viene haciendo en México tradicionalmente, estos raperos han conseguido refrescar el sonido nacional con una fluidez que suena muy gringa. Con desparpajo y chulería, sus canciones parecen ser un bloque único en el que no se realizan pausas dramáticas. México está más cerca de que nunca de sus vecinos del norte, por lo menos en el aspecto musical.

De estos ‘Reyes de la Nueva Fluidez Mexicana’, el que mejor ejemplifica lo anteriormente dicho es Robot. El rapero oriundo de Mexicali, estado fronterizo de California, destaca por su tranquilidad ante el micrófono. Siempre sobre un ritmo suave, las intervenciones de Kevin Ramón Gutiérrez Jauregui son sosegadas y melosas, siempre positivas y representantes del Chill rap/trap (rozando en ocasiones el tan extendido en la actualidad, R&B). Su música siempre es buena compañera de las palmeras y el verano, cálida y pegajosa como la estación. Chulería digna de Outkast o Snoop Dogg, a quien en distintas ocasiones ha descrito como su referencia y a quienes geográficamente no tiene muy lejos. Como recomendación, su último álbum “José Ramón” ejemplifica a la perfección lo dicho.

Alternativo podría ser la palabra que definiera al rapero. En un panorama en el que predomina la crudeza de la calle en su expresión y forma, Kevin opta por mostrar una realidad más positiva en sus letras. Esto, inevitablemente, se refleja en su sonido con ritmos desenfadados. Y es que las goods vibes son un tema central en su obra, la demostración de que en el barrio también se pasa padre.

Siendo un representante más clásico, Gera MX sigue rapeando sobre ritmos de la vieja escuela. Los ritmos con una gran presencia del bombo y la caja, de esos que enfatizan las frases que luego los fanes se tatúan, son sus favoritos. Clásica podría ser la palabra que definiera su obra de no ser otra vez por esta nueva fluidez de la que se está hablando, y de los samples latinos que utiliza como base. Siempre orgulloso, Gerardo Daniel Torres Montante rapea de forma tan melódica que incluso las pausas entre patrones casi molestan. Verdaderamente, escuchar a El Cachorro 444 (como también se le conoce) es lo más parecido al West Coast Rap en español. Un deje chicloso en su entonación que engancha. Como obra culmen y gran culpable de su éxito, ‘Los niños grandes no juegan’.

En sus temáticas brilla una gran capacidad de storytelling. Su infancia y su crecimiento en unas calles no siempre amables marcan unas letras en las que no por lo anterior se muestra una realidad siempre descarnada. Su historia, mostrada en su larga discografía, relata unas vivencias de superación desde lo más bajo hasta lo más alto, siempre con orgullo y sin edulcorantes pero no por ello se extrae la alegría. Viajar a San Nicolás es lo que consigue provocarte Gera cuando rapea, a un lugar lleno de movimiento y color, que aún duro, tiene muchas posibilidades en cada esquina.

Por último, y por ello el más importante y reconocido, Alemán. Este trapero es uno de los artistas con más relevancia nacional, gracias a entre otras muchas cosas, su habitualidad en las colaboraciones con los pesos pesados del trap latino. Duki, Akapellah o Kidd Keo son solo algunos de ellos. Erick Raúl Alemán Ramírez es más versátil que sus dos acompañantes. Aunque el trap más puritano es su ambiente favorito, no sorprende a nadie cuando se le ve surfear una instrumental boom bap, o una canción melódica que roza casi la balada (siempre con un aire callejero, claro).

Su flow es el habitual en este texto, pura melodía. A pesar de vivir una industria actual en la que el ritmo destaca por encima de la armonía, el rapero mexicano consigue un nexo completo gracias a su fluidez melosa. Con un deje que parece casi gringo, el artista de Baja California es pura elegancia, ya sea en un tema celebrando con sus homies o sobre una producción casi electrónica en la que el cuerpo pide la agresividad verbal correspondiente. Para conocerle, su álbum “Humo en la trampa”, del que ha sacado otras dos ampliaciones.

En su caso, las temáticas también distan del habitual rap conciencia que se ha desarrollado en México como costumbre. El orgullo de clase se dirige en este momento hacia la chulería más canalla de la competición más noventera. Ya sea hablando de malientería o de amor, de sus compas o de su familia, Alemán siempre se planta encima de un micro para decirte que es el mejor. Bien con líneas en su materno español o en inglés, el rapero siempre queda por encima. Y si tiene que dejar a parte del panorama por el camino, pues no hay problema.

Fotografía: David Barajas

Estos tres son la punta de un iceberg que bucea profundo en el panorama. Se podría decir que son la cara visible de una escena que cada vez tiene un peso más internacional. Robot con lo bonito de ser rapero, Gera MX con su retrato de la realidad y Alemán con su ánimo de competición ejemplifican las corrientes principales hacia donde se ha dirigido el hip hop, y un cambio de paradigma en la música mexicana. Basada en los ritmos hardcores y las barras conscientes, estos tres ponen encima de la mesa la importancia de renovar y diversificar los flows.

No solo son los tres mencionados los que están echándose las riendas a la espalda para dirigir esta nueva corriente. Otros nombres como MC Davo, Cartel de Santa, Santa Fe Klan o Bipo Montana también pueden estar dentro de este grupo en el que el estilo pesa más que el mensaje, sin dejar vacío este último. México cada vez se gana más un hueco en la vanguardia de la música mundial.