Es el tema más experimental y de más duración de la carrera de Sen Senra. Con un videoclip que encaja y acompaña la vibra del tema perfectamente, el cantante consigue transportar a los oyentes a un mundo paralelo mediante un sintetizador que lidera los diversos cambios de ritmo, varias armonías vocales y un preludio que hace de una misma canción, dos distintas.
“No me definen mis espinas, me define mi fragancia”, canta Sen Senra, siempre fiel a su visión y su identidad.
“Ni respeto ni dinero, no lo quiero, hice lo que hice porque quise, sin pensar en nada más”.