Lars von Trier es sin duda uno de los directores más polémicos y controvertidos de todos los tiempos. Con sus trabajos divide a la crítica en dos, no existen medias tintas ni puntos medios, o le admiran, o le odian. Con cada propuesta desprende transgresión y talento a partes iguales.

Según ha afirmado el director danés, la escritura del guión y posterior realización de “Anticristo” la llevó a cabo tras una depresión de la que pensó que jamás podría salir. Tal vez ese sea el motivo por el que esta sea una película oscura, en la que se analiza la naturaleza humana, los miedos y las experiencias más traumáticas.

Lars von Trier nos acerca y nos permite acompañar a una pareja en el proceso de recuperación emocional y física producido por la muerte de su hijo. El marido – Willem Dafoe- aprovecha su profesión de psiquiatra para intentar ayudar a su mujer – Charlotte Gainsbourg- en este largo y difícil camino.

La película está dividida en seis partes:

PRÓLOGO. La cámara lenta, el Lascia ch´io pianga de Händel, y el blanco y negro de la imagen forman el conjunto de componentes culpables de que desde el primer momento nos dejemos llevar y disfrutemos de cada segundo de proyección.

El placer sucede a la desgracia. Todo cambia rápidamente, y de un momento a otro, toda la estructura que habías creado alrededor de ti y en la que te sentías seguro se derrumba y te sientes débil e indefenso.

– CAPÍTULO PRIMERO: Desconsuelo.

¿Dónde te sentirías más indefensa? ¿Cuál sería el peor sitio?

Observamos a la mujer sumida en un estado de depresión, en un primer momento el dolor es interior, el alma está herida y necesita ser curada, pero poco a poco se transforma en un dolor físico, la ansiedad se abre paso.

En esta segunda división se invierten los sentimientos anteriores, ahora es al contrario, es necesario de ese goce, de esa pasión, para calmar el desasosiego e inestabilidad interior. La única forma de vencer a esa ansiedad que tiene la protagonista es mediante el sexo.

Ante la pregunta que sirve como introducción a esta parte de la película, la mujer responde que lo que le atemoriza más es el bosque Edén, lugar en el que había pasado mucho tiempo, junto con su hijo, elaborando la tesis en la que estaba trabajando. Lo que antes era un lugar donde refugiarse y trabajar con calma, ahora es el motivo de la mayoría de los miedos.

La violencia comienza a manifestarse a través de la protagonista, que ante un ataque de ansiedad comienza a auto-agredirse golpeándose la cabeza con la taza del wáter.

Anticristo-9

– CAPÍTULO SEGUNDO: Dolor (El caos reina)

La naturaleza es la iglesia de Satán.

En el trayecto hacia la cabaña situada en el bosque Edén, el marido consigue que la mujer, mediante una sesión de introspección, recuerde cuál es el principal factor por el que teme ir al bosque. Un llanto de un bebé que no pertenecía a su hijo tiene la culpa. Asistimos a una especie de suceso paranormal.

Haciendo una digresión, el bosque siempre tiene un significado de oscuridad, simboliza lo oculto, lo peligroso, lo abandonado. Esta concepción no es ni mucho menos actual, existen leyendas japonesas con seres mitológicos como protagonistas, donde se habla de la existencia de demonios en el interior de los bosques.

Volviendo al análisis de “Anticristo”, en la relación entre los protagonistas se producen avances y retrocesos. Por ejemplo, entre los retrocesos encontramos una nueva manifestación violenta, en la que la mujer agrede tanto físicamente como psicológicamente al marido echándole en cara su arrogancia. Como avance se da uno bastante importante, y no es nada menos que la completa y milagrosa recuperación de la mujer, o al menos eso dice ella, aunque el marido no acaba de creerlo. – CAPÍTULO TERCERO: Desesperación. (Ginocidio)

¿Dónde estás? ¡Dijiste que querías ayudarme!

El hombre encuentra documentos en la parte de arriba de la cabaña pertenecientes a la tesis que estaba desarrollando su mujer. El tema central de la tesis es el «ginocidio«, el exterminio de mujeres durante la caza de brujas que tuvo lugar a finales de la Edad Media con el cristianismo como religión dominante.

En una conversación con el marido, la mujer admite estar en parte de acuerdo con los asesinatos cometidos contra mujeres en este período histórico, piensa que si la naturaliza humana es mala, la de las mujeres también lo es.

El miedo al abandono dirige a la protagonista al punto más alto de violencia alcanzado, en ocasiones rozando el sadismo. No nos lo esperamos, nos deja completamente desorientados.

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– CAPÍTULO CUARTO: Los tres mendigos.

– ¿Querías matarme? – Todavía no. Los tres mendigos aún no han llegado.

Para entender el concepto de “los tres mendigos” tenemos que volver a acudir a la simbología religiosa, en la película, en forma de metáforas, aparecen un ciervo, un zorro y un cuervo, “Los tres mendigos”. Estos animales simbolizan los sucesivos procesos de duelo por la pérdida: tristeza, dolor y desesperación. El Ciervo simboliza el alma de Dios, representa también la vida, en el filme se presenta corriendo con un feto colgando, pretende recordar la muerte de su hijo; el Cuervo es símbolo de mortalidad y el Zorro, símbolo del diablo, representa el engaño. Precisamente es en el momento en el que el marido es engañado por el zorro, cuando se da paso al completo caos y a la tortura.

Cuando parece que el desenlace del marido está decidido, este parece contagiarse de las fantasías de la mujer y da la vuelta a la situación sorprendentemente. Lleva una vez más la violencia al extremo. Da un nuevo significado a la palabra “ansiedad”.

– EPÍLOGO.

El director danés cierra con esta última parte esta película. Comparte el blanco y negro y la misma música que el prólogo, aunque en esta ocasión no hay cámara lenta.

La última escena es una metáfora, y nos muestra al marido caminando por el bosque mientras centenares de mujeres le rodean. Aunque es difícil dar una explicación a esta secuencia, apuesto a decir que se trata de una liberación de almas. Se ha “liberado” a todas las víctimas de ese “ginocidio”.

En Anticristo vamos a encontrar una película muy bella en el apartado técnico  -posee una fotografía cuidada al detalle- , con unas interpretaciones fantásticas – Charlotte Gainsbourg está impresionante – pero muy complicada de entender en su totalidad por la cantidad de simbología y metáforas que utiliza.

Nota: 8/10