Tengo solamente dos cosas que valgan la pena. Esta camisa y esta pistola. No puedo daros la camisa porque la necesito para protegerme. Pero si me ayudan a echar el bote al agua, la pistola es vuestra.

Tras su ópera prima, «Shotgun Stories», y hacer “cine fantástico Indie”, como algunos catalogan a «Take Shelter», el joven director Jeff Nichols estrenó, en 2012, «Mud», un viaje por la América más profunda – como ya ocurriera en «Take Shelter» – donde contemplaremos maravillosos amaneceres y atardeceres, viviremos en casas flotantes, correremos por bosques y senderos y atravesaremos varias veces en bote el río Missisipi.

Ellis y Neckbone son dos jóvenes de 14 años que, en una de sus escapadas a una isla cercana para ver por primera vez un bote que ha quedado encallado misteriosamente entre las ramas de varios árboles, descubren a Mud, un fugitivo que huye de los cazadores de recompensas. Tras una primera toma de contacto, los chicos acceden a ayudarle con su plan para huír de allí junto al amor de toda la vida, Juniper. Lo que en un primer momento parecía sencillo, se va complicando y el ansiado reencuentro queda en el aire.

Fuerza, valentía, decisión, amor y madurez, serían algunas palabras que definirían «Mud». Tanto Ellis como Neckbone no son conscientes de la gravedad de los problemas en los que se están metiendo al ayudar a Mud, solo ven un posible final, un final bueno, el ideal. Idealizando el desenlace evitan mirar hacia atrás y temer que el miedo les haga darse cuenta del alcance de las acciones que están llevando a cabo. Ellis, sin saberlo, aprende de todas aquellas personas con las que habla, de todas saca algo que le enriquecerá, aunque una vez más no es consciente de ello, le ayudará en el camino hacia la madurez.

El tema central de la película es este camino hacia la madurez, el final de la infancia y la entrada en una nueva y compleja etapa de la vida, pero no hay que olvidar el peso que tiene el amor en esta historia. Un amor sincero, inocente y verdadero. Se mantiene una lucha entre la posición que defiende el amor y aquella que cree que no existe. Ellis y Mud pertenecen a la primera parte y Tom y Senior, el padre de Ellis, hacen lo propio con la segunda. Varias frases lo dejan patente, por ejemplo Ellis, en un momento de la historia, cuando Juniper le pregunta el porqué les está ayudando, el responde que porque se aman el uno al otro. Ellis piensa que esto es motivo suficiente como para arriesgarlo todo para que estén juntos. Un acto heroico que nos deja ver mucho de su interior.

Por otra parte, Senior y Tom son mucho más pesimistas en este terreno. En una conversación con su hijo, Senior le dice: “No confíes en el amor, Ellis. Si no tienes cuidado, te dominará y te arruinará”. Unos días atrás, Tom le llama y le pregunta si sigue ayudando a Mud y le intenta convencer para que deje de hacerlo con estas palabras: “La verdadera causa de todo el problema de Mud es ella. Desde que tenía tu edad, está enamorado de ella. El problema es que ella solo se preocupa por si misma. Se lo dije a él. Es capaz de acostarse con la serpiente más malvada y cuando las cosas resultan mal, volver a buscar a Mud. (…) En cualquier caso esos dos están destinados al fracaso”. La opinión de su padre la respeta enormemente, y no dice nada que pueda contradecirle, pero con Tom no se guarda nada, estalla y le grita diciéndole: “Ellos se aman y saldrán adelante. Si no fuera un viejo decrépito sabría que es así.” Estos dos obstáculos no hacen si no darle más fuerzas y decisión para seguir adelante con su plan.

“Mud” posee una técnica de realización sencilla pero compleja a la vez, es decir, a lo largo de la película no hay arriesgados movimientos o tiros extraños de cámara, presenciamos mayoritariamente paneos y travellings, y aquí es donde se hace complejo, ya que la labor de hacer que estos movimientos funcionen en pantalla y se acoplen perfectamente con las diferentes acciones de la película es ardua, lo que denota un gran trabajo de puesta en escena.

Son muchos los puntos a favor que tiene la última película de Jeff  Nichols, y la fotografía, junto con la anteriormente mencionada dirección, es uno de ellos, los ambientes transmiten por si solos, ya estemos en una isla con un sol de justicia, en un bar de carretera, o en una habitación de motel. Obviamente esto nos ayuda a introducirnos de un modo más realista en la historia, aunque gran culpa de esto lo tiene el guión. Respecto a este, estoy seguro de que se ha empleado mucho tiempo en su construcción, está realizado con un cuidado admirable. Un aspecto a destacar es la primera impresión y posterior evolución que tienen los personajes, se podría decir que algunos tienen una “cara oculta”, que no se muestran tal y como son, solo, conforme la película avanza, vemos como se van sincerando y es aquí cuando observamos la cara completa, sin ningún tipo de sombra ni artificio. Veamos tres ejemplos, Mud, Tom y Ellis. Todos ellos tienen una serie de adjetivos, algunas veces contrarios, que se ven en algún momento de la trama, Mud es un hombre misterioso, asesino, héroe y “buena persona”, como le califica Ellis; Tom es serio, cascarrabias, solitario, asesino, solidario, bondadoso, y por último Ellis es sensible, impulsivo, duro y rebelde. Su combinación hace que la historia se potencia y aumente su calidad. Por esto y pese a un par de detalles discutibles, el guión es sin duda uno de los principales puntos fuertes de la película.

El otro son las actuaciones, Tye Sheridan –Ellis- y Jacob Lofland –Neckbone–  nos ofrecen unas actuaciones muy buenas, y a falta de ver “Dallas Buyers Club”, película por la que ha sido galardonado con el Oscar, creo que Mattew McConaughey jamás ha actuado mejor. Nos embelesa tras esa coraza y ese halo de misteriosidad, sufrimos por amor y aprendemos una lección que no olvidaremos. Mud también cuenta con la participación de Reese Witherspoon, en el papel de Juniper. Algunos dicen que si no fuera por estas dos “caras famosas”, Mud no habría tenido tan buena acogida y no habría llegado tan lejos. Veamos, obviamente tener a alguien de la talla de estos dos actores siempre supone un aliciente para los espectadores, pero no considero que sea requisito indispensable para conseguir el éxito. Con actores menos conocidos, aunque puede que le hubiera costado más, a mi parecer también podría haber cosechado el mismo renombre, dado que es un todo, y los actores forman solo un porcentaje de él.

Si tuviera que ponerle pegas a algo, lo haría con algunas de las tramas secundarias, por ejemplo con la de tipo amorosa que vive Ellis con Mary Pearl Sirve para que el protagonista viva en primera persona lo que es un desengaño amoroso y le haga dudar del concepto de amor que defiende, pero en ocasiones es plana y previsible, y nos saca un poco de la trama principal, con la consiguiente relajación que esto implica. Si hubiera tenido el placer de redactar el final, viendo el transcurso de la historia, lo hubiera dejado abierto, en vez de tan cerrado como el que encontramos.  Con este cambio agrandaríamos la leyenda de Mud.

En «Mud» encontramos el verano que todos querríamos tener. Es cierto que hay cosas que suceden que afectan y duelen a Ellis, pero no por eso todo lo que le pasa deja de ser una experiencia enriquecedora, es más, aún lo es en mayor medida. La última intervención de Ellis en la película nos deja ver que, probablemente, la aventura vivida será recordada como una anécdota en un futuro, en ese instante no valora lo que ha significado para él, no es consciente y, sin dejar de serlo, con el paso del tiempo serán más visible las consecuencias.

Cuando me dispuse a ver esta película, iba completamente libre de ideas iniciales y de conjeturas acerca del desarrollo de la trama. La acción fue sucediendo y poco a poco iba entrando cada vez más en ella. Es una de esas películas que sin saber como se nos quedan dentro y recordamos numerosas veces con el paso del tiempo. Y cuando pasa siempre nos supone un recuerdo grato.

Porque da igual si eres joven o adulto, siempre quedan pasos que dar hacia la madurez.

Nota: 8.5/10