En 2014, con la publicación de su obra magna, ‘Domenica’, unos tipos oxigenaron la estética y forma del rap español. Con un brillo elegante, sobrio y sentimentalmente marcado, Suite Soprano se erigió como uno de los grupos más vanguardistas en una época donde el inmovilismo en el género era latente. Por aquel entonces no era lo más normal -de hecho, estaba mal visto- que los raperos aparcaran su ego competitivo y hablasen sobre sentimientos, afectos y, en definitiva, sobre vulnerabilidad. Ha llovido mucho, pero como dije en el artículo que escribí hace unos meses sobre dicho álbum, el tiempo no engaña y siempre es el mejor juez para comprobar el calado real de una obra. Y al final les ha dado la razón, porque ‘Domenica’ actualmente sigue agarrando de la mano al público y acompañándolo en sus vaivenes vitales.
Uno de los miembros del grupo -junto a Juancho Marqués, DJ Kaplan y El Hombre Viento- es Sule B que, como Juancho, inició su carrera de solista en 2016 con la publicación de su primer álbum ‘Neo Noir’. En 2019 lanzó su segunda referencia en solitario: la sensiblemente afilada ‘Teoría del Caos’. Y ahora llega su tercer trabajo con su inconfundible voz semirasgada, ‘24H PoetryService’ que, como afirma el propio artista, el título alude a “una ayuda que tienes ahí, que puedes utilizar las 24 horas del día y que está a un click de distancia”. El 112 de emergencias, pero en versión musical, para que nos entendamos. Dice Sule B que “nunca había estado tan motivado a la hora de escribir y sacar música como ahora” y con tanta ansia creativa como ahora. Hablamos con Sule B de la importancia de dejar el alma en las canciones, de pasiones, y de una nueva era que inicia con su nuevo álbum, ‘24H PoetryService’: un emotivo viaje a través de un mosaico de sensaciones sin fecha de caducidad.

Fotografía: @kickssoul

 

UN NUEVO CICLO PARA UN MISMO FIN: CALAR EN EL OYENTE

La idea del paso del tiempo, no como un inconveniente que va enterrando paulatinamente un álbum, sino como agua que lo riega y lo hace crecer más y más en quien lo escucha. Esa, afirma el artista, que es una de las propiedades incrustadas aquí. “Es un álbum que no es fast food y que se va a mantener bien en el tiempo, como casi todos mis álbumes anteriores. También tengo la sensación de que es uno de esos álbumes que cuanto más lo escuchas, más apego le coges y más tuyo lo haces. Creo que perdurará y será un recuerdo positivo para mucha gente. Estoy muy contento con la acogida durante la primera semana. La gente está respondiendo muy bien”.
En una de sus publicaciones en redes sociales, el miembro de Suite Soprano admitía que con este álbum comenzaba un nuevo ciclo artístico en su carrera, que se traducía en apostar por primera vez por un mensaje más accesible y menos críptico, como quizá sí que había por ejemplo en ‘Neo Noir’.“A todos mis álbumes les tengo un cariño especial porque al final remarcan una época. Pero, en concreto, con este álbum he mejorado mucho la forma de trabajar. He podido hacer unas canciones de las que me siento orgulloso y donde he tenido el tiempo necesario que cada una requiere para madurarlas. Este álbum es el más especial de mi carrera porque es el primero en el que me he propuesto abrir mi mensaje y facilitarle la comprensión al oyente, porque el resto de los álbumes que había hecho estaban excesivamente codificados y a veces era difícil que la gente comprendiese lo que yo quería contar. Aunque me siento súper orgulloso de cada paso que he dado en mi carrera con cada álbum y tengo la sensación de que siempre he ido a mejor”.
A raíz de esto, por lo general ha sido un vicio común en la mayoría delos raperos la competitividad y estar en una especie de pompa a la hora de transmitir su mensaje con el objetivo de intentar diferenciarse de los demás. Lo típico de: cuanto más rebuscado y más florituras mucho mejor para que así solo lo entienda un selecto y exclusivo grupo de personas, porque el mainstream y llegar a mucha gente parece que es el diablo. Siempre hubo una especie de alergia a la simplificación o a contar las cosas tal y como son. El artista huye de todo eso y cree que, aparte de que es algo que tiene que ver con la madurez, la trayectoria y la personalidad de cada uno, conceptos hondos también se pueden comunicar de manera sencilla. “Aparte de ser mi álbum más maduro, a la hora de crearlo también he estado absolutamente libre de clichés, de los egos de la música, del género y de la actualidad, que también está muy centrada en la competición. Me he querido alejar de todo eso y no hay ningún tema en esa línea. Al final he querido hacer un álbum de sensaciones, que respire los sentimientos más universales y las cosas que al final siente cualquier persona, sea rapero o no. Llevo ya diez años en la música y me interesa simplificar los códigos que vengo arrastrando durante todo este tiempo. No quiero decir que haya preparado un mensaje concreto para un público y para que le guste, lo que digo es que el mismo mensaje que quiero transmitir, en vez de en la forma hacerlo complicado, lo he querido hacer más sencillo. Y a veces resulta más difícil contar los sentimientos y transmitir esas sensaciones en pocas palabras que en muchas. Al final es como las pelis, tienes que omitir algunas partes, aunque sean creativamente buenas para que al final el mensaje llegue al receptor. Es un poco como facilitar el cauce”.

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Unas líneas más arriba, Sule B explicaba el excelente momento productivo por el que atravesaba. Prueba de ello es que el germen creativo de ‘24H PoetryService’ nació inmediatamente después de publicar su anterior álbum. Un proceso que ha durado alrededor de dos años y que ha sido forjado codo a codo al calor del compromiso con el productor musical Mumbai Moon. “El proceso comenzó poco después, por no decir casi el mismo día de lanzar ‘La Teoría del Caos’. Entré al estudio con Mumbai en modo prueba, a ver qué ocurría y si surgía magia, y al final los resultados fueron muy satisfactorios. Los dos primeros temas que hicimos fueron ‘Nada’ y ‘Domingo de Ramos’. Vimos que ahí había mucho talento, le vi un chaval súper comprometido y trabajador y yo necesito muchas veces tener una figura así para que la máquina esté totalmente engrasada. Después de esos dos temas nos dimos cuenta de que nos apetecía hacer más música juntos. Fue muy natural, de repente teníamos un montón de temas así que dijimos: «vamos a hacer un disco». Seleccionamos y ahí está: ‘24H PoetryService’. Respecto a la forma de crear, el proceso era muy simple. Quedábamos directamente en el estudio, yo a lo mejor tenía una idea, una vibra, algo que me venía rondando la cabeza o que había escuchado en la radio o en Spotify y la desarrollábamos in situ. Mumbai iba diseñando lo que es la composición de la música y al mismo momento estaba yo encauzando la letra”.
En ese proceso de construir sus letras, Sule B no se obsesiona con ellas ni les da tropecientas mil vueltas, sino que aboga por enlazar la chispa de la espontaneidad con un poco de preparación. “A veces en ciertos momentos es más interesante la frescura. Ese momento en el que estás en el estudio y te sale a borbotones también hay que aprovecharlo, pero creo que al final es una combinación de ambas: utilizar la frescura del estudio y luego darle un repaso en casa hace que al final la canción quede más redonda y tenga dos vibraciones de dos momentos específicos de composición. Un poco en el cole y otro poco de deberes, esa es la combinación. Y a la hora de escribir es importante tener una vida con cosas que contar, con vivencias, aprender, investigar, tener una mirada muy observadora. Y nutrirte de lo que pasa alrededor, entre las personas de tu círculo. De todo se nutre uno a la hora de escribir”.
Al igual que en ‘La Teoría del Caos’, la producción del álbum también está trufada de instrumentos, por ejemplo: las guitarras de Pablo Parser y Jack Sheehan en ‘Domingo de Ramos’ y ‘Veneno de Escorpión’ respectivamente; el saxo de Laura Llera en ‘Todo pasa por algo’; el teclado de Greta Ch’aska Rocchi en ‘Ni un paso atrás’ o las percusiones de Christian Delgado en ‘Mentira’. “Una vez que ya teníamos cada tema introducíamos arreglos con músicos e instrumentos. En casi todos los temas hay música tocada. Hay muchos toques de música orgánica y eso le da una identidad concreta al álbum. Al final, los instrumentos le agregan viveza a la obra y la humaniza”.
 

ABRAZO INTERGENERACIONALYLA EXPERIMENTACIÓN COMO PROPULSOR CREATIVO

Un apartado del álbum que me ha parecido precioso es su portada, un collage hecho a mano por Ernesto Muñiz donde se observan diferentes elementos representativos del imaginario de Sule y del disco como: dos Mercedes Benz, el rostro del propio artista, vidrieras de la catedral de Notre Dame, monedas, agujeros de balas y, en el centro de todo, un corazón dorado.

Resulta curioso que este collage de portada que aúna distintas piezas también pueda extrapolarse al apartado puramente musical. Porque, al final, el disco es una especie de collage y conexión de diferentes sensaciones provocadas por artistas de estilos muy dispares entre sí. Reflejo también del bello cruce intergeneracional que la música española está viviendo en los últimos años. Es muy bonito el momento musical en el que estamos, donde se ha abierto tanto el género como toda la música en España. Los artistas de toda la vida se han abierto a nosotros y nosotros también a hacer cosas con ellos. No creo que haya ningún artista en España que haya metido en un álbum tanto cambio, son como polos opuestos. Algunos de los artistas que salen son más rap y luego hay otros como Miguel Campello. Es una amplitud y unas visiones que me apetecía albergar, Soge es distinto a Dano, Dano es distinto a Bejo, Bejo es distinto a Juancho, son identidades muy polarizadas y ver cómo encajan a la perfección en un solo trabajo era también parte de mi intención, el ser un buen anfitrión en ese sentido. Es como una evolución lógica para mí, dentro de Sule B como artista de hip-hop y de barras. Creo que es un paso muy bien dado y estoy muy orgulloso de haber podido conseguir hacer un álbum de este nivel”.
¿Y qué representa mejor ese abrazo intergeneracional que la colaboración con el histórico miembro de Ketama, Antonio Carmona, en ‘Mentira’? Así se fraguó: “Hicimos hace tiempo un concierto juntos en el restaurante Florida Retiro, nos entendimos perfectamente y surgió una amistad muy bonita. Hubo un feeling muy grande y nosotros-Mumbai y Sule- andábamos entre manos con una canción de salsa que ya habíamos empezado hacía tiempo y pensamos que nos fliparía que alguien que tuviera un toque especial la interpretara con nosotros. Surgió esa oportunidad y me siento un privilegiado de poder haber dado ese paso. A partir de ahí nos pusimos las pilas y empezamos a concretar el cómo resolver el tema, hubo bastantes cambios desde que la canción era un embrión hasta lo que hay ahora. Pero ha sido un trabajo muy gratificante, y un placer poder contar en mi álbum con una leyenda, es algo muy especial”.

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En 2016 y con motivo del lanzamiento de ‘Neo Noir’ Sule B ya avisaba en una entrevista en C’monMurcia que no había límites para experimentar con la música y, visto lo visto con el paso de los años, dicho y hecho. La experimentación es un leitmotiv de mi obra desde los inicios. Suite Soprano cuando salió también era pura experimentación, aunque actualmente sea un clásico, nadie había hecho canciones así ni había utilizado esa estética antes. Al final la obra de un artista hay que verla con los años y con la trayectoria, y en mi caso está claro que no soy un artista estático, soy bastante arriesgado y apuesto por la vanguardia, más allá de las modas. Es una motivación personal.
En ‘1K cosas que hacer’, la canción que tiene junto a su camarada Juancho Marqués, Sule canta: “Mi música es pa’ mí, no es pa ningún cliente”. Y en ‘Nada’, corte que cierra el álbum, entona: “Me la come que esto se haga viral”. Dos frases y una misma idea: la de no claudicar ante la dictadura de las modas y únicamente contentar a las propias inquietudes artísticas.No tengo como objetivo ser un artista comercial, no va conmigo. Yo lo que hago es la música más pura y cuidada que puedo, y con el mayor cariño que le puedo dar. Lo que tenga que venir vendrá, no creo que tener muchas pretensiones ayuden a ser un buen artista, está claro que hay que ser ambicioso, pero también tienes que defender tus ideas. A mí me encanta el arte y el valor de las canciones es que sean novedosas, aunque a veces eso sea contraproducente a la hora de los números porque tú a un público lo educas en un sonido y cada vez que lo vas cambiando lo tienes que reeducar. Por eso a muchos artistas les pasa lo de «joder, molaba más cuando era Crema y tal». Tú enamoras a un público con una idea y cada vez que cambias rompes el lazo con ellos, y lo complicado es volverlo a reeducar. Eso es lo complicado. Lo bonito es cuando en ese camino los mismos que empezaron a escucharte con las primeras cosas permanezcan. Eso significa que el público ha ido creciendo contigo y compartís inquietudes. A mí me motiva tener un público que sea inquieto y que tenga ganas de descubrir nuevas cosas igual que yo. Lo bueno de que estén enamorados de una idea anterior es que siempre pueden volver a ella: pueden seguir escuchando ‘Domenica’, ‘Neo Noir’ o ‘La Teoría del Caos’. Pero también pueden escuchar ‘24H Poetry Service’ o lo que venga después. También es importante también tener catálogo y canciones diversas para llegar a poder acompañar a tu público durante toda su vida. Al final el objetivo es formar parte de la vida de la gente que te escucha.
 

EL LEGADO SON LOS ÁLBUMES. PASIONES Y EL FUTURO DE SUITE SOPRANO

Estamos inmersos en una era de hiperestimulación y aceleración, también en lo musical, donde el tiempo parece devorar por completo la vida útil de los álbumes. Y donde la psique del público cada vez está más acostumbrada a la frenética inercia de saltar de una canción a otra, en vez de como antaño detenerse con calma a escuchar álbumes completos. Es un signo de estos tiempos, pero que sea un signo de estos tiempos precisamente no significa ni que sea bueno, ni que tenga que ser la tónica habitual. Y Sule B está convencido de ello, argumentando que los álbumes siguen constituyendo una parte capital en el desarrollo creativo y conceptual de un artista. Ahora mismo tiene más sentido que nunca hacer álbumes, al final es lo que se queda y lo que verdaderamente marcan las etapas de los artistas, los singles solo son momentos. Yo voy a sacar este año unas 10 colaboraciones, pero seguramente la gente recordará este año porque salió ‘24H PoetrybService’. Las referencias de media y larga duración son importantes porque te permiten expresar conceptos con una obra completa y acabada”.
En ‘Domingo de Ramos’, canta lo siguiente:Yo estoy triste por la sangre de las vallas de Melilla, no porque esos rapers vivan de rodillas”. Una frase bastante significativa y que arroja mucha luz sobre la sensibilidad social que el artista posee. “A quien no le ponga triste eso, es que es inhumano. Lo que más odio de este mundo son las desigualdades, me gustaría que a todas las personas independientemente de su género, raza, religión no se les etiquete de forma que tengan menos oportunidades que el resto. No me gustan los abusones.

Siguiendo con esto, llegamos a uno de los debates donde se han vertido miles y miles de palabras: la ‘obligación’ o no que debe tener la figura del artista de ser responsable socialmente a la hora de difundir su mensaje hacia el público. “Al final la música tiene que transmitir tus propios valores y esos son los que va a percibir la gente y en algunos casos va a reproducir por lo que tienes que ser responsable en el mensaje que das. No hay que alimentar al menos las malas costumbres y, en general, las cosas que sean negativas para la sociedad. Hay que desprenderse de eso para que al final haya una sociedad mejor y más igualitaria”.
Cuando le pregunto si hay algún comportamiento que deteste de la escena musical actual, su respuesta no puede ser más contundente: “¿Quién es quién para juzgar a quién? Soy una persona muy tolerante y muy de que la gente haga lo que quiera y cargue con sus actos. No soy juez de nada y no me veo en esa posición porque también tengo mis fallos”.
A lo largo de su obra han sido constantes sus referencias a diversas ramas de la cultura como la literatura, el cine y, sobre todo, el fútbol. Sin ir más lejos, en la parte derecha del collage de ’24H Poetry Service’ -justo al lado del corazón- aparece el Balón de Oro, prestigioso galardón del balompié. A mí me gusta mucho el fútbol desde siempre, de hecho, yo he jugado hasta juveniles federado. No era una estrella, pero se me daba más o menos bien y disfrutaba mucho jugando. Por tradición familiar soy del Barcelona y he disfrutado mucho viendo el fútbol. También me gustan mucho las consolas, el Fifa y la literatura, aunque la tengo bastante apartada. Últimamente soy más de pelis y series. Como todo el mundo, disfrutando de los buenos artes de la vida”.
Por supuesto, entre esos buenos artes de la vida se encuentra la propia la música. Llama la atención la frase que suelta en ‘Todo pasa por algo’: “Carteles de mi cara en la tienda, yo a punto de mandarlo a la mierda. Reflejo de la relación, a veces, mitad amorosa y mitad tormentosa de un hombre y sus pasiones. Claro que he pensado mil veces mandar la música a la mierda, pero hay un poder de reacción fatal en la música que siempre me lleva a ella porque por otro lado es lo que mejor sé hacer, me he dado cuenta de que a mí lo que mejor se me da en la vida esto, escribir canciones, dar conciertos, es como mi mejor versión, entonces creo que no tengo otro camino. Pero claro, con lo complicado que es el trayecto pues imagínate, te dan ganas de mandarlo a la mierda mil veces y a veces mil veces al día”.
Aunque es verdad que ahora tampoco es que se pueda hacer gran cosa dada la pandemia, desde fuera se tiene muchas veces la sensación de que un día en la vida de un artista es juerga, drogas y desvarío. Un día en la vida de Sule B, es un día de lo más normal, sin alardes ni extravagancias. “Pues normalmente me levanto sobre las 10:30-11:00, saco a los perros, me pongo a responder mensajes, llamadas, todas las historias estas de burocracia, y en cuanto puedo a las 13:00 o a las 14:00 voy para el estudio, no todos los días, a lo mejor dos o tres veces por semana, pueden ser más o puede ser menos. Como allí, empezamos a plantear una idea o concepto y echamos como tres, cuatro, cinco horas dependiendo del día. Me vuelvo para casa a cenar, juego a lo mejor un rato a la Play, estoy con mi novia, saco al perro, una peli y a dormir”.

Fotografía: @kickssoul

Este texto ha empezado hablando de la influencia que ha supuesto Suite Soprano y ‘Domenica’ para el rap español. Y va a terminar con la respuesta a la pregunta del millón: ¿volverá Suite Soprano a sacar un álbum? La idea es que sí, simplemente estamos en un parón, llevamos sin hacer un disco juntos desde hace ya siete años. Es una gran responsabilidad sacar un álbum después de ‘Domenica’, pero tanto Juancho como yo tenemos las tablas suficientes para hacer algo impresionante y tengo muchas ganas de que pase.
España lo espera y nosotros también. Por el momento, pueden abrir vuestra plataforma digital favorita y llamar a la línea gratuita de ‘24H Poetry Service’, que siempre estará activa.