Decir que la disimilitud entre uno de los proyectos de Billie Eilish y cualquier otro artista del panorama mundial es abismal sería quizá quedarse corto. Macerando a conciencia casi de forma artesanal el look, mood y sentimiento de cualquier canción, imagen o videoclip, la artista cuida al extremo cada detalle de su obra. Una envidiable calidad que hace olvidar cualquier tipo de juicio temprano e injustificado sobre su edad a golpe de talento innato casi a contra natura.

Billie Eilish es una estrella, un icono pop y casi, si me apuras, una leyenda. Asaltando a la música y no la música a ella, es una excepción, ya que tener diecinueve años y su nivel de grandiosidad suele llevar consigo lastres gigantes como ser carne de reality o un producto comercial de caducidad temprana en una industria que tritura cualquier destello de entretenimiento.

Un aura que envuelve su figura y deja impronta en cuanto aparece, musicalmente, en la moda o en en cualquier línea de sus declaraciones célebres. Entender la mística de Billie es compleja, para ello se necesita un manual de emocionalidad como es ‘The World’s a Little Blurry’, documental estrenado a través de Apple TV+ y dirigido por R.J. Cutler, donde su visión de la realidad consigue estar desenfocada por el linchamiento constante de los focos y la fama vacía.

150 minutos de puro intimismo sobre una artista que fue conocida tras acabar la fiesta, por preguntarse qué mundo se esconde dentro de los sueños o por mandar a cualquier chica buena directamente al infierno. Aunque mucho más de cualquier dato técnico o trasfondo obvio de sus letras se guarda un proceso mental, creativo y sensorial casi difícil de imaginar hasta que no se ve el documental.

Una galería de recuerdos, de imágenes de la infancia y adolescencia con pasajes emocionales llenos de emotivas crudezas y excéntricas situaciones de la californiana. De conscientes reflexiones sobre la depresión, el enclaustramiento personal o la autoexigencia generacional por la que pasan las personas de su misma edad.

La diferencia mayor que posee ‘The World’s a Little Blurry’ es la fidelidad por un formato que suele abandonarse por las imágenes simétricas entre grandes luces del directo o por tender a darle más importancia a la estrella que a la persona. Aquí sucede justo lo opuesto, la música es el descanso necesario entre reflexiones, el impasse para sorber y mascar todo el sentido y sentimiento que rezuma cada canción compuesta por la artista.

Sin necesaria justificación de cada uno de los capítulos que conforman el documental, Billie Eilish está muy lejos de ser un producto que vende la transgresión juvenil como algo cool, la vida rápida y la muerte pronta de ser una estrella fugaz. Una vida familiar, artística y emocional que se abre en canal dejándonos ver los pequeños huecos que esconde su coraza.


Escucha el último éxito ‘Lo Vas a Olvidar’ de Billie Eilish junto a Rosalía en la banda sonora de la serie ‘Euphoria’.