PIPO BEATZ
REGGAETÓN MELÓDICO Y OSCURO

‘Nebuleo’, su último proyecto, combina históricas personalidades con el sonido de la nueva generación.

Conexiones Chile – España. Historia del underground español. Amor por la música de la calle. Estas son algunas de las definiciones que, a bote pronto, pueden servir para presentar a un productor tan sonado como Pipo Beatz. Después de una discografía producida para La Mafia del Amor, y pasando por su primer álbum junto a Yung Beef ‘Lágrimas’ en 2020, entre otros muchos temas, Pipo lanza en 2023 Nebuleo. Un primer proyecto personal que dice ser “un conjunto de temas que he ido recopilando con el tiempo”, y que le saca de las sombras.

“Ya era hora de hacer algo, dejar de producir en la sombra para los artistas y tener mi propio trabajo”, comenta Pipo. Aunque defina ‘Nebuleo’ como un conjunto de temas, cada uno de estos lleva detrás una elección profesional que no da puntada sin hilo. “Todos los temas que están en el disco son temas que yo he querido que estén. No son temas por descarte, los he querido incluir directamente, como ‘Barco de papel’. Es un tema que lo sentí muy especial, lo que viene siendo el beat, son muchos sonidos diferentes puestos en diferentes partes”.

Uno de los primeros adelantos de lo que sería este álbum fue, precisamente, ‘Barco de papel’, un featuring entre Pablo Chill-E y Yung Beef muy bien acogido por su habitual público. “La parte de Pablo la grabé en Chile y la parte de Fernando la grabé aquí en España”, cuenta Pipo sobre el proceso de producción. “No es un beat que envío para que se lo graben y se hagan un tema, es un beat que quería directamente que fuera parte de mi disco. Como otros temas como el de ‘Ya fue’ de la Zowi. En cuanto hice el beat se lo mande a Zoe porque quería que se lo cantase ella”.

Cuando Pipo produce, relaciona directamente el ritmo con un artista concreto. De ahí surge la necesidad de que ‘Nebuleo’ fuese una recopilación estudiada y concreta de artistas, con juntes imprescindibles ya forjados y colaboraciones inesperadas para el panorama urbano. “Yo lo voy clasificando, hago un beat y pienso que puede encajar aquí con esta persona. No es que yo haga una carpeta de beats y se las pase a todo el mundo. Yo no paso beats a nadie. Me los preparo antes de una sesión según lo que pueda encajar a cada persona», explica.

‘Nebuleo’ es una vuelta a la colaboración en estudio con personalidades que crecieron en paralelo, como Yung Beef, Kaydy Cain, La Zowi, Ms Nina o Papi Trujillo. Como contrapunto, también es una incorporación de artistas que se pegaron en un panorama más avanzado y bajo nuevos sonidos, como es el caso de Bon Calso, MDA o El Virtual. “Quería sacar un álbum mezclando todo lo pasado con lo que ya he trabajado y la nuevas generaciones, por así decirlo, nuevas entre lo que conozco, no experimentar con alguien si no lo he escuchado”, cuenta Pipo.

Y se los llevó a su área: “Quería crear cosas nuevas, trabajar con gente que no haya trabajado un reggaetón. Por ejemplo, el caso de El Virtual y MDA, es algo que no se ve tanto. Bon Calso sí tiene alguno pero quería llevarlo a mi estilo. La gracia es hacer algo y traerlos a tu área, no hacer un disco y que MDA haga hyperpop, no tendría sentido”. De esta nueva experiencia en el estudio con los mencionados artistas, Pipo cuenta que han surgido más temas que algún día vean la luz.

Acostumbrado a los ritmos del reggaetón, Pipo sorprende en este proyecto con nuevos giros musicales como el turreo de ‘Haciendo fila’, de Ms Nina con Tunechikidd. “La verdad es que es el primer turreo que hago”, comenta el productor. “El disco empezó siendo reggaetón, pero al tener las voces de Nina y Tunechi, que le meten durísimo, aproveché para hacer algo diferente. Pusimos una parte lenta, le metí punteos de turreo argentino, aunque soy chileno pero me da igual. Quise hacer algo diferente y que no fuera todo reggaetón. Hice ese tema para salir de lo normal, de lo común”.

Hablando de Chile, las conexiones entre la nación latinoamericana y España son frecuentes en el universo creativo de Pipo. Pero también son reales los lazos culturales que existen entre ambos países cuando hablamos de la industria musical urbana actual. Pablo Chill-E, Harry Nach, Ithan NY o Marcianeke, en representación de las raíces de Pipo, que se crió entre ambas culturas, nutriéndose artísticamente de lo mejor de cada una de las casas. “Soy chileno, aunque me he criado aquí desde niño, pero he viajado y he vivido en Chile. Hace poco estuve seis años yendo y volviendo y, sí, la verdad es que están muy conectados el uno y el otro”, nos dice.

Para responder a la pregunta de qué tienen en común ambos panoramas desde su punto de vista como productor, Pipo afirma “el amor por lo urbano” de forma rotunda. Yo he estado en Chile y allí escuchan Estopa, escuchan Los Chichos. Tienen la misma esencia. Yo creo que es el amor a la música, el amor a hacer música desde la nada, no que te pongan un beat y te digan tienes que hacer esto”. A lo que añade la esencia y la pureza del underground: “Yo siempre lo he visto así. No necesita sonar a un tema de estudio, a una mezcla perfecta, y el tema se puede pegar y tener millones de reproducciones”.

De esa pureza nació su pasión y curiosidad por la música: “Mi padre tocaba de joven en bandas de cumbia. Desde que tengo memoria en mi casa ha habido un teclado y los fines de semana que no trabajaba, mi padre se ponía a tocar cumbia. Yo siempre le veía hacer el acorde de tres dedos, la típica melodía, lo veía ahí de niño…”, cuenta Pipo. Con el paso de los años y la llegada de Internet, empezó a indagar en programas de producción musical.

“Compré por eBay un cable para conectarlo al teclado, y desde ese día me lo llevé para la habitación, lo conecté al ordenador y ya ahí empezó todo”. Es curioso que los primeros temas de La Mafia del Amor los hiciese con el teclado con el que vio toda la vida tocar cumbia a su padre. “Me he dado cuenta a día de hoy de que me he alimentado de esos acordes que mi padre usaba. Si no hubiera visto eso, no me hubiera formado de esa manera. Siempre se lo digo, cuenta el productor.

Pipo Beatz nació cuando en España estaba empezando a germinar un nuevo movimiento que marcaría una etapa en la historia de la música. Una mezcla de Reggaetón y underground que empezaba a sonar por ciudades como Barcelona, Granada y Madrid, entre otras, bajo el nombre de La Mafia del Amor. Un movimiento que posteriormente se conformó bajo el sello independiente de La Vendicion Records. Desde Chile para España, y desde España para Chile, empezó a lanzar beats a la calle. Una calle que, años más tarde, le reconocería por hits como ‘Xapiadora’, ‘Multiorgásmica’ o ‘Tropical’.

¿Es Pipo Beatz un referente a nivel musical? “Sí y no. Es que soy humilde en el sentido de que no me creo nada. Yo hago música y ya está, contesta. Pero los comentarios y mensajes que ha recibido a lo largo de su carrera le han hecho reafirmarse como una pieza vital del circuito. “Yo creo que en reggaetón, La mafia del Amor ha hecho mucha influencia. Muchos artistas de ahora, que algunos lo niegan, han crecido con esta música. La Mafia Del amor o Pxxr Gvng son la base. El panorama internacional también se ha alimentado muchísimo de esto, países como México o Argentina, por ejemplo»,

Un movimiento que surgió, en cierta medida, de un mensaje de Facebook que intercambiaron Yung Beef y Pipo Beatz en 2016, y del que nacería el primer tema ‘Ya Noi’. “Yo le mandé ese beat a Javielito y me escribió Fernando para que le mandase beats para el disco de La Mafia del Amor, fue algo muy random”. Cuenta Pipo, que hace unos meses volvió a leer esa primera conversación con Yung Beef: «Este verano justo estaba de vacaciones y me puse a leer la conversación. Fernando me explicó entonces condiciones que se han cumplido, siempre ha sido legal desde el primer día”.

En ese período Pxxr Gvng andaba por Barcelona creando movimiento con un trap importado a España desde Estados Unidos, donde ya llevaba algunos años sonando. Empezó con temas sucios sin necesidad de estudio que se pegaron para un círculo social afín a los valores del movimiento. Vídeos en Youtube en las calles, letras que hablaban de vidas de joseo, bolos en discotecas y conciertos de autotune. “Yo no tenía ni idea de que se estaba creando una escena. Yo creo que ellos sí porque estaban en la movida. Yo me perdí toda la etapa de bolos, la etapa de La Mafia del Amor en su esplendor. Pero a veces lo agradezco porque si me hubiera vivido toda esa etapa a lo mejor ahora no estaría haciendo música”.

Como en cualquier arte, el panorama underground de entonces fue evolucionando, surgieron nuevos sonidos, estilos y formas de concebir el reggaetón. También aumentó su consumo y los circuitos por los que fue co-existiendo. Actualmente, para Pipo han nacido géneros nuevos y una cierta simplificación de las melodías que él tanto venera: «A nivel nacional e internacional, los beats son cada vez más simples. Es algo que me da rabia. A mí me encanta la melodía, que todo el conjunto haga una armonía. Últimamente lo que escucho son beats de baterías marcadas, bien mezcladas, sonando perfectas, pero se pierde un poco lo que me gusta a mí, que era el reggaetón antiguo de Ñengo Flow con cincuenta melodías, con violines de fondo…”.

Nuevos estilos que él mismo analiza, piensa en su composición, en los sonidos que traen, y para un futuro sus pronósticos son la vuelta de lo que ahora llamamos old school. “Pienso que todo vuelve, que la vida es como un ciclo. Llegará un momento en el que el reggaetón que está sonando ahora canse y se vuelva a lo melódico. Me doy cuenta de que esto ya pasa con muchas cosas en la música. En Chile ya están haciendo reggaetón antiguo. Yo consumo más reggaetón de Chile que España. Cris MJ me gusta mucho, Pablo Chill-E, El Jordan o Marcianeke”.

Para ‘Nebuleo’ ha querido mantener la esencia del reggaetón antiguo de grandes como Héctor el Father, Ñengo, Tito el Bambino, Don Omar, Tego Calderón o Julio Voltio, entre otros. La clave de este proyecto ha sido perfeccionar su técnica, que sean canciones con cuerpo, con sus reconocibles punteos. Quería que sonase un poco más comercial y no tan underground. Aunque no lo masterizo ni mezclo finalmente yo, pero me preocupo de que suene más limpio todo, más acorde a lo que está sonando ahora en el día a día, me preocupaba eso”, comenta el productor.

“Musicalmente también creo que he aprendido más, porque yo no toco un teclado o un piano, yo lo hago porque voy experimentado, me sale una melodía y luego otra después. Me gustan mucho los punteos, empiezo a meter punteos y todo en conjunto crea algo”. De sus temas favoritos de ‘Nebuleo’, confiesa que ha ido por etapas: “He tenido fases porque de tanto escucharlo se desgasta, se va ese amor que se tiene por el tema al principio. La verdad que ‘Barco de papel’ lo he escuchado muchísimo. El de El Virtual y MDA lo he llegado también a escuchar mucho. Cada vez que llegaba al estudio lo ponía. Y el tema con Bon Calso lo he consumido bastante y lo sigo escuchando ahora”.

Es probable que en un futuro Pipo Beatz lance una edición deluxe de ‘Nebuleo’ con todos aquellos temas que han quedado fuera. Para el productor, nueve canciones saben a poco: “Quiero meter gente con la que he trabajado durante este tiempo que se han quedado ahí por alguna u otra cosa, y también quiero meter gente nueva. Quiero hacer un deluxe que sea la mitad de los clásicos y la mitad de los nuevos. Tengo temas por ahí ya grabados que podría incluir porque están listos. También he pensado en alguna colaboración exótica. ¿Alguna apuesta?

Esta evolución profesional del productor se ha visto nutrida por su expansión hacia diferentes disciplinas artísticas. “Me estoy alimentando bastante últimamente de diferentes cosas. Estoy yendo a conciertos de rock y yo no escucho rock, imagínate. Hace poco fui a uno de rock chileno, de Los Bunkers. También estoy yendo a museos, cosas de esas”. Se trata de una especie de viaje personal hacia sonidos diferentes. “Estoy escuchando diferentes tipos y géneros de música para salir un poco de mi bucle y dejar un poco las baterías, el ritmo del reggaetón. Nutrirme.

Por lo pronto, queda esperar a la salida del próximo álbum de Yung Beef, ‘Bajo Bajo Mundo’, el 22 de septiembre, que cuenta con cuatro temas producidos por Pipo Beatz, y de los cuales ninguno es reggaetón. “En ‘Bajo Bajo Mundo’ no meto ningún reggaetón, meto mambo, bachata y guaranteo, entre reggaetón, guaracha y dembow”, dice Pipo. Y para los más atentos, cada vez que el productor tiene un DJ set, filtra canciones inéditas al público. “Llevo haciendo esto meses en la discotecas, ‘Barco de Papel’ la llevo poniendo casi seis meses. Quería ver como evolucionaba la gente con el tema. Leer al público. Para mí es como estar en una clase y ser el profesor”.

Para concluir con estas sinergias artísticas y estas conexiones entre países que se han dado en el panorama del reggaetón y el underground, es necesario mencionar una de las barras de RELIGION, el primer adelanto de ‘Bajo Bajo Mundo’, de Yung Beef, que dice así: “Controlando el reggaetón como si soy chileno (ShiShi Gang)”.