Tras las pasadas declaraciones de Ron Faris, vicepresidente de SNKRS, la app de Nike, sobre la gran pérdida de usuarios y su migración hacia New Balance, el mercado del streetwear vive una de sus mayores épocas convulsas. Una lucha por el trono donde Nike cada vez va perdiendo más y más terreno.

Y es que es normal New Balance se convierta en la opción preferida de muchos a partir de ahora. Tras una última campaña excepcional con grandes colaboraciones, como la de Casablanca o Aimé Leon Dore, así como una exquisita y cuidada ristra de producciones propias, la marca de Boston está muy cerca de desbancar a adidas y Nike de los primeros puestos en ventas.

 

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Pero no todo buenas noticias para New Balance, ya que su línea ‘Made in Usa’ se tambalea al haber sido acusada de no ser tan americanas como aparenta su emblema. Demandadas por usar hasta un 30% de su producción fuera del país, marcando el standard estadounidense que casi toda la completitud del producto tiene que ser fabricado en Estados Unidos, hay partes de las zapatillas de New Balance, como las suelas, que son de origen chino.

La demanda puede provocar nuevos cambios en la tendencia al ser reconocida New Balance principalmente por desmarcarse gracias a la calidad de los materiales y su buen cuidado a la hora de producir nuevos modelos.