Si hablamos de innovación y vanguardia en la moda callejera, ALCH Studio es un claro representante. Esta marca, que establece su sede en Londres, es obra y creación de Alexandra Hackett, diseñadora australiana que ha ganado notoriedad debido a su enfoque a la hora de crear nuevos productos. “Miniswoosh”, el apodo por el que también se la conoce, cuestiona hasta dónde se puede extender la funcionalidad de las prendas, además de buscar incrementar el papel que juega la mujer en la moda. En una industria dominada por el género masculino, su objetivo es romper esta barrera introduciendo una forma diferente de entender la cultura callejera.

La idea fundamental de ALCH Studio se centra en la funcionalidad extrema, tomando como inspiración la práctica japonesa Chindōgu: «la deformación de productos que no son del todo útiles, pero que a la vez no son inútiles». Hackett entiende el cuerpo como un producto y la prenda como la forma de empaquetar dicho producto. Una de sus huellas de identidad que la separa de otras marcas es la deconstrucción de accesorios y objetos para luego construir prendas que avivan cierta expresión artística. La australiana fue la primera en reutilizar las bolsas de Ikea en 2014, mucho antes que Balenciaga o Vetements. No estaríamos en lo equivocado si la tildáramos de visionaria.

Actualmente, ALCH Studio, trabaja con prendas y accesorios de Nike, generando así para la marca una mayor relevancia a nivel internacional. En su primera colección de SS19, ALCH presentó en la semana de la moda masculina de Londres creaciones híbridas que no dejaron indiferente a nadie.

“Miniswoosh” y la metamorfosis de objetos

Fotografía: @racheldray

La diseñadora adquiere el nombre de «Miniswoosh», que hace referencia a las Air Max 1 Mini Swoosh lanzadas en 1997, debido a su amor por la firma. En sus años de estudio en la Universidad de Melbourne (RMIT), también aprovechó para trabajar en un Nike Outlet, entrando en contacto con todo lo que representa la marca. La filosofía y la funcionalidad de Nike, enfocado a los deportistas de élite, despertó en ella un vínculo identitario. Desde sus inicios, la diseñadora se ha inspirado con lo que podía ver en la calle, objetos inservibles, a primera vista, como las bolsas que podríamos encontrar en el suelo, fueron sus primeros elementos de expresión. La mezcla de esta habilidad para transformar objetos y su obsesión por Nike, dio como resultado ALCH Studio.

En sus inicios, empezó usando productos desechables como las bolsas de McDonald’s y mantas de aluminio de la NASA para empezar a experimentar. Pero fue el uso de productos de Nike para confeccionar prendas extravagantes es lo que la llevaría a ser conocida en las redes sociales. La gran influencia de Instagram en la moda callejera va a ser vital para que «Miniswoosh» se dé a conocer en la industria. Su objetivo es manipular las prendas deportivas para transformarlos en productos streetwear, introduciendo tejidos inusuales en la industria.

Habiendo demostrado su capacidad innovadora, Nike no tardó en contactar con ella para colaborar como asesora en la división de mujer. Además, la marca estadounidense la ofreció participar en el concurso de 2016 con motivo del Air Max Day junto con otras once figuras influyentes a nivel mundial. Su popularidad aumentó de forma considerable y consiguió entrar en contacto con las esferas de producción de la firma, aunque finalmente su zapatilla no fue la elegida. A día de hoy, Alexandra Hackett sigue trabajando como freelance y también colabora con varias firmas mientras sigue dando forma a su propia marca.

Colaboraciones e influencia mediática

Entre sus colaboraciones más importes podemos destacar su participación en el anteriormente mencionado «Air Max Day». Su diseño, titulado «Air Mini Swoosh», fusiona las siluetas del upper de los siguientes modelos: Air Max 1, 90, 180, 93, 95, 97, plus, 360 y Air Max 2015, buscando rendir homenaje a unas siluetas marcadas por la cámara de aire.

En el diseño final, la cámara de aire elegida es la que caracteriza a las Air Max 97 ya que, según ella, es la que mejor encaja con el modelo. El material de la zapatilla es una combinación de 3M y tyvek (papel de maquina lavable y resistente) imitando la cromática de los tickets de compra. Además de una lengüeta invertida, también incluía cámaras de aire transformados en pendientes y llaveros. Pero pese a ser un modelo realmente auténtico desde el punto de vista del diseño, lamentablemente no vería la luz debido a que el ganador del concurso fue Sean Wotherspoon.

Para Hackett, es esencial romper la barrera entre la moda y la ropa deportiva. Esta característica manera de elaborar piezas llamó la atención de cantantes como Kendrick Lamar, Billie Eilish y Skepta entre otros. La primera colección de Hackett, presentada en Junio de 2018, es más compleja que la ropa deportiva tradicional, con chándales cubiertos de ojales gigantes, camisetas y pantalones cortos de colores vivos recibiendo un tipo de tratamiento similar. En esta selección se puede ver una mochila Patta transformada en un chaleco de estilo utilitario, siendo así su cuarta colaboración con la marca holandesa.

Es innegable la capacidad creativa de la australiana, pero está claro que aún no ha llegado a su meta final y gracias a estas uniones no hace otra cosa que demostrar su imparable crecimiento.