Llevamos conviviendo con él décadas. Si hablamos de producción y Siglo XXI es inevitable hacer referencia al AutoTune, un instrumento más desde hace años para cientos de productores que han visto en este programa una herramienta de trabajo llena de posibilidades. Pese a que muchos piensan que el AutoTune es algo reciente, las primeras referencias musicales que utilizaron este procesador de audio datan de finales de los 90. El precursor de ese sonido robótico fue el duo Roy Vedas cuya canción, «Fragments Of Life», llamó la atención del productor de Cher, que no tardó en reclutarles en su estudio para trabajar junto a la artista en su famoso “Believe”, un tema cuyo resultado supuso una auténtica revolución en el mundo de la música. El impacto fue tal que, tras esa referencia, el efecto AutoTune vivió una tremenda explosión. Con el tiempo fue perdiendo fuelle en las producciones hasta que años más tarde, ateniéndose a una fase cíclica, comenzó a revivir de nuevo. Uno de los culpables de su resurrección fue sin duda T-Pain, considerado por muchos como el rey del AutoTune.

Desde el primer día el uso de AutoTune ha sido objetivo de numerosas críticas y halagos, aglutinando miles de adeptos y detractores. Una de las críticas más sonadas la hizo en su día Jay Z a través del tema «D.O.A (Death Of AutoTune)», una canción en la que directamente pronosticaba su muerte. Las razones que daba eran contundentes: después de haber visto como una cadena de comida rápida usaba el AutoTune en uno de sus anuncios, el rapero se apresuró a argumentar que cuando en el hip hop una tendencia se convierte en un tópico es momento de acabar con ella. Pese a creer que en sus inicios el AutoTune había sido increíble y que había gente que hacía buena música con él, Jay Z se mantenía firme a la hora de afirmar que era momento de erradicar esa maldita moda. Una prueba de que como visionario no las tiene todas consigo. Y es que, lejos de asistir a su sepelio, Jay Z ha tenido que ser testigo de como miles de artistas, incluidos muchos amigos del rapero, lo encumbraban. Lo que en 2009 era una moda lo sigue siendo en 2016.

Como todos los grandes inventos despierta pasiones y recelos, y aunque es verdad que el hecho de estar de moda en los últimos tiempos ha propiciado que reciba todo tipo de críticas, no es menos cierto que, tal y como nos cuenta el productor Big Hozone, estamos ante uno de los hitos más importantes de la producción del siglo XXI: “‪Creo que es el más importante junto a los avances de los secuenciadores y los instrumentos virtuales. Es un efecto que me encanta desde siempre. Me flipó la primera vez que lo oí en la canción “Believe” de Cher, y hablamos del año 1998. También recuerdo haberlo identificado en “Matrix”, cuando Neo se come la pastilla y su grito se digitaliza. Como efecto es una pasada, trajo una cosa nueva, que no existía. La gente se piensa que es algo nuevo de ahora y para nada lo es. Llevo oyéndolo muchísimos años en temas dancehall y de siempre me ha gustado. Que ahora lo estén quemando por moda no le quita mérito al efecto ni deja de gustarme. Es más, podría ser un identificativo de una época musical, así como tú escuchas música disco antigua y dices “esto es de los 80”. Y es posible que, al igual que el caso que te comento, caduque y aparecerá otra cosa. De momento está aquí y todo está por ver”.

¿POR QUÉ HAY TANTO RECHAZO A AUTOTUNE?

En los últimos años, sobre todo después de la explosión del fenómeno PXXR GVNG, en España estamos viviendo un continuo rechazo a gran parte de la música que se hace con AutoTune. Mucha gente, lejos de ser consciente de que su uso responde en múltiples ocasiones a una mera cuestión estética, se empeña en sentenciar en su contra argumentando que homogeneíza las canciones y despoja a los artistas de su huella personal. El hecho de usar AutoTune se esa convirtiendo para muchos músicos en algo similar a hacer un pacto con el diablo.

Xcese fue uno de los primeros artistas en experimentar con el AutoTune en España, una aventura que le ha hecho tener que afrontar, sobre todo en sus inicios, miles de críticas: «Parece que de un tiempo a esta parte la gente se está animando a experimentar con este efecto vocal. Hay de todo: gente que lo usa bien, gente que lo usa mal a conciencia, artistas que lo meten mal pensando que está bien… Yo soy de las personas que creen que incluso utilizándolo de forma destructiva, o sea sin ni siquiera ir en el tono de la canción pero haciéndolo de una forma «conceptual» (me refiero a meterlo mal a posta), también es válido. Cada uno es libre y dueño de su creación. El rechazo generalmente viene de un público que no suele escuchar a sus artistas favoritos con ese efecto vocal o al que simplemente no le gusta».

Sin duda alguna, parte de ese rechazo puede ser fruto de una cuestión de gustos, sin embargo, detrás de esa alergia a nuevos sonidos podría esconderse también una explicación que derive de factores psicológicos, emocionales. Tal y como nos explica Big Hozone: «‪La música tiene un componente emocional muy importante en nuestras vidas, y esto a su vez una implicación psicológica. Las personas tendemos a ser reacias de alguna manera frente a lo que no entendemos o lo que no conocemos porque nos saca de nuestra zona de confort. Nos sentimos inseguros lejos de lo que controlamos. Creo que es por eso que la mayoría de las personas rechaza los cambios a nuevos sonidos y que por ese mismo motivo finalmente muchas de esas personas acaban aceptándolos una vez que se familiarizan con ellos, que los normalizan y los aceptan, y es entonces cuando los entienden y por fin les gusta. Por eso los mass media tienen un papel tan determinante todavía en nuestros gustos y cultura porque tienen el poder de normalizar aquello que se propongan para integrarlo en nuestras vidas como “aceptado”. Pueden hacer que algo te acabe gustando a base de repetición, incluso siendo una basura. Al margen de todo esto, las personas tenemos muchos prejuicios, somos muy juiciosas, y eso influye mucho en los gustos de cada uno a la hora de elegir«.

ÉTICA Y AUTOTUNE

Andy Hildebrand, creador del AutoTune, hacía en su día unas declaraciones a CNN de lo más reveladoras: “Mi lógica fue: ok, pondré ese ajuste en el software. Pero no creí que nadie sensato lo usaría”. Nada más lejos de la realidad. Tanto lo han usado, y tanto revuelo ha causado, que en 2010 la revista Time incluía AutoTune en su lista de 50 peores inventos. ¿El motivo? Argumentaban que es una tecnología que puede hacer que los malos cantantes suenen bien y los muy malos cantantes suenen como robots. Unas críticas que no sentaron nada bien a determinados sectores, hartos de verse siempre con la soga al cuello. ‪Las acusaciones que se vierten hacia los artistas que utilizan AutoTune son de lo más variadas, desde los que sentencian que AutoTune ha hecho que dejemos de escuchar a cantantes de verdad, hasta los que se cuestionan si la verdadera estrella a día de hoy es el AutoTune o el artista en cuestión.

Unas críticas que abren un debate ético sobre su uso. «El AutoTune no tiene culpa alguna de que alguien escuche cantantes de verdad o no. Hay miles de cantantes de verdad que no usan AutoTune, y si no los escuchas es porque no los buscas. Me parece eludir la responsabilidad que uno mismo tiene sobre sus decisiones. Por otro lado el hecho de ser una estrella hoy día se mide en base a factores como la repercusión mediática, el carisma, el poder de influencia y de convocatoria, el beneficio económico, el fenómeno fan… AutoTune no te da todo eso, así que tampoco me parece justo aquellos que dicen que la estrella es AutoTune, porque realmente es un adorno, un recurso técnico musical que poco tiene que ver con ser una estrella», sentencia Big Hozone.

Sobre si el público es realmente consciente del trabajo que hay detrás de un tema con AutoTune, el productor lo tiene claro: «No hace falta que sepan o no lo que hay detrás de AutoTune, ni yo mismo lo sé. Pero sí creo que, yendo un poco más allá, hay una falta de conciencia tremenda en nuestra sociedad, porque creo que la cuestión no es “hacer o no hacer”, sino “saber por qué hago o no hago”. A mí me encantan algunas canciones con AutoTune y sé que es AutoTune y que el tío no canta una mierda, pero, ¿y qué?. No me está engañando, lo elijo conscientemente porque me gusta y punto, y sobre todo no me quedo sólo en eso, sino que escucho más cosas. En el terreno del hip hop creo que el problema no es tanto AutoTune como el contexto musical en el que se usa. Es decir: el problema del “cansinismo” que puede suponer AutoTune al oído del oyente no es el efecto en sí, sino que cuando se usa suele ir acompañado de ciertos sonidos, ciertas baterías, ciertas rítmicas, ciertos tempos, ciertas melodías, ciertas secuencias, ciertas temáticas… Todo muy poco variado y muy concreto, y para colmo mucha gente haciéndolo a la vez de golpe. Creo que deberíamos. darnos cuenta de que el problema no es AutoTune, sino que las canciones en las que se usa AutoTune, por lo general, son todas muy parecidas». Probablemente esa falta de creatividad que tienen muchos artistas, sea uno de los mayores “enemigos” de cara a toda esa gente que no deposita su confianza en AutoTune. Prueba de que la originalidad a la hora de utilizarlo se premia queda reflejado en el caso de los franceses PNL, que han logrado llevarlo a su terreno y aportar un toque personal que les diferencia del resto. Su distinción ha sido clave en su éxito.

Otro de los puntos candentes para los detractores de AutoTune es el uso de éste en los directos. Una de las creencias que, a base de repetición, se ha instaurado ya casi como una verdad irrefutable es que no es posible trasladar de manera fiel el AutoTune a un directo.  Según Xcese: «Aún no hemos visto conciertos en España con un despliegue de medios suficiente como para llevarlo en directo, aunque ya hay aparatos bastante asequibles a nivel pro que se están empezando a usar donde el cantante en cuestión lo regula a su antojo según la canción, pero esto es algo relativamente reciente. Kanye West, entre otros muchos,  ya demostró hace unos años que se puede hacer en directo y que da mucho juego, convirtiendo la voz principal en un instrumento más dentro del conjunto». Un hecho que, personalmente, que he tenido la oportunidad de disfrutar del derroche de AutoTune en un directo de Kanye West, puedo afirmar. Se puede hacer un directazo usando AutoTune sin perder la esencia del trabajo editado. En España quizá aún estemos a años luz de lo que pueda hacer un grande de la escena como Kanye, sobre todo por falta de medios,  sin embargo ya son varios los artistas que han empezado a introducirlo en sus directos con resultados más que satisfactorios. Uno de los ejemplos más claros es el de Dellafuente y Maka, que incluso ha denominado a su gira «Quejíos y Autotune» en homenaje a lo que ese efecto significa en su música. 

“VÍCTIMAS” DE AUTOTUNE

Tengo que confesar que los artistas que están siendo literalmente acribillados por el simple hecho de usar AutoTune han sido la motivación que me ha llevado a escribir estas líneas. Sobre todo, la última víctima de la Santa Inquisición del AutoTune: Iván Nieto. Tras sacar «Serio», un single en el que hace sus pinitos con el AutoTune, las críticas (incluso por parte de los propios seguidores del artista) no se han hecho esperar. Como si AutoTune hubiera autodestruído en un segundo el talento de Nieto las redes sociales comenzaron a llenarse de críticas con un solo argumento: usa Autotune. ¡Sacrilegio! Poco importa que sea un temazo, que esté bien llevado, que haya arriesgado y le haya salido bien la jugada… Si hay AutoTune hay blasfemia y toca crucificarle.

Para Xcese el único delito que ha cometido Iván es haber sido fiel a lo que, como artista, le pedía la música en ese momento: «Cuando la gente es arriesgada y no se conforma con ejecutar una fórmula hasta romper la máquina a veces se tiene que someter primero a una crítica dura. Pero ahí es donde está la evolución de un artista. Iván es un tío que sabe reinventarse a sí mismo, que sabe coger la vanguardia y hacerla suya, llevársela a su campo y darle un tinte propio. Creo que al final uno debe hacer lo que de verdad le llena y no lo que la gente espera que haga». Una lástima que ahora, lejos de ese bonito refrán que reza «Renovarse o morir», lo que impere para gran parte del público en el mundo musical sea eso de «si te renuevas te mato». Incomprensible.

Otros de los grandes damnificados por el Autotune son los chicos de Pxxr Gvng. Eso sí, ellos han conseguido ponerse las críticas por bandera y hacer de ellas su pena y su gloria. Nunca un grupo español cosechó tantas críticas destructivas. Y gran parte de ellas tienen su origen en el AutoTune. Hasta tal punto que, para demostrar que uno puede sobrevivir musicalmente sin él, y suponemos que harto de las incesables críticas que le acechan a diario, Yung Beef se lanzaba al ruedo en la imponente Intro de «A.D.R.O.M.I.C.F.M.S 2» a la voz de «Quítame el AutoTune, hermano. For Real». Un tema que, bajo mi juicio, tiene todos los alicientes para demostrar que detrás del AutoTune de Yung Beef hay vida, por si alguien lo dudaba. Un claro ejemplo de que hay muchas formas de hacer música y que AutoTune en sí mismo, es una más. Estos son dos claros ejemplos de una larga lista que nos llevaría horas completar.

Utilizar AutoTune parece que lleva implícito para muchos una prostitución de la música, de los propios artistas. Son muchos los músicos que están siendo vapuleados por el simple hecho de utilizarlo. Artistas que llegan con ganas de renovarse y que, haciéndolo bien, ven como el trabajo de meses se echa por tierra solo por la maldita palabra: AutoTune. Como si el programa, para muchos, no fuera capaz de dar a luz buena música. El principal problema no es que guste o no, al final todos somos libres de definir nuestros gustos. El problema está en no RESPETAR que los artistas, por decisión propia, lo utilicen. Me resultan especialmente retrógrados los pensamientos de aquellos que acribillan al AutoTune diciendo que es antinatural pero toleran luego las grabaciones multipista y la música creada a partir del ordenador. Aquí no se trata de un «conmigo o contra mí». AutoTune ha parido música mala y música exquisita. El problema no es el procesador en cuestión, es el uso que se le da. Si todo el mundo llevara al AutoTune a su terreno y no dejaran que fuera el procesador de audio el que les guiara en sus aventuras musicales al son que viene impuesto, otro gallo cantaría. La mirada del público cambiaría si, detrás de AutoTune, siempre hubiera un halo de talento que hiciera de cada artista un ente diferenciado, con su propia seña de identidad. De otro modo el ‘run run’ de la gente seguirá siendo el mismo.