Pleno San Isidro, un tiempo que invitaba a salir a la calle, pasear y tumbarse en la pradera a disfrutar de una tarde de viernes con amigos. Pero no todos pensaban así. Un buen número de gente decidió dejar esto a un lado y acompañar a Dase y Beltrán en su aventura en la búsqueda de Pandhora.

LB’Loves y Victor fueron los encargados de abrir la velada. Suele pasar que el público no conecta del mismo modo con los primeros que con los cabeza de cartel, pero no siempre ocurre así, y este fue un ejemplo. Todos los reunidos aquella tarde tienen un estilo similar que se complemente a la perfección, formando un empaste que hacía del show algo apetecible. Del primero pudimos oír algunos cortes como ‘Alucinógenos’, adelanto de ‘Napalm’ ‘Invierno, entre otros, y el segundo, Víctor, deleitó al presente con tracks como Juevesy ‘Pol’, además de adelantar varios temas de su próximo trabajo, ‘Olissipo’.

Una vez acabado su turno, era el momento de dar la bienvenida a Dase y Beltrán. Había tenido la oportunidad de ver el tracklist poco antes de empezar y me sorprendió para bien. Un directo dividido en dos partes extensas, donde interpretarían más de 25 temas.  No pude evitar pensar en cómo se dosificarían para poder llegar al final de una pieza. Posiblemente, de la primera parte me quedo con ‘Over Back’, por la potencia del comienzo de Dase, ‘Ataraxia’, por poseer la magia de los inéditos que no hacen mucho ruido y se esconden para ser encontrados, y ‘Vuelta atrás’, porque yo también soy de los de ‘callarme aunque sea injusto.’

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Y la encontraron. Se hicieron con la caja.

La abrieron y ‘vivieron la misma mierda cada 24 horas.’ Lejos de dejar salir todos los males que había dentro, consiguieron dejar un trozo de su interior en ella y volver a cerrarla. El concierto no había acabado, todavía había espacio en ella y, lo que es más importante, todavía tenían carga que soltar en el micrófono.

El parón entre la primera y la segunda parte fue el momento para ver en directo a Zheom, del que pudimos escuchar ‘Despiértame cuando…’, inédito lanzado hace apenas un mes, y su colaboración junto con Víctor, titulada ‘Qué coño pasa’, entre otras.

La penetrante ‘Arhat’ abrió el segundo acto, al que siguieron otras como ‘Diéresis’ y ‘Onírico’, en la que Beltrán tuvo la suerte de contar con el acompañamiento de Juanjo y Vila, de Vaho, dejándonos uno de los momentos donde más se pudieron sentir esos hilos invisibles que unen a artistas y público. Después de varios inéditos de ambos, y de cortes como ‘Eternos’, donde se procedió al ritual de mecheros y linternas en los móviles creando una cálida atmósfera, llegamos al final del camino con ‘Génesis’. Acabamos donde todo empieza.

Escribieron los latidos del olvido, aquellas siluetas de las personas que ya no están que, un día, fueron un pilar importantísimo y hoy, con tu exterior en ruinas, vuelven a hacer acto de presencia para dejar claro que si te has convertido en la persona que eres, es por ellos. Fueron sentimientos convertidos en palabras por jóvenes con un futuro prometedor. Como decíamos al inicio, pudo no ser el mejor día para ello, pero lo cierto es que hicieron disfrutar a más de 150 personas a ritmo de su música durante más de dos horas. Un concierto íntimo con el ambiente y el feedback de las grandes noches.

Bien por Dase y Beltrán, bien por apostar por su trabajo y bien por el público por dejar claro que lo que sentían no era un espejismo.