GESE DA O y 'JOSÉ'
Radiografía de un productor insignia
«Desde el instituto he rapeado, siempre lo he hecho. Mi faceta como productor empezó precisamente para autoproducirme».
La producción es similar a los sueños: en el fondo revelan un mundo interior que continuamente habita en nosotros y que se descubre a raíz de melodías, de bombos, de cajas y de acordes. Eslabones personales dormidos que la música logra despertar y engarzar con la primera capa de nuestra alma. Cemento que construye los ladrillos del recuerdo. Por eso conectamos con una instrumental. Por eso el productor, más que como un creador, me gusta verlo como un gurú, un guía, un despertador de mundos interiores. Todos los sonidos con los que conectamos están potencialmente en nosotros, solo hace falta que alguien los despierte del letargo, y ahí entra el juego la magia del productor.
El que ocupa esta entrevista proviene de Cádiz, tierra mágica y de talento. Es fan incondicional de J Dilla, Lord Finesse y Pete Rock, y de lo que se siente más orgulloso es de poder llenar la nevera de su madre. Admite que tiene una tolerancia muy baja ante las injusticias y un pronto del demonio, lo que le causa problemas.
Lleva más de 10 años tocando botoncitos y despertando muchos mundos interiores a sus oyentes. Hay lectores leyendo esto que han escuchado canciones con un beat suyo y ni lo saben. Ha creado centenas de canciones, se ha codeado con el mainstream y tampoco le ha temblado el pulso para bajarse a los bajos fondos del underground. Con Vietnam 1974 ha sido la mano derecha del siempre misterioso Dheformer Galinier creando junto a él una de las catedrales del rap lírico en español: ‘La Jagüarosis’ (2016). Le produjo a Nathy Peluso ‘Alábame’ (2017), antes de que hubiera siquiera visos de ‘La Sandunguera’. Produce a Dano, Delaossa, Gloosito, Cruz Cafuné, Ergo Pro, Oddliquor, Easy-S, Elio Toffana… La ristra como pueden observar es extensa y podría continuar. Hablamos de Gese da O.
Ahora y habiendo cumplido con creces su hoja de servicios como productor, desea transitar por la otra cara de la moneda: ser el que rapea con su reciente y homónimo lanzamiento ‘JOSÉ’. ¿Qué lleva a un productor, que tiene una posición consolidada tanto industrial como económicamente, pasarse al bando del micrófono? ¿Qué aspiraciones hay detrás? ¿Cree que la figura del productor se respeta, por fin, entre el público? ¿Qué se siente al compartir sello en MÉCÈN con colosos? Lean.
LOS ORÍGENES Y EL EXQUISITO MANTO DE MÉCÈN
La relación de Gese con el rap se remonta a su infancia, cuando era un pequeñajo e iba al instituto. Ahí empezó a autoproducirse para escribir sus letras. Ya apuntaba maneras, pero la clave del paso de productor a rapero vino ahora, más de una década después de ser ese chavalito, el motivo es sencillo: “Desde el instituto he rapeado, siempre lo he hecho. Mi faceta como productor empezó precisamente para autoproducirme. Después lo fui dejando de lado porque hacer bases para mí me quitaba mucho tiempo, así que me centré en producir para otros. El caso es que ahora he vuelto a rapear porque llevo tres años trabajando en Madrid, voy a los estudios de la peña y se me ocurren frases para ellos y maneras de decirlas que al público le flipa, así que para que lo hagan otros lo hago yo. A casi todos con los que he trabajado les he aportado frases. He estado 11 años produciendo y considero que tengo el nivel para hacer las cosas tal y como me hubiera gustado hacerlas desde el principio”. Al final, la cabra siempre tira al monte.
Aunque ya se le pudo ver rapeando en 2022 en el estribillo de ‘No Contigo’ junto a Dano, la mixtape que protagoniza ese retorno a sus orígenes se titula ‘JOSÉ’, un trabajo corto que sirve como carta de presentación para él y como aperitivo para el público. Un proyecto -autoproducido por él, claro- que bebe de muchas texturas pero siempre de la misma fuente: el rap. Es un trabajo enérgico, vigoroso y donde Gese sienta las bases de sus valores. “No es un álbum ni me gusta llamarlo así porque no tiene un hilo conductor ni nada, es una mixtape. Un rebujito de temas que para mí está guay. Mi idea es en el futuro hacer un álbum conceptual al que sí le echaré más tiempo. Ahora quiero sacar singles, ya me he pasado a rapear, sigo y seguiré produciendo a peña pero también quiero hacer mi carrera por este lado. Aunque estemos en la era de la inmediatez y la música rápida al final lo que queda en el legado son los álbumes, en el futuro la gente se acordará de ellos, no de tal single lanzado tal día de tal año… De eso no se acuerda ni el artista. Aparte, quiero pulirme más sobre todo en la parte de rapear y al grabarme, donde he notado que soy más inexperto”, reconoce.
Como en los alimentos, hay denominaciones de origen que certifican que algo es de una calidad excelsa. Con MÉCÈN ocurre algo similar, podrá gustar más o menos los trabajos que publican pero hay unanimidad en que, desde luego, no son comida rápida y el detalle está mimado hasta el límite. Este sello está compuesto por gente como Dano, Choclock, Abhir, Lex Luthorz, Elio Toffana, Rels B, Dawaira, Cruz Cafuné y el propio Gese, entre otros. Al igual que Death Row en los 90, hasta otorgan una cadena con su símbolo del león coronado a cada miembro que se une. Bajo su manto han salido obras como ‘ISTMO’, ‘Magua con Miel’, ‘Shock Wave’, ‘Maracucho Bueno Muere Chiquito’ o más recientemente ‘Me Muevo con Dios’. Y bajo ese paraguas ha salido este EP. Del colectivo, el artista destaca sobre todo el gran criterio a la hora de criticar constructivamente: “MÉCÈN es gente que no te baila el agua y que si te tiene que decir algo que hay que mejorar, te lo dice. No hay que tomarse las críticas a lo personal y siempre hay que estar dispuesto a escuchar las opiniones de tus cercanos y de la gente que tiene un cierto conocimiento del sonido que estás haciendo. Mis mejores amigos los hice en el instituto, rapeaba con ellos, les enseñaba las bases y me decían: ‘Pues esto es una mierda’, y gracias a eso me picaba y tenía ganas de que llegara el día siguiente para enseñarles bases más guapas. Sí es verdad que te lo tiene que decir alguien en el que tú confías. Pero lo más importante: si estás convencido de que está guapo lo que haces, debes seguir por ahí. Aparte, sin MÉCÈN y sin Lex no podría haber hecho esto así de profesional, es un tío que lleva en este mundo lo más grande, tiene un recorrido y un buen gusto que se nota a la hora de hacer arreglos y sugerencias”.
Sea con el elenco de personas de este sello o con otro, Gese afirma que trabaja de la misma forma con todos, y dependiendo siempre del estado anímico del artista antes de crear una atmósfera u otra: “Para mí es algo natural trabajar con Dano, Cruz Cafuné o Abhir, grabaría igual contigo que con ellos. Comparto el mismo proceso con todo el mundo. A mí me gusta llegar y decir: ‘¿Cómo te sientes hoy, quieres hacer algo lentito, rápido, agresivo?, ¿Estás triste o alegre?’. Puede parecer algo básico pero es súper clave adaptarse al estado de ánimo del artista”.
Desde que se fue de Cádiz, Gese lleva más de tres años afincado en Madrid. Allí ha conocido a mucha gente, ha tenido oportunidades de todo tipo y, en definitiva, ha aupado su carrera. Según Gese y comparado con Andalucía, es una realidad que estar en Madrid puede ayudar, pero asegura que es sencillamente por la accesibilidad a los centros creativos e industriales que hay en la capital. “Allí hay muchas oportunidades simplemente porque estás más accesible a todo, pero no es algo indispensable mudarse, hay artistas que desde Andalucía funcionan, mira Dellafuente. No por estar en Madrid te van a llover oportunidades, no vale estar allí y no salir de tu casa. Hay que ser pesado, ir a los sitios, moverse y activarse. A mí me ha cambiado la vida irme para allá aunque hay un matiz importante, ya curraba desde Cádiz con gente de Madrid, con Ergo, Dano, Oddliquor, pero tuve problemas personales y decidí mudarme, aunque ya tenía esos vínculos afianzados”, explica.
En todos lados hay farándula. Pero allí, donde más centros creativos e industriales de ocio y poder confluyen, más habrá. Intereses, apariencias, fotos, tratar a la gente como meras mascotas… Todo ese mundillo es un líquido viscoso y podrido del que muchos salen por patas, o al menos lo intentan. “Si pudiera hacer lo que hago en Madrid desde Cádiz, yo estaría aquí -en Cádiz- y no le vería la cara a nadie. De hecho mi meta es tener mi casa y vivir tranquilo en mi ciudad. A mí me encanta trabajar con mis amigos pero después hay gente que son unas putas ratas, gente que le baila el agua a uno y a otro para conseguir unas migajas y me da mucho asco. Al final la farándula es eso, gente pillada de la cabeza comiéndote los huevos y apariencias todo el rato. En el tema de ‘Lo hago yo’ también lo digo: ‘Cuando cumpla con lo mío, hasta luego’”, sentencia.
Precisamente, en esa misma canción el artista gaditano rapea una frase que dice “Cinco años atrás, quién lo diría”. Un lustro da para bastante, si la vida te puede cambiar en un momento, cómo no te va a poder cambiar en cinco años. De producir en las cuatro paredes del cuartillo de su casa sin ganar dinero a grandes estudios y a vivir de la música. “Hace cinco años estaba aquí en mi casa, en mi cuarto, justo donde estoy ahora y jamás me había imaginado ganar dinero con esto. Nunca fue mi meta, ahora quizás sí porque ya lo he conseguido y cuando cumples una meta siempre salen otras. Te confieso algo, en el tema de ‘rari’ dije «Año nuevo, nuevos objetivos, el del año pasado ya está conseguido», dije eso porque este año quería tener un Disco de Oro, siempre me había hecho ilusión, y hace un mes me dijeron que el tema de Cruzzi con Quevedo, ‘Sangre y Fe’, era Disco de Oro. Cada año consigo un logro personal mío que me motiva para el siguiente. Ahora está de moda el tema de manifestar las cosas para conseguirlas, eso son cosas de hippies, al final la manifestación es currar. Yo no pongo velitas ni nada de eso”.
LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS. VISIÓN Y VIETNAM1974
Uno de los rasgos más elevados que puede tener un artista es el de tener visión, ver elementos aprovechables antes que la mayoría, tener ojo clínico, reconocer el oro aún estando sucio. Le pregunto por todo ello y resalta la importancia de no dejarse engañar por el espejismo de las visitas poniendo como ejemplo a Judeline: “Visión es fijarte en las cosas que molan independientemente de que tengan ocho reproducciones u ocho millones. No dejarse guiar por las visitas y estar predispuesto a escuchar. Hay gente que ve que alguien es poco conocido y no le presta atención. Por ejemplo, el caso de Judeline. La escuché en ‘Onírika’, ella tenía ahí 16 años y flipé. Intuí que llegaría lejos y cuando vino a Madrid quedé con ella para hacer música. Me acuerdo que la gente la miraba por encima del hombro y ahora le tienen que comer todo el co**. A eso me refiero”.
No dejarse guiar por las visitas y estar predispuesto a escuchar. Si algo te gusta, te gusta. Punto. Esto se ve reflejado en el artista y en este trabajo, porque a pesar de contar con colaboraciones de brillo como Ergo Pro y Cruz Cafuné también ha querido darle espacio a su paisano JK11300 -número perteneciente al código postal de La Línea de la Concepción, en Cádiz- en el tema ‘11K’: “Lo quería incluir porque era underground, me flipa y al final es un síntoma de la forma que tengo de escuchar la música. Entre mis playlist y mis favoritos hay peña con 200 visitas que me parece durísima y luego otra que tiene seis millones”.
A la hora de hablar de artistas más pequeños, Gese hace un matiz que no se lo había oído a nadie y que fulmina la sensación de condescendencia hacia ellos y hacia brindarles oportunidades, como si ellos fueran meros mendigos y tú el que les das la limosna de la atención. Él le da la vuelta y explica que la oportunidad no se le brinda al artista, sino al público. “Me encantaría en mis trabajos combinar artistas conocidos con otros que no lo son tanto y dar oportunidades no a ellos sino al público para que los escuche”, cuenta.
El tacto de ‘JOSÉ’ es chulesco, rugoso, oscuro y vibrante. Combina un egotrip consciente con sus valores y sus líneas rojas. Él admite que está entre estos dos mundos: el rap chuleta y el rap consciente realista con su entorno:“Siempre he tirado más por el malianteo pero también por el rap comprometido de tu entorno y sabiendo que hay que transmitir algo. Vietnam 1974 era eso. A mí no me vale que digas ‘Me he comprado un bolso Gucci…’. Vale, okay, pero dímelo con ingenio y de una forma que me impacte. A mí me encanta el flexeo pero bien hecho. A la gente que dice pamplinas no la escucho”.
Como es lógico, la otra mitad de Vietnam 1974, Dheformer Galinier, ha influido de sobremanera en el proceso de escritura de Gese, por ejemplo, a la hora de anotar algo cuando una idea interesante le salta a la mente. Su sombra es muy alargada y el amor que le tiene, también: “Si se me ocurre algo por la calle voy y lo escribo en el bloc de notas, eso lo hacía mucho Jose, -Dheformer- he aprendido un montón de él y de ese tipo de truquitos. Ese hijo de puta es muy bueno y le guardo cariño, lo quiero mucho, aunque hayamos tenido nuestras diferencias y nuestras historias. A veces lo sigo viendo por el barrio… Aunque él es raro de ver”.
LA FIGURA DEL PRODUCTOR, SCAMCURSILLOS Y NEOPURISMO
Siempre ha habido en torno a la figura del productor el mismo debate: ¿Se le valora o no? ¿Se le da la suficiente y merecida visibilidad? Personalmente creo que es un debate que nunca acabará porque esos parámetros son pantanosos de medir. Así que convendría guiarse más por sensaciones y sobre todo por acciones que alcen todo el trabajo que hacen en la sombra. La percepción que tiene Gese es sencilla y lo compara inteligentemente con el cine: “Es como si yo, que no soy cinéfilo ni nada, veo una película y tengo que decir, por ejemplo: ‘¡¡ufff, no veas Joselito Hernández el encargado de la fotografía!!’. Es lógico que la gente no sea tan consciente del productor como del que al final pone la cara, que puede ser el que canta o Di Caprio. Sí es cierto que lo sigo viendo más respetado y reconocido pero de puertas para adentro, los artistas son más conscientes de su importancia que el público”.
Documentándome para esta entrevista me dio por consultar sus últimos tuits y apareció uno donde comentaba el timo que suponen los cursos de producción. Esos que están bombardeando continuamente con publicidad invasiva a través de Twitter (X) e Instagram. Esos que tienen un tufillo extraño parecido al de los cursillos de autocrecimiento, convertirte en tu propio jefe y demás tiburonadas. Hay estafas que son legales y Gese se muestra rotundísimo: “A mí me salen continuamente anuncios de peña diciendo: ‘Si eres productor haz esto o compra este curso’, y yo pienso: ‘Pero vamos a ver, ¿tú quién coño eres? ¿Qué has logrado? No le vendas la moto a los chavales porque los estás estafando y podrían invertir ese dinero comprando una tarjeta de sonido”.
Para él, el autoaprendizaje es lo mejor debido a la vasta cantidad de recursos que hay en internet, hecho que relaciona con el aumento general del nivel de producción que estamos viviendo en estos momentos. “Hoy en día no hacen falta cursos teniendo TikTok y Youtube. Jamás he pagado por uno, he aprendido en mi casa, echándole tiempo y ganas. Al final esos cursos son vídeos y están en Youtube y en TikTok gratis. El algoritmo hoy en día es una locura, te pones a buscar movidas de tu arte, de tu disciplina, del Ableton, del FL Studio y te van saliendo vídeos que son increíbles y les puede ayudar un montón a los chavales que estén empezando, por eso también hay más nivel últimamente en la producción, porque hay más facilidades para aprender”, explica.
El artista también critica negativamente un vicio que, según él, se está repitiendo del pasado respecto a la variedad de raperos, estilos y subgéneros diferentes que orbitan actualmente alrededor del hip hop. Hablamos del purismo y el gatekeeping, ese fenómeno por el cual algunos se ven con la potestad de intentar controlar y dictar lo que es auténtico rap de lo que no. “Hay muchos estilos diferentes y eso es lo que hacía falta. Pero sigue habiendo cierto sector más purista que se está convirtiendo en todo de lo que renegaba. Siguen criticando las cosas nuevas y se ponen a llorar. Disfruta, bro, cálmate, disfruta. Si no te gusta no lo escuches. Ahora entre ellos está de moda el drumless y me acuerdo de quemarlo en 2015 con Jose (Galinier), pero bueno, este país siempre ha ido así de lento”, admite el gaditano.
Para ir concluyendo, Gese Da O es sin duda uno de los productores insignia en la aportación y remodelación del sonido del hip hop español en el último lustro. ‘Sangre y Fe’ de Cruz Cafuné, ‘Lejos’ de Delaossa, ‘AMG’ y ‘Tierra Abatida’ de Ergo Pro e Ill Pekeño, ‘Rodeos’ de Abhir, ‘Tatuado’ de Oddliquor, ‘Peligroso’ de Ébano o ‘No Lol zone’ de Gloosito son solo algunas de sus gemas. Sus producciones, tanto iridiscentes como contundentes, su trabajo codo a codo con artistas de diversa índole y su visión creativa han hecho de él un artista respetado y un valor seguro a la hora de producir. Estaremos atentos ahora a su incursión con el micrófono y, siguiendo con la analogía del principio del artículo, ojalá que siga despertando muchos más mundos interiores. Que el sueño continúe.