Durante los últimos días, estalló un conflicto en la música urbana que se tomó las redes de toda Latinoamérica: Chile vs Álex Gárgolas. El país sudamericano se encuentra en su mejor momento y, ante esto, el productor boricua decidió “darle una mano” a la escena local a través de su poderosa red de influencias.

Si tienes la edad suficiente, el nombre de Álex Gárgolas será sinónimo de clásicos como ‘¿Dónde Están Las Gatas?’, de Nicky Jam y Daddy Yankee, ‘Soy Una Gárgola’. de Randy Nota Loca y Arcángel, o ‘Un Sueño’ de Rakim & Ken-Y. Todos orquestados por él.

Sin embargo, y a pesar del auge de sus principales nombres, PR ha sufrido un notorio debacle en cuanto a influencia. Esto se debe a la proliferación de otras como la colombiana, la argentina y la del país que lo declaró su Enemigo Público N°1: Chile. 

Pero primero, recapitulemos.

Hace unos meses, Gárgolas pisaba tierras sudamericanas para publicitar a sus nuevos protegidos –Leo Massini, representando a Argentina, y Gospeel, a Chile- y, de paso, promocionar su próximo disco, ‘Habla Gargo’, donde montaría a 3 de los chilenos más pegados del momento: Marcianeke, Cris MJ y King Savagge. De este proyecto se desprendió un spin off que puso a todos de cabeza: ‘Reggaetón Chileno Vol. 1’, donde además de los tres mencionados, se sumarían nombres como Polimá Westcoast, Young Cister, El Jordan 23 y Pailita, para armar un álbum con la crème de la crème chilena.

Esta misión -autoimpuesta- consistía en la titánica tarea de juntar y poner a grabar a los mejores artistas y productores urbanos del país en poco más de una semana. Pero, Gargo no titubeó y la cumplió, cerrando con broche de oro al anunciar a Paloma Mami y a Pablo Chill-E en el álbum. 

Y no solo eso, también aprovechó su periplo para hacer redes gracias a su encantadora personalidad, generando una buena relación entre él, las páginas de difusión musical, el público y los artistas locales. No obstante, muchos seguidores veían con desconfianza la soltura con la que Gargo se movía y se lo hicieron saber en las redes sociales, reclamándole de no haber estado antes y de estar aprovechándose del éxito de los artistas locales.

A estos detractores de Gargo no les faltó razón. Hace unos meses, Spotify proclamó a Chile como “La Capital Mundial del Reggaetón”, ya que es el país donde más lo escuchan en todo el mundo, y el 40% es producto nacional. Por otro lado, en una entrevista con MoluscoTV, Álex había reconocido que su último disco, ‘Gárgolas Forever’, le había significado una gran pérdida de plata.

Una cosa era clara: Álex iba a la baja y Chile al alza.

A los pocos días de terminar de grabar ‘Reggaetón Chileno’ y con Gargo ya en PR, surgió la primera polémica: Unos audios filtrados revelaron que Gárgolas había intentado agregar a Bayron Fire al álbum después de que el resto de los artistas firmara. Esto, debido a que el cantante había tenido incontables roces con el resto de la escena, se habían encendido las primeras alarmas.

No obstante, Gárgolas supo manejar la crisis y esquivar las balas, en parte gracias a la poca empatía que el movimiento sentía hacia Fire debido a sus actitudes, que lo perfilaban como el villano por excelencia de la música urbana chilena. Al menos, hasta la semana pasada.

En un arranque de megalomanía, Gárgolas se tomó sus redes sociales para avisarle a Chile que el álbum que traía en camino significaba un éxito sin precedentes para ellos.  “Ahora viene la prueba de fuego para los chilenos. Cuántos se van a quedar sonando en regiones de Chile y los que van a trascender al mundo (…) Cuántos van a tener sus propios jets privados y Rolls Royce. Ahora que Chile está en el mapa”, marcaba en su Instagram.

Lo que Gárgolas no previó es que se enfrentaría a Chile, un país que se caracteriza por su solidaridad mutua y orgullo del trabajo duro propio. A partir de ese momento, los corrientazos en su contra no pararon.

Ante el dantesco panorama que se avecinaba, Gargo dio por finalizada su fugaz relación con el país y, para avivar el fuego, llamó a sus compatriotas y demás artistas del género a boicotear el movimiento chileno en “represalia” del orgullo que sentían de haber levantado una escena desde cero y sin la ayuda del imperio multimillonario que se había erguido en La Isla.

Como no podía ser de otra manera, Pablo Chill-E fue el primero en disparar de vuelta y poner los puntos sobre las íes a través de sus historias de Instagram. Ahí, dejó claro que Chile no había necesitado ayuda de platas extranjeras para levantar su género urbano, recordando los orígenes humildes de nuestra incipiente escena.

Pablo no soltó el gatillo y siguió con los puyazos a través de Instagram. En dos historias más, aprovechó de despellejar al productor ejecutivo llamándolo oportunista, nefasto y que jamás le interesó el movimiento chileno. A estos primeros golpes se sumaron varios artistas, tanto de Chile y PR, para condenar la actitud de Gárgolas, quien había pecado de arrogante al esperar una masa agradecida su complejo mesiánico, hablándole de Rolls Royces y jets privados a un grupo de artistas que solo quieren llenar las despensas de sus familias.

Artistas como Don Omar, Mora, Darell, Tito El Bambino, Arcángel y Pepe Quintana salieron a defender a Chile en las redes. Todos con el punto en común de que este fue el primer país en abrirle las puertas masivamente al reggaetón, dándole espacio a sus artistas entre los tops nacionales incluso antes de que sonaran a nivel mundial.

Finalmente, la situación se le fue de las manos a Gargo. Intentó aplastar de vuelta a los artistas y no resultó. Intentó hacerlo pasar por una operación de marketing, obteniendo el mismo resultado. 

Su caída fue tan grande como la campaña publicitaria que desplegó en Chile. Tanto así, que decidió darse un break de la música e incursionar de lleno en sus otros negocios.

Para dar vuelta la página, Gárgolas subió recientemente un video a su canal de Youtube donde explica la situación desde su punto de vista y aprovecha de pedirle disculpas al pueblo chileno por haber sucumbido ante la presión de los fanáticos locales.

ALEX GARGOLAS ACLARA SITUACIÓN DE CHILE

A pesar del mal rato, el paso de Álex Gárgolas remeció la escena chilena de una manera positiva. Generó un sentimiento de unión en torno a un enemigo común, poniendo del mismo lado a bandos totalmente opuestos. Además, le hizo un llamado de atención a esta escena en pañales, mostrándole que aún es un mercado vulnerable, donde hay bastante trabajo por hacer, pero que tiene las aptitudes para convertirse en la primera potencial mundial del movimiento urbano.

Texto: Franco Pineda