JIMENA AMARILLO & IRENEGARRY
desafían las leyes del pop

Las artistas lanzan ‘Derretidas’, su primer EP en conjunto, y la historia de un verano en la capital madrileña.

La pena no es cómoda, ya lo decía Jimena Amarillo en el título de su último álbum. De la tristeza y la amistad nació la unión entre esta e Irenagarry, ambas artistas valencianas afincadas en Madrid. Y lo que posteriormente sería su primer EP en conjunto, ‘Derretidas’, producido en el salón de la casa de Jimena. Un proyecto autodedicado que reivindica y desafía a través de sus sonidos las manidas leyes del pop, inspiradas por el grupo londinense Jockstrap.

Más allá de las etiquetas que les han ido definiendo durante su carrera, entre ellas indie, folk y música para lesbianas, Irene y Jimena abogan por la libertad de experimentar con nuevos sonidos y el atractivo de panoramas internacionales, subiéndose a ellos bajo la narrativa de sus propias experiencias sin autocensura. Irenegarry y Jimena Amarillo nos cuentan en esta charla entre amigas cómo viven este momento de profesionalización y constante renovación en sus carreras.

“Ella quería parar para siempre, literalmente”, cuenta Irene entre risas refiriéndose a Jimena antes de producir ‘Derretidas’. “Me dijo: ‘sí, yo quiero parar porque no sé a dónde voy, no sé lo que soy, no sé nada’”. Jimena le enseñó todo lo que había compuesto hasta la fecha y a Irene le pareció música súper coherente. Irene le cantó el estribillo de ‘Rachas’ con unos acordes de guitarra y, en ese intercambio de sinergias, las dos supieron que tenían una canción. Un par de quedadas más bastaron para terminar esta y la siguiente, ‘Hablarte bien’.

‘Derretidas’ fue para Irene un acto de salvación poética entre ambas al compartir la tristeza de ese momento. El EP apela a historias cotidianas, humanas y orgánicas, como lo son el amor, la incertidumbre o la soledad. “Irene y yo lo que compartimos es que somos bastante explícitas en las letras y contamos la realidad. No nos inventamos nada. Lo que decimos ha pasado”, cuenta Jimena. “Esos días estábamos tan locas que teníamos la cabeza completamente metida en el culo. Era como, venga, a ver qué sientes, a ver qué sientes tú. Y lo pusimos ahí”, añade Irene.

Bajo esta premisa compusieron ‘Rachas’: No es la primera vez que estoy mal, ya sé que me pasan cosas malas a veces, pero eso no significa que vaya a ser el final de mi vida. Esta canción es sobre eso, las cosas malas que me pasan son malas, pero no pasa nada. Me han pasado cosas malas antes y me seguirán pasando”, cuenta Irene, que además confiesa haberse cortado el pelo y haber dejado todo atrás en esa etapa.

En ‘Hablarte bien’, Jimena trata de entenderse: “Por eso digo por las calles yo no me encuentro, no me acuerdo cómo lo hacía antes, en plan, el momento de no encontrarme en la música, el decir ¿dónde estoy?”. Y habla de estar acelerada como un coche en una calle de pueblo para definir aquella situación. He estado tocando todo el verano y me he quedado desquiciada. No he hecho ni un viaje de decir ‘me voy a estar así mirando el cielo’”, cuenta Jimena.

Jimena Amarillo lanzó su carrera artística como cantautora haciendo covers de grupos indie. ‘No es una canción de amor’ (2019) fue su primer single. En 2021 lanzó su primer álbum ‘Cómo decirte, mi amor’, dos años después vio la luz el segundo, ‘La pena no es cómoda’. Entre medias, lanzó el EP ‘mientras ando’ (2022) y su tema más escuchado: ‘Cafeliko’ (2021). En esta trayectoria, la valenciana se formó como autodidacta y fuera de la industria musical que le esperaba en la capital.

En paralelo, Irenegarry empezó a producir sus primeros temas gracias al apoyo de su círculo más cercano, que insistía en que debía explotar su talento. Comenzó con pocos medios profesionales pero con una formación musical de conservatorio. En 2020 lanzó ‘Puto Normando’ como primer sencillo, cover del tema ‘Norman fucking Rockwell’ (2019), de Lana del Rey. En 2022 lanzó ‘Mandona’, su primer EP de estudio grabado en Londres, un trabajo de recopilación de sus primeras canciones. Entre sus sencillos con más streams se encuentra ‘La de los amigos’ (2022).

En este inicio de ambas carreras artísticas, Jimena empezó a escuchar a Irene cuando aún vivía en Valencia. En Madrid, se dio el encuentro y la amistad, la colaboración vino después. “Nunca en la vida me he juntado con nadie a hacer música. Yo siempre sola. Esta es la primera vez que hago música con alguien y he necesitado que me lo propongan para yo poder hacerlo. Yo no soy una chica que diga, vamos a juntarnos, porque me achanto”, cuenta Jimena.

“Jimena produce de puta madre, pero también estás haciendo cosas que no habías hecho. Estás cogiendo sonidos que no habías cogido nunca”, le dice Irene. “A mí a veces me chocan las métricas que hace, pero lo pienso y es que no se me habría ocurrido en la vida. Nos gustan muchas cosas parecidas, pero venimos de hacer música distinta. Yo soy muy cantarina y sweet, tú eres una rapera de manual. Con estas canciones lo que nos ha pasado es que hemos mezclado cosas”, añade.

La individualidad y el estilo de ambas artistas se mantiene sin fisuras en ‘Derretidas’. El punto de encuentro en este EP ha sido compartir referentes, como el grupo londinense Jockstrap, formado por Georgia Ellery y Taylor Skye, que fusiona la música pop con sonidos sintéticos, electrónicos y pinceladas de R&B. “Es un grupo inglés que son los más raros del mundo. Y yo siento que nos ha animado mazo escuchar esa música para hacer esto, porque al final esto lo hemos producido nosotras”, explica Irene.

A mí lo que más me ha aportado Irene son las referencias. Yo no tenía ni puta idea de ese tipo de música. Yo escucho a la Kenya Racaile porque es de Valencia y me gustan sus barras, explica Jimena. La artista se autodefine como rapera y no como cantautora indie, y sus referentes pasan por Belén Aguilera, Samantha Hudson, Ana Mena o Santa Salut: “Me gustan mucho, no sé, los raperos, las raperas. Las raperas más que los raperos. Yo siempre diré que soy rapera, una vez dije que hacía pop moñas indie y se quedó eso para siempre”.

Irene se siente cómoda dentro de la etiqueta pop. Sale al escenario con una guitarra y su voz, pero tampoco se define como cantautora, porque no se limita: Me gusta mucho que la gente me diga qué es mi música. Me gusta que los temas se desarrollen por sí solos, y si de repente tiene que ser un bombo de hip hop con hats de trap, aunque sea una melodía que podrían cantar las Cariño… para mí eso es pop. O tocar el bajo en directo y hacer cosas con mi voz y un pad”.

Es todo más pop que indie. Nos creemos que todo es indie, pero todo es pop”, aclara Jimena. “Estoy súper a favor de reivindicar el pop como una cosa bien hecha. Siento que se ha denostado muchísimo la etiqueta pop, como si el pop fuera cosa para tontos. Llega a tanta gente que no puede estar mal hecha, al final es lo que escucha todo el mundo, es lo que escucha mi madre cuando pone la radio. Yo reivindico el buen pop, es una cosa súper amplia y, siempre que se haga con cariño y mimo, puede ser profundo”, explica Irene.

Otra artista que ha inspirado a Irene y Jimena para este EP ha sido la compositora y actriz argentina Juana Molina con sus metafóricas letras: “El otro día hicimos un tema con María (Amore) y estuvimos escuchando a Juana Molina, sus letras son mantras. Por ejemplo, tiene un tema (Al Oeste) que es como, aunque te digan que una casa está muy bien ubicada porque las ventanas van al norte, el sol sale por el oeste y nunca será verdad que esa casa está bien ubicada. Y en realidad es una canción que habla sobre que por mucho que alguien te repita muchas veces algo no deja de ser mentira, y no pasa nada”, cuenta Irene.

Jimena Amarillo e Irenegarry también han pasado a ser referentes del colectivo en la escena local madrileña y nacional. En muchas ocasiones, y por ellas mismas, su música ha sido definida como música para lesbianas. Irene cuenta cómo su padre, al enterarse que iba a hacer música con Jimena, le preguntó si Jimena era de la corriente lesbiana. “Y yo, papá, no es una corriente. No es un género de música. O sea, la música para lesbianas no es una cosa. Tú haces música y eres lesbiana. Y te gustan las lesbianas”, cuenta Irene entre risas.

“Al principio me ha dado palo porque nunca había reivindicado nada de lo normal que lo veía yo. No quería hacerlo porque yo solo quería hacer música. Porque sea lesbiana no tengo por qué ser aquí la predicadora de tu vida. Pero ahora pienso, ya que puedo hacerlo, que la gente me tiene como referente, voy a hacerlo porque me parece una buena acción, aclara Jimena, a quién su público siguió el pasado 5 de octubre hasta llenar la Sala del Ocho y Medio de Madrid. Un concierto donde también se subieron al escenario Irene, Samantha Hudson y Amore.

Jimena se ha reapropiado de las etiquetas para visibilizarlas y reformular el discurso. A Irene le ha pasado algo parecido con la reapropiación de ciertas atribuciones hacia la figura de la mujer, como el uso de la palabra mandona en su primer EP. Nunca vas a poder escapar de eso aunque quieras, se te va a leer como una chica lesbiana que hace música. Ya que se te va a leer como tal, puedes hacer de ello una cosa que monetizas y haces que la gente esté cómoda en tus conciertos con eso. Se genera un sentimiento de comunidad súper bonito”, le dice Irene a Jimena. “No tenemos culpa de tener a las más listas”, ríe.

Este sentimiento de comunidad también se les ha dado con otras artistas locales con quienes comparten escena y amistad. A finales de verano y tras terminar el EP, huyeron de la capital a la sierra. En esta escapada trabajaron junto a la mencionada Amore para la grabación de su próximo álbum. Aún no existe una featuring entre Irene, Jimena y María que se pueda referenciar, pero hablan de un sentimiento de pertenencia o de colectivo a la hora de trabajar, o como lo llama Irene: cerebro de colmena.

“Me molaría formar un grupo concreto, en plan estas chicas van juntas y sabemos que van juntas y hacen esto. Pero siento que todavía es más poderoso cuando no hay un nombre de un colectivo porque no necesitamos acotarlo”, explica Jimena. Que se note el apoyo, pero sin que tenga que ser una marca o un sello, o algo que deje a los demás fuera, ¿sabes?”, añade Irene sobre estas relaciones con quienes comparten redes, contactos, ideas creativas y referencias artísticas.

‘Derretidas’ fue mezclada en el estudio de Los Invernaderos de Madrid junto a Pablo Cuerno, conocido como DJ Hater. Conservaron las pistas originales grabadas en casa de Jimena pero elevaron el sonido con este broche final. Ahora estoy más abierta a ir a estudios, porque sonar un poco a culo me da ya un poco de… O sea, al principio estaba bien, pandemia y tal, da igual cómo suenas. Pero yo quiero ahora llevarlo a algo grande y que me ayuden con aparatos de 10.000 euros, cuenta Jimena.

Hay que pasar un por ese momento demo y luego llevártelo a otro sitio. El mindset de estar en un estudio profesional también te ayuda a estar 100% seria. En tu casa te tomas un café, te llama alguien, te vas… Pero si estás en un estudio que lo estás pagando, vas y hasta que no te echen no te piras. A mí eso también me mola mazo, tomármelo como un curro de oficina”, nos dice Irene.

La artista de Elda nunca esperó que este proyecto acabaría en una carrera profesional. Echando la vista atrás, se enorgullece de todas las personas con las que ha trabajado y la experiencia de haber estado un año de gira: “Es lo más enriquecedor. Para hacer lo que hago siempre, no haría música, ¿sabes? Ya habría hecho todas las canciones que tengo que hacer en mi vida. Lo que yo espero es que mi música me sorprenda muchísimo a mí misma. Que de repente dentro de un año mire atrás y diga… flipas”.

Aun así, se sigue replanteando si este será su futuro: “Creo que es parte de la movida el estar un poco en crisis todo el rato. Es algo que me ayuda a tener un motor. Lo que más me gusta es que es completamente impredecible y también es lo que menos me gusta, explica Irene sobre la incertidumbre de la industria. “No tienes ninguna seguridad de que las cosas vayan a seguir bien el mes que viene, pero a la vez te llevas un montón de cariño gratuito, como ir a una ciudad a tocar para gente a la que ya le caes bien de antemano porque han escuchado tu música”, concluye.

Jimena no piensa en el futuro, ahora fluye para que no le persiga la ansiedad. También ha empezado a fluir en sus conciertos, los cuales confiesa que no se prepara después de la experiencia de un verano entero girando: Me jode que pase algo en directo, pero se cómo hacerlo. No voy a llorar, te canto Bad Gyal y te entretienes. Pero sí tiene clara su apuesta, nuevas escenas y artistas desconocidos. “Productores raros. Fuera de toda onda que se conozca ahora, en plan, fuera de toda moda, peña que no sea famosa. Frikis o Mura Masa, añade Jimena.

Irenegarry y Jimena Amarillo se reafirman como futuras promesas del pop español con ‘Derretidas’. Dejan a su público con este entrante de dos canciones y unas fotografías que tomaron en pleno centro de la capital a 40º con abrigos de pelo. Y añaden valor a este proyecto con una portada que dibujaron y pintaron ellas mismas. El plato principal aún no ha salido.

Texto: Claudia Valero

 

Créditos fotografías

Fotógrafa: Belén Caride

Assist: Katrina Pallares

Estilismo+Muah: Agustina Piriz

Assist Estilismo: Valeria Iglesias

Agradecimientos a Pelonio y WOW Concept