La maldita bendición de la música le sedujo siendo tan sólo un crío y años después H Roto ha conseguido que sea ella, la música, la que caiga rendida a sus pies. Le definen la juventud, la libertad y el riesgo de llevar su carrera por el camino que le va marcando en cada momento su instinto. Es uno de esos artistas dispuestos a dejarse la piel en todo lo que hacen con el único objetivo de autocomplacerse y, de paso y si cuadra, dejar huella en el resto de los mortales. Hace tiempo que logró derribar la barrera del qué dirán para dar alas a su música permitiendo así que, exenta de prejuicios, vuele libre;  y a pesar de su juventud el artista puede presumir de contar con la edad adecuada para marcar la diferencia sin despeinarse. Y es que teniendo en cuenta que a los 10 años Adrián ya estaba escribiendo, es normal que a los 20 H Roto sea ya uno de esos artistas a los que seguir la pista. La última huella musical que nos ha dejado lleva por nombre Inefable, un Lp lleno de matices en el que importa el qué y el cómo, en el que H Roto y el productor NBR no han dejado hueco a la suerte.

En la música de H Roto no ha habido nunca esquemas predefinidos, solo de ese modo se puede explicar que cada uno de sus trabajos se sumerja en atmósferas bien distintas. En Inefable es fácil pasar de la nostalgia de Estamos a Tiempo o Gilda a la contundencia de Arte, la fuerza de Mr Rabbit o la frescura de Me gusta así. Una diversidad que ha nacido de manera natural, sin intenciones ni pretensiones. Una simple quedada entre amigos acabó materializándose en un trabajo de lo más consistente.  «Ha sido un disco espontáneo, no se ha planeado antes de su proceso de creación. Grabamos 1.000 en una tarde por echar una pachanga sin pretensión alguna y desde ahí fue creciendo la conexión musical y personal. El objetivo de este disco no era el verlo terminado, el objetivo era únicamente seguir disfrutando mientras lo hacíamos, y lo estábamos haciendo». Tanto disfrutaron de su particular mano a mano que, lejos de abrir hueco a colaboraciones, apostaron 100% por ellos mismos. «No tenía ningún sentido colaborar con ningún cantante ni productor. Es algo nuestro.»

“A veces pienso que sólo hago música para que no se me olvide quien soy” 

El baile comienza con Gilda, un tema que sorprende por la carga sentimental que guarda y porque se aleja mucho del concepto de Intro que solemos encontrar en los discos y que correspondería mas a 1000, segundo tema de Inefable, mucho más potente y contundente. Todo ello unido a que Gilda fue el tema elegido como anticipo del disco hace presagiar que el hecho de que sea esta canción la que rompa el hielo del LP no es algo fortuito. «Gilda más que una canción es una especie de carta para una persona concreta, sólo que no tenía ningún medio por el que enviarla o al menos éste era el más fácil para mí. Por eso es la primera canción del disco, no veía como mezclarla con las demás. Va como aparte. Y la usé de adelanto porque si no la sacaba en ese momento quizá un par de días después ni la sacaba directamente. No es una canción que me guste escuchar, la verdad, pero creo que es mi favorita del disco«. Pese a que el artista asegura que en ocasiones le duele escucharse no puede negar que su música se ha convertido en una especie de terapia para él. Adrián hace tiempo que encontró en el arte una cura para el alma. «Por supuesto. A parte a mi me ocurre algo extraño con mis letras. Las escribo, pasa el tiempo, se me olvidan. Vuelvo a no ser consecuente con lo que escribí, me reescucho y es como ’¡Booom!. Como un Eh, no te hagas el loco(risas). A veces pienso que sólo hago música para que no se me olvide quien soy”.

Lejos de repetir fórmulas de éxito H Roto ha apostado siempre por crear melodías, coquetear con sonidos, con nuevos giros de voz. No se sienta a verlas venir, es de esos artistas que prefieren dar dos pasos al frente antes que acomodarse. H Roto está haciendo toda una carrera musical a base de autoaprendizaje, de ponerse a prueba continuamente a sí mismo. Y si hay una lección vital que ha aprendido en estos años es que no hay que poner cercos a la música. «En mi caso lo que ocurre es que no clasifico la música por géneros. Si algo me transmite es todo lo que necesito saber. Me da igual qué nombre le pongan. Me puedes ver escuchando ópera, rancheras, salsa, rap, electrónica, flamenco, pop, reggaeton, rock… cualquier cosa. Voy por rachas, según me dé». No es por tanto raro que mientras algunos de sus temas suenan rudos de cara a los impenetrables medios, muchos otros conjugan todos los factores necesarios para convertirse en banda sonora de radiofórmulas.

Persona y personaje. Vulnerabilidad, Locura y conciencia

Cuando una persona vive tantos momentos al día de manera paralela al personaje que representa es difícil marcar distancias. Sin embargo, y consciente de la importancia que ello tiene, Adrián no duda en dejar a un lado a H Roto en los momentos en los que la música no está en juego en su vida. «Se puede abandonar completamente yo creo. H Roto es una faceta de Adrián, sin más. Luego Adrián tiene muchas otras facetas, como en cualquier otro trabajo. En casa no eres el panadero ni el mecánico. En casa eres tú«. Precisamente esa dualidad entre persona y personaje encuentra una de sus mayores dificultades cuando el artista se dispone a desnudar sus sentimientos frente a aquél que lo está escuchando. Para Adrián lo más difícil de abrirse en canal frente al público es que «luego eres más vulnerable. Es como quitarte el escudo delante de todo el mundo. Ser demasiado honesto es peligroso, si. Pero bueno, es otro de los precios que hay que pagar, supongo. Mis canciones favoritas pecan mucho de eso, creo que es lo que le da alma«.

Y hablando de precios uno de los más altos que tienen que pagar muchos artistas es el de la locura de la que tienen que hacer gala a la hora de arriesgar para cambiar el escenario que tienen delante, para romper los malditos patrones preestablecidos. “Imagino que no será algo absoluto, que habrá genios con muy poca locura dentro, aunque no haya conocido a ninguno. Desde luego, según yo lo veo, un genio tiene precios que pagar por ese don. Tiene que alimentarlo. Y ese precio es la locura. Todo lo que sea corriente crea indiferencia y con ese sentimiento se cambia poco. Así que si, hay que estar loco para cambiar algo. Y también hay que estarlo para ser un genio».

“Todo lo que sea corriente crea indiferencia y con ese sentimiento se cambia poco” 

«Si tengo algo de poder no voy a malgastarlo». La responsabilidad que tienen los artistas a la hora de lanzar mensajes en sus temas y la capacidad de influencia que, como personajes públicos, pueden ejercer en aquellos que los escuchan es un tema que se está debatiendo mucho últimamente. Un asunto sobre el que H Roto tiene su propia opinión. «¿Responsabilidad? No, no siento que tenga responsabilidad. Y si, si creo que influyen los artistas y todo lo que está en un escaparate público. Esto es una decisión personal, cada uno es libre de hacer lo que sienta. Ahora yo no me siento muy cómodo colaborando con formas de pensar que son contrarias a mi persona, por eso procuro tener un poco de cuidado con lo que escribo desde hace ya un tiempo. Hubo una época en la que eso me la sudaba, estuvo divertida también».

Sobrevolando Inefable hay dos elementos, el amor y la amistad, que se erigen como principales protagonistas de sus letras, y aunque en muchas ocasiones pueda parecer que habla de ellos desde la decepción, desde la derrota, el objetivo del artista es intentar dar una visión completamente diferente del asunto. «No creo que ofrezcan una visión derrotista. Al contrario. De hecho, si he dado tanta importancia a esos pilares en el disco es porque fe no falta. Estoy muy contento con mi trayectoria en el amor y la amistad. ¿Decepciones? Como todos. Lo justo para que uno no se aburra«.

  

Vivir despiertos para tomar las riendas de nuestra propia vida. Suena bonito, ¿verdad? Es uno de los mensajes que lanza el artista en Arte, una de esas letras a las que prestar atención, una de esas canciones a escuchar con detenimiento. Y pese a que en alguna ocasión ha dejado entrever que hace tiempo que despertó y se puso del lado de la luz, H Roto considera que al final todo esto acaba respondiendo a estados momentáneos más que a actitudes permanentes. «¿Yo he dicho eso? Na… Se me fue la cabeza. Me vine arriba o algo. Yo soy humano y moriré en esa guerra. Estamos despiertos hasta que nos conviene dormirnos un rato para no ser tan culpables«. Vivimos en una sociedad parcialmente somnolienta, y es curioso porque los jóvenes, que deberían ser los primeros que estuvieran al pie del cañón por muchos motivos, entre otros que tienen todo un futuro por delante por el que luchar, son curiosamente uno de los grupos sociales que más dormidos viven. «Creo que lo que les pasa únicamente es la consecuencia de esto a lo que llamamos capitalismo, menuda obra de arte, por cierto. Está muy bien dibujado todo para que no haya tara. Es mucho más fácil dejar que te lleve la corriente que nadar en contra de ella, se avanza más rápido y con menos esfuerzo. Pensar está guay pero ¿para qué perder el tiempo en esa mierda si están echando MYHYV?». Precisamente en alguno de sus temas H Roto incita a la gente a mirar más allá de todo lo superficial que nos rodea, como reza una de sus canciones ’a buscar la magia en sitios donde otros no se atreven ni a mirar’. «Lo que intenta esa frase es explicar un poco mi amor por la oscuridad. Decía Tom Waits en una entrevista que él se sentía como un narrador de la noche y de los callejones por los que nadie pasa, o algo así. Pues básicamente quise decir lo mismo pero quizá refiriéndome como lugar a procesos mentales o rincones de la mente. Yo encuentro la magia en cualquier sitio, tanto si el semáforo está en verde como si está en rojo».

“No me siento muy cómodo colaborando con formas de pensar que son contrarias a mi persona” 

Sacar un Lp en los tiempos que corren, donde los trabajos pasan rápidamente por la vida de las personas y tan solo 24 horas después de su publicación el artista tiene la presión de un público que insaciable pide más, se está convirtiendo en toda una hazaña. A pesar de este panorama Adrián considera que trabajar en un disco como concepto sigue mereciendo la pena. «Si cuando decimos ’merece la pena’ nos referimos a si es el mejor modo de viralizarse, de conseguir números o hype, no, no merece la pena para nada. Ahora hay demasiada información, todo es de usar y tirar. Pero a mí personalmente sí me ha merecido la pena hacer Inefable. Es algo que enseñaré a mis babys (si es que tengo) el día de mañana y me sentiré orgulloso«.  Motivos desde luego no le faltan.

Dicen que después del silencio lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música. Y como con palabras me va a resultar tarea inefable dar cuenta de todos los detalles y sentimientos que encierra este disco, quizá sea buen momento para dejar este texto a un lado y directamente incitarte a dar al play a lo último de H Roto y dejarte llevar por su música desde el minuto número uno. Lo hago con la absoluta certeza de que disfrutarás del viaje.