Aquellos que se hayan parado a escuchar con atención la música de Joji, saben el talento que posee para escribir canciones y emocionar al que está al otro lado. Abandonar por completo su personaje de Filthy Frank fue una sabia decisión, sobre todo si tenemos en cuenta todo lo que ha conseguido en un plazo de dos años.

En su último movimiento combina fuerzas con Diplo, atreviéndose con una propuesta propia del EDM que hace uso de sintetizadores y sonidos distorsionados de guitarras. Una perfecta mezcolanza de estilos cuya dirección corre a cargo de Munachi Osegbu.