Si una firma tiene como fundador a un campeón de tenis como René Lacoste, medallista en los Juegos Olímpicos de 1924, es normal que mantenga en todo momento una serie de valores muy apreciados por el movimiento olímpico, como el juego limpio, la elegancia y la perseverancia.

El legado legendario de esta competición está representado por Lacoste en una nueva línea de ropa y accesorios para hombre dividido en dos cápsulas anuales. Para la primera edición, celebran el 50º aniversario de los Juegos Olímpicos de Verano de México 1968, con lanzamiento en julio, y de los Juegos Olímpicos de Invierno Grenoble 1968, con lanzamiento en octubre.

México 1968

Toman el logotipo de los Juegos Olímpicos de México como elemento central de una colección de gran impacto visual. Las primeras culturas mexicanas y el arte popular mexicano están representados a través geometría sencilla y lineal, mientras que su construcción constituye un guiño al arte óptimo de la década de 1960.

El número 68, formado por dos de los cinco anillos olímpicos, así como la expresión ‘México 68’, son los elementos con los que se juega en varios colores y prendas como sudaderas, polos y camisetas de manga corta.

 

Grenoble 1968

Del verano de México pasamos al invierno con el homenaje realizado a los Juegos de la X Olimpiada de Invierno de Grenoble, mezclando con elegancia sus propios códigos de estilo con el emblema diseñado para esta colección. Este emblema, en el que aparece un copo de nieve con las tres rosas del escudo de la ciudad encima de los anillos olímpicos, adorna polos con ribete doble en el cuello, polos color block de manga larga, un chaleco acolchado, un sombrero y una camiseta.
Pese a la época en la que tuvieron lugar estos JJOO, la harmonía de los colores deja atrás el frío: la sobriedad del blanco y del gris queda atrás con la utilización de tonos azules y rojos.