Hace un mes, The Newsroom ponía punto y final a su estancia en HBO con la emisión del sexto capítulo de la tercera temporada. La serie creada por Aaron Sorkin se despidió de su controvertida audiencia después de veinticinco capítulos con la sensación de aquel que solo se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde. Una serie más nominada que premiadasolo Jeff Daniels ha sido merecidamente valorado con un Emmy-, que ha visto como un inicio prometedor se oscureció por una segunda temporada que estuvo más pendiente de flashbacks que de la evolución de la trama.

The Newsroom no deja de ser un regalo para los aficionados a la comunicación. Un argumento basado en las experiencias vividas en una redacción que sufre un cambio radical desde el primer capítulo al último. Una transformación desde el periodismo más depredador de audiencia hasta el utópico periodismo que la nueva generación desearía disfrutar en los próximos años. Ese modelo no es más que informar sin buscar el morbo, tratar los temas con la delicadeza que se merecen y, sobre todo, cuidar la información más que el dinero. Su principal baza, y lo que más sorprendió desde un principio, es que las historias tratadas eran reales: desde la muerte de Bin Laden hasta los papeles de Wikileaks, pasando por el atentado de la maratón de Boston de 2013.

Curiosamente, The Newsroom se despide de la parrilla televisiva, en parte, por aquello que no se cansaban de ignorar en la ficción: la audiencia. La obra de Aaron Sorkin ha reunido a detractores acérrimos como a amantes de Will McAvoy (Jeff Daniels) o Mackenzie McHale (Emily Mortimer) a partes iguales. Pero eso tiene una pega, la audiencia se ha ido desgastando. El cierre de la primera temporada reunió a 2.2 millones de espectadores, mientras que el inicio de la segunda acumuló 2.6 millones. Pero la cuestionada segunda temporada cerró con una bajada considerable: 1.7 millones de espectadores. La última temporada anotó en su final una media de audiencia de 1,6 millones de espectadores, alcanzando en las tres últimas emisiones picos de 1,9 millones.

Probablemente, The Newsroom no será recordada como una de las mejores series de la historia, pero si sufrirá cierta admiración por aquellos que ven el periodismo de una forma distinta. Por aquellos que no les gusta ver en una portada de un periódico la imagen de una enferma en su habitación del hospital o las imágenes en bucle en televisión de un policía en el suelo a punto de ser disparado por un terrorista. Un pedacito del buen periodismo se va con la emisión del sexto capítulo de la tercera temporada de la serie, porque como se ha citado anteriormente, uno solo se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde.

That’s How I Got To Memphis

Para los que agradecen un final bien cuidado, el último capítulo de The Newsroom cumple las expectativas con buena nota. Recurriendo a los flashbacks, como ya es costumbre, consiguen que, sin darte cuenta, el capítulo gire en torno a una canción. “If you love somebody enough, you’ll go where your heart wants to go”. Una canción de Tom T. Hall que esconde tras sus letras el sentido de la serie. Si sigues tus principios, llegarás hasta donde quieras. Los ideales de The Newsroom le hicieron llegar hasta su final veinticinco capítulos después, pero con sus principios intactos. Así llegaron a Memphis, así llegamos todos a Memphis. Bye-bye, The Newsroom.