En todo este abanico de identidades personales, las personas tendemos a simplificar para comprender. De ahí nacen las comparaciones y los estereotipos. El principal problema de hacer eso es que se opacan todas las características únicas. Esta parte sale a relucir en más de una ocasión en la coversación: «¿Porqué tiene que haber un único discurso si cada persona tiene el suyo propio?», reflexiona sobre esto Kai Landre.
Esto afecta tanto a una nueva tendencia, una nueva generación o un nuevo estilo musical, como ocurrió con el trap. «Lo intentan entender, dicen ‘Tú eres trapera y estás empoderada’, pues no, yo hago música, me gusta y ya está», sentencia Mushkaa.