En algunas zonas de Latinoamérica podría parecer demasiado común que levante la mano alguien con talento especial para las rimas. No sólo para la mezcla de palabras en el rap o el hip hop, sino incluso en otros géneros como el reggaeton, la cumbia o la bachata. Una rima puede caber en cualquier género musical si se sabe tratar con la maestría adecuada y, sin embargo, en algunos países de la zona no se exhiben tanto como uno pudiera pensar. Chile es un ejemplo claro. Conocido por tratarse de un territorio en donde se maquila y exporta pop de alta manufactura, encontrar un tesoro escondido para el flow pudiera parecer extraño. Una vez escuchándolo no importa lo que pudiera parecer.

Tomasa Del Real bien podría ser considerada como ese tesoro especial que proviene de Iquique, una de las zonas menos exploradas de Chile, que lleva paralelamente una finísima vida como tatuadora y que contrasta con el resto de la música contemporánea que se conoce fuera del país. Cuando el resto del mundo aplaude con fervor el pop que sale de ahí, Tomasa llega para demostrar que también es un espacio que propicia otras virtudes como son el rap, el hip hop y el reggaeton. Es una sorpresa que se siente como una verdadera bocanada de aire fresco.

No resulta muy complicado entender la labor de Tomasa Del Real dentro de la música de su país y del resto de Latinoamérica. Sus perfiles en internet no mienten. “Próxima estrella del reggaetón”, predica en cada uno de ellos y la realidad es que no podía ser nada más acertado. Su carrera –aunque más corta de lo que pudiera parecer- está dotada de varios experimentos que sostienen esa premisa y ofrecen un panorama más amplio al mismo tiempo. En su cuenta de Soundcloud está el testigo de su ascenso al estrellato y todos estamos ahí para presenciarlo.

Entre su catálogo se pueden encontrar varios pasos hacia el trono del reggaeton que bien pueden ser equiparados con otros de antaño como la verdadera reina Ivy Queen o más contemporáneos como Farina. Lo logra juntándose con las personas adecuadas. Ahí se pueden encontrar colaboraciones que van desde personas como Adrianigual hasta Ceaese, pasando por otras de más alto calibre como Deltatrón, Nais Williams, la propia Mafia Del Amor y Somadamantina. Es una chica lista, entusiasta y con relaciones envidiables.

No sólo eso, su carrera es también una labor difícil de llevar a cabo dentro del rap y el reggaeton. Tomasa escribe canciones que sobrepasan la misoginia y el feminismo como términos para equipararlos en un lugar en donde no existe esa distinción de géneros, sino que predomina ese espíritu de goce propio de la música en la que está inmersa. Sus versos van desde supremacía femenina hasta sexo sucio de la más alta estirpe. En sus rimas, como en la música que la adorna, parece no existir límite alguno. Es música diseñada para gozar, para explotar el sentido más precario de su contexto y para calentar los oídos de quien la escucha.

A pesar de contar con apenas un puñado de canciones que se encuentran rodeando el internet, se puede prever que lo de Tomasa no termina ni comienza aquí. Actualmente se encuentra viajando por el mundo gracias a su vida como tatuadora y, de vez en cuando, encuentra a la persona y el lugar correcto para producir la próxima nueva canción poderosa de su repertorio. Nosotros, los que la seguimos, estamos en espera de cada una de esas canciones. Y siempre que llegan lo vemos más cerca: Tomasa Del Real se está convirtiendo en la próxima estrella femenina del reggaeton. Y es todo un placer verla llegar al trono.